Blog del Profesorado de Religión Católica: ENTREVISTA A SAN AGUSTÍN

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martes, 16 de noviembre de 2010

ENTREVISTA A SAN AGUSTÍN


- Hola, buenas tardes, nuestros nombres son Paloma y Miriam. 

- Buenas tardes, yo soy San Agustín, encantado.

- ¿En dónde y cuando nació usted? 
- Nací en el año 354 en Tagaste, Argelia.

- ¿Cuál es su especialidad? ¿En dónde la estudió?
- Estudié en Madaura y Cartago especializándome en gramática y retórica.

- ¿Ha sido usted siempre un cristiano fiel?

- No exactamente, pues puse en cuestión algunos puntos del cristianismo, como el problema del mal, la libertad, la calidad de la Biblia que conocía…. aunque ciertamente nunca abandoné del todo la tradición cristiana que heredé de mi madre.

- ¿Cómo fue en general su vida personal?
- Desde muy joven viví con una mujer, con la que tuve un hijo, Adeodato, y durante varios años tuve una relación estable con ella, pero terminé separándome. De hecho en mi biografía hablo de mi juventud como una época un poco amarga y avergonzado de mi comportamiento en esa época.

- ¿Cómo llegó a volver a ser cristiano?

- Tras un encuentro en Milán que tuve con el obispo Ambrosio, el cual me invitó a asistir a las celebraciones litúrgicas como catecúmeno; y quedé admirado de su predicación y de su paternal sabiduría. Entonces con 33 años recibí el bautismo junto a mi hijo. 

- ¿Qué forma de vida tuvo a partir de su conversión?
- Cuando fui a África de regreso a Tagaste vendí todos mis bienes y el producto de la venta lo repartí entre los pobres. Luego me retiré con unos compañeros a vivir a una pequeña propiedad para hacer allí vida monacal.
Luego viajé a Hipona donde fui ordenado sacerdote y allí fundé un monasterio donde viví con algunos de mis fieles compañeros; me dedicaba al estudio, a la predicación y a escribir. En el año 396 fui nombrado obispo de Hipona, y desde ese momento me dediqué plenamente a la acción pastoral ejerciendo un gran flujo sobre la Iglesia norteafricana a lo largo de mis 34 años de servicio a la Iglesia como obispo.

- ¿Cómo fue ese periodo con respecto a la política y a la teología?- Fue un periodo de gran agitación en los dos términos, debido a que los bárbaros acosaron al Imperio romano llegando a saquear Roma en el año 410 y el cisma y la herejía amenazaron internamente la unidad de la Iglesia.

- ¿Cuáles fueron sus escritos más importantes? ¿Tuvieron alguna repercusión en la sociedad?
- En el año 398 escribí Las Confesiones, dos años más tarde comencé el Tratado sobre la Trinidad y hacia el 413 inicié La Ciudad de Dios.  
Si, la verdad es que influyeron bastante ya que con mi predicación y estos escritos combatí alguna de las herejías de mi tiempo como el donatismo y el pelagianismo.

- ¿Cómo fueron los últimos años de su vida?
- Fueron bastante difíciles porque el Imperio romano de Occidente estaba en plena decadencia y los vándalos invadieron el norte de África y persiguieron a toda la Iglesia, además cuando morí, en el año 430, los vándalos estaban a las puertas de Hipona.

- Sinceramente y sin quitarse méritos, ¿Cómo se definiría?
- (Entre risas) Pues me defino como un cristiano y pastor comprometido con mi tiempo y mi Iglesia y que aporté un poco de sabiduría al servicio de la fe cristiana. También considero que fui un buscador apasionado de la verdad y de la felicidad. En esta búsqueda encontré a Jesucristo, el único que pudo llegar hasta mi inquieto corazón.

-Bueno, pues ha sido un verdadero placer conocerle y tener un rato de conversación con usted, muchas gracias San Agustín.
- Pues igualmente, y gracias a vosotras, he estado muy a gusto con vuestra compañía.

Conclusión:
La verdad es que San Agustín es un santo que lleva al principio una vida muy parecida a la nuestra, en el sentido de que a él no le ocurren cosas extraordinarias, ni tiene una fe totalmente segura desde un primer momento, sino que al principio le pasó un poco como a los jóvenes de ahora que se le presentan dudas e incluso que llega un momento en el que deja de ser cristianos. A pesar de eso, me ha llamado mucho la atención que finalmente se convirtiera y llevase una vida diferente y dedicada a los demás. A mí me ha gustado la forma en que termina dándose por completo a los demás y que a pesar de todo, de la muerte de su hijo, de su madre…, ha sido fuerte y ha seguido hacia delante, lo que demuestra que la fe cristiana puede con todo porque teniendo a Dios nunca nos faltará nada y eso siempre es bueno que nos lo recuerden o nos lo digan porque a veces se nos olvida.




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Trabajo realizado por Miriam Gornés Rodríguez y Paloma Nieto.
Saludos.

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