«Si estos sucede con otra asignatura optativa que no sea la
de Religión, estamos convencidos de que no habría polémica alguna».
Antonio Cabeza, delegado sindical en el comité de empresa de los
maestros de esta materia en Asturias, actuó ayer como portavoz de este
colectivo. Dicho órgano mantuvo una reunión en la que se abordó el
problema suscitado en el Colegio Público Horacio Fernández Inguanzo (en
La Foz de Morcín) y la resolución fue clara: «Apoyamos a nuestra
compañera por la actitud que tuvo de no aceptar alumnos ajenos a su
clase a una actividad que se realizaba dentro de la materia».
Fue el pasado día 6 cuando los alumnos de Religión de
Infantil y del último curso de Primaria se fueron de excursión al Museo
Jurásico, el Muja, y a la basílica de Covadonga. Siete escolares se
quedaron en tierra, lo que provocó el malestar de algunos padres por lo
que consideraron una exclusión. De hecho, se había pedido que
participaran en la actividad, «ya que un niño de cinco años no entiende
por qué no puede ir con sus compañeros a una salida», comentaba el
jueves una de las madres afectadas, Miriam Vara.
El delegado en el comité de empresa justifica la decisión
de la profesora alegando que «esta actividad -en referencia a la
excursión- ya se viene desarrollando desde hace años y no hubo nunca
problemas. Cantidad de veces somos recriminados por hacer actividades
hechas para otros, como colocar un Belén en el colegio. No tenemos ganas
de problemas, queremos trabajar y que nos dejen en paz». Entiende, no
obstante, que las cosas se pueden hacer «de otra manera», con
información a los padres, pero «la profesora no es responsable de lo
sucedido. Cuando uno opta, pues opta, con todas las consecuencias, y los
chavales pueden quedar fuera como todo en la vida. Es como si un club
de baloncesto organiza una salida y denuncian exclusión quienes no
forman parte de del equipo».
Por otro lado, la dirección del centro indicó que la
profesora está «afectada» por la polémica suscitada pero, a la vez,
«tranquila» porque sabe que no ha cometido ilegalidad o irregularidad
alguna. La madre afectada entiende que este problema se podría haber
evitado «con un poco de manga ancha por parte de la profesora de
Religión y de la dirección del centro» y dijo que la máxima responsable
del colegio fue informada de este conflicto y no hizo nada. Pero la
dirección se apresuró en señalar que desconocía este problema. Y que,
efectivamente, de haber conocido el malestar existente entre los padres,
«se habría arreglado y no habríamos llegado a estos extremos».
Desde el Horacio Fernández Inguanzo se confirmó que un
padre presentó el miércoles una queja formal en el centro por esta
exclusión en la actividad extraescolar. La dirección asegura que fue
entonces cuando tuvo conocimiento de este problema y de que afectaba a
varios padres. Se explicó, asimismo, que la excursión se circunscribía a
un proyecto que se desarrolla desde hace más cursos dentro de la
asignatura de Religión y que en otras ocasiones no se generó esta
controversia.
Por su parte el alcalde del municipio, Jesús Álvarez
Barbao, calificó el hecho como grave, pero señaló que «el problema se
habría solucionado con más información en el centro». Se mostró
preocupado por la repercusión de esta polémica en el colegio, «porque es
una escuela que está funcionando muy bien y sin problemas», tal y como
ya destacó la presidente la Asociación Contra el Acoso Escolar, Encarna
García.
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