Recurso didáctico para la enseñanza de los sacramentos El pasaje del Evangelio elegido es: Mateo, 28: Aparición en Galilea Cita bíblica: (Mt 28,18-19) Edad o nivel: 2º curso de Educación Primaria (7-8 años) Elementos curriculares: CONTENIDOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN ESTÁNDARES DE APRENDIZAJE
El Bautismo: incorporación a la Iglesia
Reconocer el Bautismo como medio para formar parte de la Iglesia
Observar y comprender los signos presentes en la liturgia bautismal Conoce y explica con sus palabras el sentido del bautismo Identifica a los padres, padrinos, presbíteros, bautizados como pueblo generado por Jesús Asocia los elementos materiales del agua, la luz y el óleo con su significado sacramental
ACTIVIDAD PROPUESTA: Para el desarrollo de la actividad se partirá del texto bíblico que aparece a continuación, centrado en el bautismo. Es un texto sencillo y escueto, bastante claro, a través del cual el alumno recibe una primera idea de la importancia y significado del bautismo. Sin embargo, antes del reparto del texto, el profesor realizará un pequeño ejercicio de introducción para un mejor desarrollo de la actividad. Utilizaremos la técnica del “brainstorming” o “lluvia de ideas”. Para las edades en las que se encuadra la utilización de este recurso didáctico resultará un ejercicio ameno y dinámico. La participación se prevé correcta debido al marcado egocentrismo que caracteriza esta etapa, donde los alumnos siempre desean mostrar sus propias opiniones sobre algo. Para esta lluvia de ideas comenzaremos pidiendo a los alumnos, por turnos, que expongan palabras o ideas que relacionen con el bautismo. Intentaremos alargar la lista lo máximo posible para ver hasta dónde llega su conocimiento inicial. Tras esto mostraremos una foto que recoja una imagen de un bautizo y pediremos al alumnado que complete la lista de ideas elaborada mediante el brainstorming. Tras haber captado la atención del alumnado se hará entrega de un texto bíblico corto (aunque es directo pudiera considerarse adaptado por su longitud) como punto de partida. A partir de ahí se proseguirá en la realización de la tarea: <> Tras la lectura del breve texto comprobaremos mediante la participación de los alumnos y las cuestiones del profesor lo que han entendido a raíz de la misma. El objetivo será llegar a la idea de que “para hacer discípulos o miembros de la Iglesia hay que bautizarlos previamente”. Por tanto, la primera parte de la tarea será encargar a los alumnos que formen parte de la Iglesia una prueba de esa “unión”. Deberán traer de sus hogares para la siguiente sesión algo que lo verifique (fotos, partida de bautismo, etc.).
En la siguiente sesión se expondrán los documentos aportados por los alumnos miembros de la Iglesia que son muestra de su bautismo. En alguno de ellos, con mucha probabilidad, observaremos la clásica imagen en la que los padrinos, los padres y el sacerdote ofician el acto sacramental. Tras explicar un poco los diferentes elementos teológicos de índole personal que aparecen propondremos el siguiente ejercicio: llevar a cabo una escenografía o dramatización de un bautizo. Para llevarlo a cabo dividiremos la clase en dos. Cada grupo representará un bautizo distinto con idea de hacer al mayor número de alumnos partícipes y a la vez instarlos a hacerlo lo más realista posible para aplicarles comparación. El profesor hará de guía explicando las personas (o papeles a ser representados) que toman parte en el acto sacramental y aportando puntos básicos como “las promesas del bautismo” o “la forma” en la que oficiar el bautizo (“Yo te bautizo en el nombre del Padre…, etc.). Por último, cabe destacar que la dramatización no termina cuando los alumnos han actuado la primera vez. Es ahí donde el profesor usará una estrategia para profundizar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los alumnos observarán en algún momento que hay elementos físicos que se han obviado, como por ejemplo el agua. Utilizando los simbolismos para captar el interés del alumnado procederemos a ofrecer tres cajas opacas en las que no se distingue lo que hay dentro. En cada una aparece escrito lo que simbolizan cada uno de los tres elementos del bautismo como “la vida de Dios” (agua), “el misterio de Cristo y su resurrección” (luz) y “la fuerza y belleza del Espíritu” (oleo). Dentro de cada caja habrá objetos que representen a esos tres significados. Pero serán cosas cotidianas de los alumnos, caso de una linterna para representar la luz. A su vez, y para adecuar significados, en las cajas aparecen imágenes de las cosas representadas pero con el aspecto en que se presentan en las iglesias. De esta forma, para representar por segunda vez las dramatizaciones, los alumnos en sus papeles deberán coger de las cajas correspondientes tanto objetos como imágenes para representar el significado de las cajas que se sitúan a su lado. Se pretende así que entre todos puedan acercar los significados a su realidad y su edad.
JUSTIFICACIÓN: A través de la actividad propuesta se alcanzaría el criterio de evaluación referente a “reconocer el Bautismo como medio para formar parte de la Iglesia” en cuanto el alumno comprende que él mismo es miembro de la Iglesia y que para ello ha tenido que ser bautizado. No hay forma más práctica de adquirir el conocimiento que siendo el ejemplo propio el que usamos para asimilarlo. Por tanto, el alumno podrá demostrar que “conoce y explica con sus palabras el sentido del bautismo”, pues además de comprobar a partir del texto bíblico que esa es la propuesta de Jesucristo, ha extraído de su experiencia personal y de su entorno familiar el propósito de sus padres a la hora de bautizarlo. Por otro lado, podemos decir que al finalizar la actividad el alumno es capaz de “observar y comprender los signos presentes en la liturgia bautismal” pues entre otras cosas “identifica a los padres, padrinos, presbíteros, bautizados como pueblo generado por Jesús” ya que durante la puesta en practica de la dramatización conoce algunos de los diferentes elementos teológicos del bautismo, siendo representados por sí mismo y sus compañeros. Entiende que todos ellos, que ya forman parte de la Iglesia, han sido bautizados antes que él y son parte del pueblo de Dios. Conoce a partir de su experimentación práctica y desarrolla un aprendizaje significativo por relacionar sus conocimientos previos. Además, quedaría establecida también la consecución del estándar que garantiza que el alumno “asocia los elementos materiales del agua, la luz y el óleo con su significado sacramental” cuando relaciona los simbolismos presentados entre los títulos de las cajas y su contenido. Si bien es, posiblemente, un estándar de alcance complejo debido a la dificultad de este alumnado para abstraerse de la más pura realidad, algo característico de los niños de esta edad, considero que llamar la atención del alumno con cosas que le resultan familiares y abordar el propósito desde una manera cercana puede ayudarles a comprender lo que simbolizan los elementos del bautismo. Autor: Diego C. Muñoz Godoy
El Bautismo: incorporación a la Iglesia
Reconocer el Bautismo como medio para formar parte de la Iglesia
Observar y comprender los signos presentes en la liturgia bautismal Conoce y explica con sus palabras el sentido del bautismo Identifica a los padres, padrinos, presbíteros, bautizados como pueblo generado por Jesús Asocia los elementos materiales del agua, la luz y el óleo con su significado sacramental
ACTIVIDAD PROPUESTA: Para el desarrollo de la actividad se partirá del texto bíblico que aparece a continuación, centrado en el bautismo. Es un texto sencillo y escueto, bastante claro, a través del cual el alumno recibe una primera idea de la importancia y significado del bautismo. Sin embargo, antes del reparto del texto, el profesor realizará un pequeño ejercicio de introducción para un mejor desarrollo de la actividad. Utilizaremos la técnica del “brainstorming” o “lluvia de ideas”. Para las edades en las que se encuadra la utilización de este recurso didáctico resultará un ejercicio ameno y dinámico. La participación se prevé correcta debido al marcado egocentrismo que caracteriza esta etapa, donde los alumnos siempre desean mostrar sus propias opiniones sobre algo. Para esta lluvia de ideas comenzaremos pidiendo a los alumnos, por turnos, que expongan palabras o ideas que relacionen con el bautismo. Intentaremos alargar la lista lo máximo posible para ver hasta dónde llega su conocimiento inicial. Tras esto mostraremos una foto que recoja una imagen de un bautizo y pediremos al alumnado que complete la lista de ideas elaborada mediante el brainstorming. Tras haber captado la atención del alumnado se hará entrega de un texto bíblico corto (aunque es directo pudiera considerarse adaptado por su longitud) como punto de partida. A partir de ahí se proseguirá en la realización de la tarea: <
En la siguiente sesión se expondrán los documentos aportados por los alumnos miembros de la Iglesia que son muestra de su bautismo. En alguno de ellos, con mucha probabilidad, observaremos la clásica imagen en la que los padrinos, los padres y el sacerdote ofician el acto sacramental. Tras explicar un poco los diferentes elementos teológicos de índole personal que aparecen propondremos el siguiente ejercicio: llevar a cabo una escenografía o dramatización de un bautizo. Para llevarlo a cabo dividiremos la clase en dos. Cada grupo representará un bautizo distinto con idea de hacer al mayor número de alumnos partícipes y a la vez instarlos a hacerlo lo más realista posible para aplicarles comparación. El profesor hará de guía explicando las personas (o papeles a ser representados) que toman parte en el acto sacramental y aportando puntos básicos como “las promesas del bautismo” o “la forma” en la que oficiar el bautizo (“Yo te bautizo en el nombre del Padre…, etc.). Por último, cabe destacar que la dramatización no termina cuando los alumnos han actuado la primera vez. Es ahí donde el profesor usará una estrategia para profundizar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los alumnos observarán en algún momento que hay elementos físicos que se han obviado, como por ejemplo el agua. Utilizando los simbolismos para captar el interés del alumnado procederemos a ofrecer tres cajas opacas en las que no se distingue lo que hay dentro. En cada una aparece escrito lo que simbolizan cada uno de los tres elementos del bautismo como “la vida de Dios” (agua), “el misterio de Cristo y su resurrección” (luz) y “la fuerza y belleza del Espíritu” (oleo). Dentro de cada caja habrá objetos que representen a esos tres significados. Pero serán cosas cotidianas de los alumnos, caso de una linterna para representar la luz. A su vez, y para adecuar significados, en las cajas aparecen imágenes de las cosas representadas pero con el aspecto en que se presentan en las iglesias. De esta forma, para representar por segunda vez las dramatizaciones, los alumnos en sus papeles deberán coger de las cajas correspondientes tanto objetos como imágenes para representar el significado de las cajas que se sitúan a su lado. Se pretende así que entre todos puedan acercar los significados a su realidad y su edad.
JUSTIFICACIÓN: A través de la actividad propuesta se alcanzaría el criterio de evaluación referente a “reconocer el Bautismo como medio para formar parte de la Iglesia” en cuanto el alumno comprende que él mismo es miembro de la Iglesia y que para ello ha tenido que ser bautizado. No hay forma más práctica de adquirir el conocimiento que siendo el ejemplo propio el que usamos para asimilarlo. Por tanto, el alumno podrá demostrar que “conoce y explica con sus palabras el sentido del bautismo”, pues además de comprobar a partir del texto bíblico que esa es la propuesta de Jesucristo, ha extraído de su experiencia personal y de su entorno familiar el propósito de sus padres a la hora de bautizarlo. Por otro lado, podemos decir que al finalizar la actividad el alumno es capaz de “observar y comprender los signos presentes en la liturgia bautismal” pues entre otras cosas “identifica a los padres, padrinos, presbíteros, bautizados como pueblo generado por Jesús” ya que durante la puesta en practica de la dramatización conoce algunos de los diferentes elementos teológicos del bautismo, siendo representados por sí mismo y sus compañeros. Entiende que todos ellos, que ya forman parte de la Iglesia, han sido bautizados antes que él y son parte del pueblo de Dios. Conoce a partir de su experimentación práctica y desarrolla un aprendizaje significativo por relacionar sus conocimientos previos. Además, quedaría establecida también la consecución del estándar que garantiza que el alumno “asocia los elementos materiales del agua, la luz y el óleo con su significado sacramental” cuando relaciona los simbolismos presentados entre los títulos de las cajas y su contenido. Si bien es, posiblemente, un estándar de alcance complejo debido a la dificultad de este alumnado para abstraerse de la más pura realidad, algo característico de los niños de esta edad, considero que llamar la atención del alumno con cosas que le resultan familiares y abordar el propósito desde una manera cercana puede ayudarles a comprender lo que simbolizan los elementos del bautismo. Autor: Diego C. Muñoz Godoy
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