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Monday, December 1, 2025

El Evangelio vivido en un colegio especial

En el centro de Educación Especial Eloy Camino de la capital albacetense, la asignatura de Religión se vive de una forma que trasciende los libros y los contenidos teóricos
 
Un grupo de alumnos del Colegio de Educación Especial Eloy Camino. - Foto: Obispado

Con motivo del Día Internacional de la Discapacidad que se celebra el día 3 de diciembre, nos adentramos en el Colegio de Educación Especial Eloy Camino, en Albacete, donde la asignatura de Religión se vive como un espacio de acogida, valores evangélicos y humanidad compartida.

En el Colegio de Educación Especial Eloy Camino, en Albacete, la asignatura de Religión se vive de una forma que trasciende los libros y los contenidos teóricos. Así lo expresa María Carmen López León, maestra de Religión del centro, quien asegura que cada día sus alumnos y alumnas le recuerdan que la fe se comprende mejor «cuando se convierte en gestos sencillos, en miradas limpias y en el valor de lo cotidiano».

Para ella, el aula de Religión es un espacio donde lo esencial no son los grandes discursos, sino la capacidad de descubrir a Dios en lo pequeño: en una sonrisa, en el trabajo en equipo, en el cuidado del otro o en la alegría de sentirse acogido y valorado. Más que memorizar, se trata de vivir valores evangélicos que ayudan a crecer como personas: la amistad, la solidaridad, el perdón, la confianza y la gratitud.

Cada actividad busca que los alumnos experimenten el amor de Dios a través de lo que viven y sienten. Por eso, el aprendizaje se apoya en recursos visuales, música, cuentos, dramatizaciones y dinámicas adaptadas a las distintas capacidades. Las historias del Evangelio cobran vida mediante el color, la expresión corporal o los símbolos, de modo que cada niño o joven puede comprenderlas a su manera y participar desde sus posibilidades.

El trabajo cooperativo ocupa un lugar fundamental. Aprender juntos, afirma la docente, fortalece la empatía y la comprensión mutua. En esta clase, cada alumno encuentra su sitio, aporta lo que puede y recibe el apoyo del grupo. Religión se convierte así en una pequeña comunidad donde todos cuentan, donde la diversidad se respeta y se mira con ternura. En este entorno, la enseñanza religiosa se transforma también en una escuela de humanidad. Ayuda a los estudiantes a reconocer sus emociones, a expresarlas y a descubrir que ellos mismos pueden ser causa de alegría para los demás. A través de los valores del Evangelio, comprenden que todos formamos parte de una misma familia y que cada gesto de bondad tiene la capacidad de transformar el mundo.

El trabajo diario en el Eloy Camino -confiesa la maestra- le enseña a «mirar con los ojos del corazón». Un pequeño avance o una muestra de afecto puede valer más que cualquier explicación. Los alumnos le recuerdan que el Evangelio se encarna en la vida diaria, en la paciencia, en el esfuerzo y en la alegría compartida. En su sencillez y autenticidad, dice, se refleja con fuerza el mensaje de Jesús: «Dejad que los niños se acerquen a mí».

Por eso, la asignatura de Religión en este colegio de educación especial es mucho más que una materia escolar: es un espacio de encuentro, crecimiento y esperanza, donde cada día se aprende que el amor, la ternura y la dignidad de cada persona son el verdadero lenguaje del Evangelio.

Fuente: https://www.latribunadealbacete.es/noticia/z3cd927b4-53fe-44e6-88bb1fb472f37857/202511/el-evangelio-vivido-en-un-colegio-especial

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