Blog del Profesorado de Religión Católica: Halloween ¿Cristianismo o paganismo?¿Lo debe celebrar un cristiano?

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viernes, 22 de octubre de 2010

Halloween ¿Cristianismo o paganismo?¿Lo debe celebrar un cristiano?

Halloween, ¿Lo debe celebrar un cristiano?
             No podemos pasar por alto que las fiestas que celebramos reflejan quiénes somos e influyen en nuestros valores. Desgraciadamente muchos cristianos han olvidado el testimonio de los santos y la importancia de rezar por los muertos y se dejan llevar por costumbres paganas para festejar con brujas y fantasmas.
             "Halloween" significa (All hallow´s eve), del inglés antiguo, all hallows eve, o Víspera Santa, pues se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.
 
Raíces paganas de Halloween

                Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La Samon), fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad.

                 Creían que aquella noche el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche y haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte.

                 Aquellos desafortunados también creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras. Estas hogueras tuvieron su origen en rituales sagrados de la fiesta del sol. Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándole alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos sus miradas amenazantes.

                 ¿Como sabía aquella gente la apariencia de brujas, fantasmas y monstruos?. Al no conocer al verdadero Dios vivían aterrorizados ante las fuerzas de la naturaleza y las realidades del sufrimiento y la muerte. De alguna forma buscaban desahogar aquella situación dándole expresión en toda clase de fantasías. Todo lo feo, lo monstruoso y lo amenazante que se puede imaginar en figuras de animales y seres humanos constituye la base para darle riendas libres a la imaginación del terror.
Mezcla con el cristianismo
                  Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.
                  Algunos inmigrantes Irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folklore popular. Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde USA, Halloween se ha propagado por todo el mundo.
Algunas costumbres de Halloween

Trick or Treta
                Los niños (y no tan niños) se disfrazan (es una verdadera competencia para hacer el disfraz mas horrible y temerario) y van de casa en casa exigiendo «trick or treat» (truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan. Para algunos esto ha sido un gracioso juego de niños. Últimamente esta práctica se ha convertido en algo peligroso tanto para los residentes (que pueden ser visitados por una banda violenta), como para los que visitan (Hay residentes que reaccionan con violencia y han habido casos de golosinas envenenadas).

La Calabaza

               Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuesta. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-´Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-´Lantern la gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza por agujeros en forma del rostro de una carabela o bruja.
Fiestas de Disfraces

                Una fiesta de disfraces no es intrínsecamente algo malo. Pero si hay que tener cuidado cuando estas se abren a una cultura desenfrenada como la nuestra. Detrás de un disfraz se pueden hacer muchas cosas vergonzosas con impunidad. Con frecuencia se hace pretexto para esconderse y aprovecharse de la situación. Como hemos visto, los disfraces de Halloween tienen origen en el paganismo y por lo general aluden a miedo y a la muerte. Hoy día con frecuencia los disfraces se burlan de las cosas sagradas. Vemos, por ejemplo, disfraces de monjas embarazadas, sacerdotisas, pervertidos sexuales, etc. Nada de eso es gracioso y solo puede ofender a Dios.
               Con el reciente incremento de satanismo y lo oculto la noche de halloween se ha convertido en la ocasión para celebrar en grande toda clase ritos tenebrosos desde brujerías hasta misas negras y asesinatos. Es lamentable que, con el pretexto de la curiosidad o de ser solo por pasar el tiempo, no son pocos los cristianos que juegan con las artes del maligno.
 Jesucristo es la victoria sobre el mal
              La cultura moderna, jactándose de ser pragmática y científica, ha rechazado a Dios por considerarlo un mito ya superado. Al mismo tiempo, para llenar el vacío del alma, el hombre de hoy retrocede cada vez mas al absurdo de la superstición y del paganismo. Ha cambiado a Dios por el mismo demonio. No es de extrañar entonces que vivamos en una cultura de la muerte en la que millones de niños son abortados cada año y muchos mas mueren de hambre y abandono.
                Es más fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura y regresar al miedo, a la muerte y a un "mas allá" sin Dios porque, sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas que no puede dominar. Busca de alguna manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.
                Como católicos, profesamos que solo Jesucristo nos libera de la muerte. Solo Él es la luz que brilla en la oscuridad de los largos inviernos espirituales del hombre. Solo Él nos protege de la monstruosidad de Satanás y los demonios. Solo Él le da sentido al sufrimiento con su Cruz. Solo Él es vencedor sobre el horror y la muerte. Solo Dios basta para quién ha recibido la gracia y vive como discípulo de Cristo. Ante Cristo la cultura de la muerte cede el paso al amor y la vida.


              Los cristianos debemos no solo desenmascarar el mal sino ser además luz en las tinieblas. Debemos abogar por el retorno a la verdadera celebración de la Fiesta de Todos los Santos y la riqueza del festejo del Día de muertos . Se pueden hacer muchas celebraciones en torno al recuerdo de los santos.
              Los niños se pueden disfrazar de un santo favorito y aprenderse su vida, especialmente sus virtudes, con el fin de imitarlas. Los mayores pueden leer acerca de los santos, tener una fiesta en honor a un santo favorito de la comunidad o de la familia.
              En algunas comunidades que aun se mantienen cristianas se puede renovar la costumbre de pueblos españoles de ir de puerta en puerta cantando, tocando instrumentos musicales y pidiendo dinero para las «ánimas del Purgatorio».
              Aquellos que hagan el esfuerzo por vivir su fe lograrán en la Fiesta de Todos los Santos recordar que todos somos llamados a la santidad. Podrán conocer la vidas maravillosas de los santos que les ayudarán a vivir el Evangelio. Encontrarán además grandes amigos que intercederán desde el cielo por su salvación.



Fiesta de Todos los Santos
Celebramos a las personas que han llegado al cielo, conocidas y desconocidas. 1 de noviembre
Fiesta de Todos los Santos
Fiesta de Todos los Santos
               Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana.
Comunión de los santos
             La comunión de los santos, significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración. Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre. Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.

              Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.
              Aunque todos los días deberíamos pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es el 1ro. de noviembre.
              Este día es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios. Que debemos luchar todos para conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo; el pesimismo; la rutina y las omisiones.
Se puede aprovechar esta celebración para hacer un plan para alcanzar la santidad y poner los medios para lograrlo:
¿Como alcanzar la santidad?
- Detectando el defecto dominante y planteando metas para combatirlo a corto y largo plazo.
- Orando humildemente, reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
-Acercándonos a los sacramentos.

Un poco de historia
             La primera noticia que se tiene del culto a los mártires es una carta que la comunidad de Esmirna escribió a la Iglesia de Filomelio, comunicándole la muerte de su santo obispo Policarpo, en el año156. Esta carta habla sobre Policarpo y de los mártires en general. Del contenido de este documento, se puede deducir que la comunidad cristiana veneraba a sus mártires, que celebraban su memoria el día del martirio con una celebración de la Eucaristía. Se reunían en el lugar donde estaban sus tumbas, haciendo patente la relación que existe entre el sacrificio de Cristo y el de los mártires.

              La veneración a los santos llevó a los cristianos a erigir sobre las tumbas de los mártires, grandes basílicas como la de San Pedro en la colina del Vaticano, la de San Pablo, la de San Lorenzo, la de San Sebastián, todos ellos en Roma.
              Las historias de los mártires se escribieron en unos libros llamados Martirologios que sirvieron de base para redactar el Martirologio Romano, en el que se concentró toda la información de los santos oficialmente canonizados por la Iglesia.

              Cuando cesaron las persecuciones, se unió a la memoria de los mártires el culto de otros cristianos que habían dado testimonio de Cristo con un amor admirable sin llegar al martirio, es decir, los santos confesores. En el año 258, San Cipriano, habla del asunto, narrando la historia de los santos que no habían alcanzado el martirio corporal, pero sí confesaron su fe ante los perseguidores y cumplieron condenas de cárcel por Cristo.
              Más adelante, aumentaron el santoral con los mártires de corazón. Estas personas llevaban una vida virtuosa que daba testimonio de su amor a Cristo. Entre estos, están san Antonio (356) en Egipto y san Hilarión (371) en Palestina. Tiempo después, se incluyó en la santidad a las mujeres consagradas a Cristo.
              Antes del siglo X, el obispo local era quien determinaba la autenticidad del santo y su culto público. Luego se hizo necesaria la intervención de los Sumos Pontífices, quienes fueron estableciendo una serie de reglas precisas para poder llevar a cabo un proceso de canonización, con el propósito de evitar errores y exageraciones.

El Concilio Vaticano II reestructuró el calendario del santoral:
               Se disminuyeron las fiestas de devoción pues se sometieron a revisión crítica las noticias hagiográficas (se eliminaron algunos santos no porque no fueran santos sino por la carencia de datos históricos seguros); se seleccionaron los santos de mayor importancia (no por su grado de santidad, sino por el modelo de santidad que representan: sacerdotes, casados, obispos, profesionistas, etc.); se recuperó la fecha adecuada de las fiestas (esta es el día de su nacimiento al Cielo, es decir, al morir); se dio al calendario un carácter más universal (santos de todos los continentes y no sólo de algunos).
 Categorías de culto católico
Los católicos distinguimos tres categorías de culto:
- Latría o Adoración: Latría viene del griego latreia, que quiere decir servicio a un amo, al señor soberano. El culto de adoración es el culto interno y externo que se rinde sólo a Dios.
- Dulía o Veneración: Dulía viene del griego doulos que quiere decir servidor, servidumbre. La veneración se tributa a los siervos de Dios, los ángeles y los bienaventurados, por razón de la gracia eminente que han recibido de Dios. Este es el culto que se tributa a los santos. Nos encomendamos a ellos porque creemos en la comunión y en la intercesión de los santos, pero jamás los adoramos como a Dios. Tratamos sus imágenes con respeto, al igual que lo haríamos con la fotografía de un ser querido. No veneramos a la imagen, sino a lo que representa.
- Hiperdulía o Veneración especial: Este culto lo reservamos para la Virgen María por ser superior respecto a los santos. Con esto, reconocemos su dignidad como Madre de Dios e intercesora nuestra. Manifestamos esta veneración con la oración e imitando sus virtudes, pero no con la adoración.
Fieles difuntos
2 de noviembre, conoce el significado de las costumbres y tradiciones relacionadas con esta fiesta.

Fieles difuntos
Fieles difuntos

Un poco de historia
             La tradición de rezar por los muertos se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, en donde ya se honraba su recuerdo y se ofrecían oraciones y sacrificios por ellos.
             Cuando una persona muere, ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer nuestras obras para que el difunto alcance la salvación.

              Con las buenas obras y la oración se puede ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón y la purificación de sus pecados para poder participar de la gloria de Dios.
             A estas oraciones se les llama sufragios. El mejor sufragio es ofrecer la Santa Misa por los difuntos.
            Debido a las numerosas actividades de la vida diaria, las personas muchas veces no tienen tiempo ni de atender a los que viven con ellos, y es muy fácil que se olviden de lo provechoso que puede ser la oración por los fieles difuntos. Debido a esto, la Iglesia ha querido instituir un día, el 2 de noviembre, que se dedique especialmente a la oración por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
              La Iglesia recomienda la oración en favor de los difuntos y también las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia para ayudarlos a hacer más corto el periodo de purificación y puedan llegar a ver a Dios. "No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos".
              Nuestra oración por los muertos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión a nuestro favor. Los que ya están en el cielo interceden por los que están en la tierra para que tengan la gracia de ser fieles a Dios y alcanzar la vida eterna.
               Para aumentar las ventajas de esta fiesta litúrgica, la Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo por las intenciones del Papa entre el 1 y el 8 de noviembre, “podemos ayudarles obteniendo para ellos indulgencias, de manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados”. (CEC 1479)

Costumbres y tradiciones.


El altar de muertos

               Es una costumbre mexicana relacionada con el ciclo agrícola tradicional. Los indígenas hacían una gran fiesta en la primera luna llena del mes de noviembre, para celebrar la terminación de la cosecha del maíz. Ellos creían que ese día los difuntos tenían autorización para regresar a la tierra, a celebrar y compartir con sus parientes vivos, los frutos de la madre tierra.
               Para los aztecas la muerte no era el final de la vida, sino simplemente una transformación. Creían que las personas muertas se convertirían en colibríes, para volar acompañando al Sol, cuando los dioses decidieran que habían alcanzado cierto grado de perfección.
              Mientras esto sucedía, los dioses se llevaban a los muertos a un lugar al que llamaban Mictlán, que significa “lugar de la muerte” o “residencia de los muertos” para purificarse y seguir su camino.
              Los aztecas no enterraban a los muertos sino que los incineraban.
La viuda, la hermana o la madre, preparaba tortillas, frijoles y bebidas. Un sacerdote debía comprobar que no faltara nada y al fin prendían fuego y mientras las llamas ardían, los familiares sentados aguardaban el fin, llorando y entonando tristes canciones. Las cenizas eran puestas en una urna junto con un jade que simbolizaba su corazón.

                Cada año, en la primera noche de luna llena en noviembre, los familiares visitaban la urna donde estaban las cenizas del difunto y ponían alrededor el tipo de comida que le gustaba en vida para atraerlo, pues ese día tenían permiso los difuntos para visitar a sus parientes que habían quedado en la tierra.

                El difunto ese día se convertía en el "huésped ilustre" a quien había de festejarse y agasajarse de la forma más atenta. Ponían también flores de Cempazúchitl, que son de color anaranjado brillante, y las deshojaban formando con los pétalos un camino hasta el templo para guiar al difunto en su camino de regreso a Mictlán.

                Los misioneros españoles al llegar a México aprovecharon esta costumbre, para comenzar la tarea de la evangelización a través de la oración por los difuntos.

                 La costumbre azteca la dejaron prácticamente intacta, pero le dieron un sentido cristiano: El día 2 de noviembre, se dedica a la oración por las almas de los difuntos. Se visita el cementerio y junto a la tumba se pone un altar en memoria del difunto, sobre el cual se ponen objetos que le pertenecían, con el objetivo de recordar al difunto con todas sus virtudes y defectos y hacer mejor la oración.

                 El altar se adorna con papel de colores picado con motivos alusivos a la muerte, con el sentido religioso de ver la muerte sin tristeza, pues es sólo el paso a una nueva vida.
                 Cada uno de los familiares lleva una ofrenda al difunto que se pone también sobre el altar. Estas ofrendas consisten en alimentos o cosas que le gustaban al difunto: dulce de calabaza, dulces de leche, pan, flores. Estas ofrendas simbolizan las oraciones y sacrificios que los parientes ofrecerán por la salvación del difunto.

                 Los aztecas fabricaban calaveras de barro o piedra y las ponían cerca del altar de muertos para tranquilizar al dios de la muerte. Los misioneros, en vez de prohibirles esta costumbre pagana, les enseñaron a fabricar calaveras de azúcar como símbolo de la dulzura de la muerte para el que ha sido fiel a Dios.

                 El camino de flores de cempazúchitl, ahora se dirige hacia una imagen de la Virgen María o de Jesucristo, con la finalidad de señalar al difunto el único camino para llegar al cielo.

                  El agua que se pone sobre el altar simboliza las oraciones que pueden calmar la sed de las ánimas del purgatorio y representa la fuente de la vida; la sal simboliza la resurrección de los cuerpos por ser un elemento que se utiliza para la conservación; el incienso tiene la función de alejar al demonio; las veladoras representan la fe, la esperanza y el amor eterno; el fuego simboliza la purificación.

                  Los primeros misioneros pedían a los indígenas que escribieran oraciones por los muertos en los que señalaran con claridad el tipo de gracias que ellos pedían para el muerto de acuerdo a los defectos o virtudes que hubiera demostrado a lo largo de su vida.
                   Estas oraciones se recitaban frente al altar y después se ponían encima de él. Con el tiempo esta costumbre fue cambiando y ahora se escriben versos llamados “calaveras” en los que, con ironía, picardía y gracia, hablan de la muerte.
La Ofrenda de Muertos contiene símbolos que representan los tres “estadios” de la Iglesia:

1) La Iglesia Purgante,
conformada por todas las almas que se encuentran en el purgatorio, es decir aquéllas personas que no murieron en pecado mortal, pero que están purgando penas por las faltas cometidas hasta que puedan llegar al cielo. Se representa con las fotos de los difuntos, a los que se acostumbra colocar las diferentes bebidas y comidas que disfrutaban en vida.

2) La Iglesia Triunfante, que son todas las almas que ya gozan de la presencia de Dios en el Cielo, representada por estampas y figuras de santos.
 
3) La Iglesia Militante, que somos todos los que aún estamos en la tierra, y somos los que ponemos la ofrenda.
               En algunos lugares de México, la celebración de los fieles difuntos consta de tres días: el primer día para los niños y las niñas; el segundo para los adultos; y el tercero lo dedican a quitar el altar y comer todo lo que hay en éste. A los adultos y a los niños se les pone diferente tipo de comida.

Cuida tu fe

              Halloween o la noche de brujas: Halloween significa “Víspera santa” y se celebra el 31 de Octubre. Esta costumbre proviene de los celtas que vivieron en Francia, España y las Islas Británicas.
               Ellos prendían hogueras la primera luna llena de Noviembre para ahuyentar a los espíritus e incluso algunos se disfrazaban de fantasmas o duendes para espantarlos haciéndoles creer que ellos también eran espíritus.
               Podría distraernos de la oración del día de todos los santos y de los difuntos. Se ha convertido en una fiesta muy atractiva con disfraces, dulces, trucos, diversiones que nos llaman mucho la atención.
                Puede llegar a pasar que se nos olvide lo realmente importante, es decir, el sentido espiritual de estos días.
                 Si quieres participar en el Halloween y pedir dulces, disfrazarte y divertirte, Cuídate de no caer en las prácticas anticristianas que esta tradición promueve y no se te olvide antes rezar por los muertos y a los santos.
                 Debemos vivir el verdadero sentido de la fiesta y no sólo quedarnos en la parte exterior. Aprovechar el festejo para crecer en nuestra vida espiritual.
 
Algo que no debes olvidar
                 La Iglesia ha querido instituir un día que se dedique especialmente a orar por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
                  Los vivos podemos ofrecer obras de penitencia, oraciones, limosnas e indulgencias para que los difuntos alcancen la salvación.
                   La Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo entre el 1 y el 8 de noviembre, podemos abreviar el estado de purificación en el purgatorio.

























Para saber más
1.- Origen del Halloween y nuestra actitud desde la fe.
Halloween (de All hallow's eve), literalmente la Víspera de Todos los Santos. Las raíces de la fiesta actual se remontan al VII o VI siglo antes de Cristo, cuando los Celtas, justamente el 31 de octubre, celebraban el Shamain, cambio de año. Shamhain era el dios de la muerte, y es en estas festividades donde encontramos el ORIGEN de la celebración actual de Halloween.
             Los Celtas, que habitaron en las islas Británicas, Escandinavia y el oeste de Europa. Formaban un grupo común, pero eran controlados por una sociedad secreta de sacerdotes paganos, llamada los "Druidas". Ellos celebraban el año nuevo el 1o. de Noviembre y se celebraba una fiesta la noche anterior en honor al dios de la muerte (31 de octubre), esta fecha marcaba el inicio del frío, oscuridad, decaimiento, es decir, el invierno, estaba asociada con la muerte del ser humano. Creían que el dios ¨Shamhain¨ permitía a las almas de los muertos regresar a sus casas terrestres aquella noche, esto es, que ¨Shamhain¨ tenía autoridad sobre el mundo de los muertos y durante la noche del 31 de octubre las almas regresaban del mas allá a visitar a sus familiares.  Los católicos no creemos eso, sino lo que la  Biblia  nos dice: ¨Y puesto que los hombres mueren  una sola vez, y después viene para ellos el juicio,..¨  Hebreos 9,27
Mas adelante, Los Celtas, comenzaron a disfrazarse de formas horribles y en grupo iban todas las noches a pasear con los espíritus, pues creían que disfrazados se identificaban mejor con ellos. Al conocer las costumbres y finalidad de los disfraces utilizados durante la fiesta de Shamhain, debemos observar a las miles de personas que hoy en día se disfrazan para divertirse en una noche de brujas o  Halloween.
            Los celtas creían que cuando los espíritus venían aquella noche a sus  casas, si no hacían trato con ellos, entonces los espíritus les harían alguna maldad o travesura. Le recuerda esto la frase de : (Trick or Treat). La antigua creencia mezclada con supersticiones llegó hasta Estados Unidos y empezó a formar parte del folklore autónomo. 
La calabaza, añadida después, tiene su origen en los países escandinavos y luego regresó a Europa y al resto de América gracias a la colonización cultural de sus medios de comunicación y películas. BIBLIOGRAFIA:  Enciclopedia Británica "Los Celtas"; Historia de las Civilizaciones Perdidas. "Tomo Los Celtas"; Colección de libros de TIME- LIFE: Tomo núm. 8 CELTAS; Diccionario Enciclopédico Grijalbo.
En este sentido, los obispos de dos diócesis mexicanas vecinas a Estados Unidos, Sonora y Sinaloa, han llamado la atención sobre la influencia que de esa "fiesta" que incita al consumismo y a imitar una tradición que hoy es más pagana que cristiana. Como cristianos que somos los catolicos no celebramos eso del Halloween, sino el día de todos los santos y de los fieles difuntos.
  2.- Culto al terror y caldo de cultivo para el ocultismo.
            Películas como el exorcista, halloween, chacky,... y muchas otras de actualidad donde abunda el horror, la violencia y la sangre unidas al terror parecen ser el deleite de una sociedad donde muchos promueven conciente o inconscientemente el culto al terror y a lo oculto. Casas adornadas con  figuras grotescas y tenebrosas y al mismo tiempo caricaturescas, pero siempre dentro de un ambiente oscuro y fantasmal, propias de Halloween.
            Hoy las estadísticas mundiales nos dicen que grupos satánicos hacen sacrificios en honor al maligno la noche del 31 de octubre. Es un hecho comprobado que la noche del 31 de Octubre en muchos países se realizan misas negras, cultos espiritistas y otras reuniones relacionadas con el mal. Cultos satánicos reales que unidos a otros grupos verdaderamente creen en el mal y celebran estos días sus ritos a Satanás. La Palabra de Dios nos señala una actitud básica sobre todo aquello que nos rodea:
 "Y sabrán que Yo soy Dios; porque no han andado en mis mandatos, ni han obedecido mis decretos, sino que han hecho según las costumbres de las naciones que los rodean" 
Ezequiel 11,12
3.- La Conciencia viene del conocimiento sobre algo. ¿Usted decide?
            En una ocasión una muchacha vio en un menú de un restaurante unas letras chinas que le gustaron por su forma y las grabó en su camiseta. Durante mucho tiempo estuvo luciéndolas sin saber lo que decían. Hasta que un día un amigo suyo que hablaba chino le dijo lo que decía en su letrero: "Barata pero buena"
            La muchacha se había estado ofreciendo al mejor postor sin saberlo. Esas cosas nos suceden cuando hacemos algo que no sabemos lo que significa, algo así nos está sucediendo con Halloween. En estos días ya se ve, y cada año con más fuerza, la fiesta de Halloween. Los comercios lucen adornos de color naranja y negros, por doquier se pueden ver dibujos de brujas, demonios, fantasmas, gatos negros, monstruos, etc. Se preparan fiestas de disfraces, las personas compran dulces para repartir ese día, los niños preparan sus disfraces, en fin, toda la ciudad se prepara para celebrar la importante fecha.
Pero…, Ahora que ya sabe el origen de esta "fiesta" hay que pensar : ¿qué estamos realmente celebrando?. ¿No será nuestra responsabilidad como padres cristianos el ofrecerles una mejor opción? ¿No tendrán alguna responsabilidad los negocios, comercios y medios de comunicación en favorecer esas actitudes? En estos días que vienen pronto festejará usted el Halloween o la verdadera celebración cristiana de todos los Santos y de los fieles difuntos el 1 y 2 de Noviembre. 



4.- Halloween Vs Celebración de todos los santos y de los fieles difuntos.
Profundizando sobre ese aspecto, el factor mas importantes es el preguntarnos: ¿Qué celebramos los católicos el 30 y 31 de octubre? La respuesta es NADA. En realidad en esos días no celebramos nada desde nuestra fe, lo que los católicos celebramos son el día 1 y 2 de noviembre: La celebración de Todos los Santos y la de los fieles difuntos. Esta es la cuestión fundamental. Muchísimas personas que dicen ser católicas piensan y festejan con sus hijos el halloween y se les olvida que lo mas importante cercano a esa fecha es que celebramos y creemos en la Comunión de los Santos.
946..."¿Qué es la Iglesia, sino la asamblea de todos los santos?" (Nicetas, symb. 10). La comunión de los santos es precisamente la Iglesia.
947    "Como todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros ... Es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante es Cristo, ya que El es la cabeza ... Así, el bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia" (Santo Tomás, symb.10). "Como esta Iglesia está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común" (Catech. R. 1, 10, 24).
948    La expresión "comunión de los santos" tiene entonces dos significados estrechamente relacionados: "comunión en las cosas santas ['sancta']" y "comunión entre las personas santas ['sancti']".
Catecismo universal de la Iglesia

La sociedad americana experta en mercadotecnia ha logrado desvirtuar lo que es la fe cristiana hacia una mentalidad consumista, ajena y a veces hasta contraria a lo que creemos: En navidad ponen a Santa Claus; en Pascua la coneja y en la celebración de todos los santos el halloween.
Así pues, ni en su origen, ni en su desarrollo, ni en su celebración actual, el halloween se relaciona con nuestra fe.
Es tiempo de decidirnos y ser coherentes con lo que creemos como auténticos cristianos. Valoremos nuestra fe católica y feliz día de todos los santos.

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