Querida familia:
Tal y como os prometí, en cuanto he podido, estoy escribiéndoos para contaros como es mi día a día en este monasterio. A mi llegada me acogió el Abad (que para que os hagáis una idea es el mandamás del
este lugar) fue claro en sus palabras al explicarme lo que esperaban de mi.
Para mí, vivir aquí es vivir dedicado a la oración,
donde me gano la estancia día a día, utilizando solo lo que necesito. “Ora et labora” es nuestro lema.
Trabajo (contando desde el amanecer) de primera a tercera hora y de cuarta a sexta (unas cinco horas). Tenemos oficios muy variados: desde sastres y carpinteros hasta albañiles y zapateros (yo soy sastre, por cierto). Pero no todo es trabajo aquí, pues tengo una media hora de tiempo libre. En ésta, hago cosas como escribiros cartas, hablar con compañeros, etc.
El monasterio esta muy bien equipado: tenemos granjas y huertos (que suelen trabajar campesinos), bibliotecas, sala capitular…todo ello complementa el monasterio.
La disciplina es fundamental y cumplir los estrictos horarios es una norma inalienable. Al levantarme (muy temprano) realizo la primera oración, llamado las Vigilias. Luego realizo otra oración, los Laudes (en ella se alaba el nuevo día)…hasta llegar a Las Completas .Se realizan antes de irse a dormir y es una oración de penitencia. Espero que os haya servido mi carta para saber como se vive en un monasterio.
Un abrazo
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