Javier Artacho, logista en República Democrática del Congo (RDC), conoce bien la fragilidad de los habitantes de unas de las regiones con mayor carga de enfermedad del planeta. Desde hace 20 años, la zona oriental del país, especialmente las regiones fronterizas con Ruanda y Uganda, se encuentra inmersa en un complejo conflicto en el que intervienen una legión de grupos armados. Las consecuencias: constantes desplazamientos de la población civil y graves obstáculos para acceder a unas estructuras sanitarias ya de por sí escasos y deficientemente equipados. La malaria es la principal causa de enfermedad y muerte en RDC; sólo en 2010 se calcula que causó la muerte de 78.000 personas y se produjeron más de 18 millones de casos de paludismo. El conflicto, el continuo desplazamiento de la población y un frágil sistema de salud forman un cóctel molotov en una zona en la que la malaria es endémica.
¿Qué hace MSF en RDC?
Trabajamos en RDC desde 1981. En 2012, tratamos a más de 434.000 personas afectadas por malaria en un país que, junto a Nigeria, concentra el 40% de las muertes mundiales por esta causa. Se da la circunstancia que gran número de casos de malaria requieren hospitalización; lo que se traduce en una nueva carga para las estructuras de salud. Además, si la malaria se presenta con complicaciones, con desnutrición, sarampión o se agrava al provocar anemia en el infectado, la letalidad se dispara y los niños son los más vulnerables. En RDC trabajamos en la mejora de la detección y el tratamiento de la malaria acercándolos a la población que vive en zonas de difícil acceso; asimismo, ponemos en marcha unidades de tratamiento y de cuidados intensivos, suministramos medicamentos y organiza el traslado de los pacientes graves al hospital.
¿Cómo podemos salvar más vidas?
Aunque las estimaciones más recientes de la OMS indican que en la última década el número de casos ha disminuido en un 25%, lo cual significa que se han logrado evitar más de un millón de muertes, la gran mayoría entre los menores de cinco años en África subsahariana, la malaria sigue siendo una de las grandes amenazas para la población en los países de África Subsahariana en los que MSF está presente. Además de en la República Democrática del Congo, trabajamos en el tratamiento y diagnóstico de la malaria en Malí, Níger, Sudán, Sudán del Sur y República Centroafricana. En 2012, tratamos 1,6 millones de casos confirmados de malaria. Una de las últimas intervenciones ha sido la puesta en marcha de un programa de quimioprevención de la malaria estacional que ha logrado buenos resultados en Chad (con un descenso de casos de entre el 72% y el 86%) y Malí (con un descenso del 65%) y en Níger donde hemos administrado tres dosis durante los cuatro meses de la estación lluviosa a 184.000 niños de entre tres meses y cinco años para prevenir que enfermen de malaria.
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