Blog del Profesorado de Religión Católica: JMJ Madrid 2011

Novedades en Religión y Escuela

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miércoles, 24 de agosto de 2011

Efectos de la JMJ Madrid 2011

Monseñor Rouco destaca la actitud "cristiana" de los jóvenes incluso cuando "se han metido con ellos"
RELIGIÓN. El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio Maria Rouco Varela, ha destacado la actitud de los jóvenes durante toda JMJ, incluso cuando "se han metido con ellos", algo que, según ha indicado, no había pasado en ninguna JMJ anterior.

"Hay mucho dogma y obispo laico"

La JMJ pone el balón en el tejado de “los modernos”. Urge discernir

Otra cosa es hablar de la calidad cristiana de ese catolicismo

Cuatro días en Madrid que ahogan ocho años de laicismo militante de Zapatero 

lunes, 22 de agosto de 2011

Videos y testimonios sobre la JMJ Madrid 2011




"Que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor"(Benedicto XVI)

Distintas valoraciones de la JMJ

Rajoy en COPE: "hay gente que da muestra de una intolerancia y un fanatismo verdaderamente incomprensible"

RELIGIÓN. En el mundo hay mucha gente buena que merece ser respetada y trabajar por ellas"
Para el líder de la oposición, la JMJ ha sido "un éxito rotundo, sin paliativos y el Cardenal Arzobispo de Madrid debe estar orgulloso", pero sobretodo, ha querido destacar "lo que transmitían las caras de la gente" con la que se ha encontrado como "la alegría, el gusto por estar ahí, el buen ambiente, realmente algo enormemente reconfortante en los tiempos que vivimos". "Gente alegre, feliz, muchos voluntarios, gente que venía desde muy lejos", ha proseguido el presidente del PP.
"Toda la gente que había en Madrid subía la moral (...) y su cara era muy reconfortante. En el mundo hay mucha gente buena que merece la pena y merece ser respetada y trabajar por ellas", ha asegurado Mariano Rajoy.

Rajoy, que según ha afirmado tuvo "la fortuna de conocer a Benedicto XVI en 2006, poco después de ser elegido, en una audiencia privada en el Vaticano, y posteriormente en la jornada de la Familia en Valencia y en Santiago de Compostela", ha destacado que "es un hombre enormemente inteligente y enormemente informado (...), un hombre afable y bueno". "Para mi es un orgullo estar en una audiencia en la que estoy representando a mucha gente. Rajoy ha resaltado que "los incidentes han sido irrelevantes". "Ha habido dos millones de personas a favor del Papa y de las ideas que defiende", y luego, ha continuado, "hay gente que da muestras de una intolerancia y fanatismo verdaderamente incomprensible". "Pero han sido muy poquitos y una anécdota que en absoluto empaña lo que ha sido esto", ha afirmado.
Fuente: http://www.cope.es/religion/21-08-11--rajoy-en-cope---hay-gente-que-da-muestra-de-una-intolerancia-y-un-fanatismo-verdaderamente-incomprensible-255840-1


Mayor Oreja en COPE: "Vivimos una realidad presidida por una verdad a sartenazos"

RELIGIÓN. El eurodiputado del PP, Jaime Mayor Oreja, ha resaltado en una entrevista en 'La Palestra' el mérito que tienen los jóvenes que han dado un ejemplo de su fe durante toda la semana. 

El político del PP Jaime Mayor Oreja, ha resaltado "la fuerza interior brutal" que tienen los jóvenes"para reivindicar sus valores y sus convinciones".
En una entrevista a "La Palestra del fin de semana" de COPE, Jaime Mayor Oreja, ha destacado la crisis no solo es “económica y financiera, sino también de valores” que está sufriendo la sociedad española. Ante esta situación, ha afirmado, habrá que adaptar la forma de vida y  esto puede hacer gracias a la palabra del Papa con ayuda de la “búsqueda de la verdad”.



Además, ha señalado que "los valores, la fe, los principios y las convicciones tienen que estar más presente que nunca en nuestro nuevo modo de vivir".

En esta entrevista se han tocado distintos temas, pero todos ellos relacionados con la Jornada Mundial de la Juventud, evento que tras cuatro días de “festejos”, ha finalizado este domingo.

En cuanto a los disturbios que se oponían a la JMJ, Mayor Oreja también ha mostrado su opinión, sin darle demasiada importancia: “lo importante es que nos quedemos con los chicos y las chicas jóvenes, que nos han dado una lección”.



Para finalizar, el popular ha asegurado que se encuentra más “esperanzado” que hace tres días,ya que se han sabido defender ciertos valores dando lugar a un avance.
Fuente: http://www.cope.es/religion/21-08-11--mayor-oreja-en-cope---vivimos-una-realidad-presidida-por-una-verdad-a-sartenazos-255853-1 

Benedicto XVI anuncia que la próxima JMJ será en Brasil en 2013

RELIGIÓN. El Pontífice ha tenido unas palabras de recuerdo a las víctimas del accidente de Spanair en la conmemoración del tercer aniversario del suceso.
El Papa en su discurso del Ángelus y clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, ha invitado a todos los asistentes al próximo encuentro que se realizará en el año 2013 en Río de Janeiro y ha pedido para que jóvenes del mundo puedan asistir a la ciudad brasileña "pidamos al Señor ya desde este instante que asista con su fuerza a cuantos han de ponerla en marcha y allane el camino a los jóvenes de todo el mundo para que puedan reunirse nuevamente con el Papa en esa bella ciudad brasileña". Los jóvenes españoles han entregado a los brasileños la cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
La Jornada Mundial de la Juventud ha supuesto un encuentro entre jóvenes cristianos de todo el mundo, y Benedicto XVI ha afirmado que está muy satisfecho con la gran cantidad de asistentes que han viajedo a Madrid y espera que sean "fermento de nuevos cristianos" y que hagan "que la Iglesia despunte con pujanza en el corazón de muchos". Además, Su Santidad ha tenido también palabras para los más desfavorecidos y les ha transmitido su afecto.

"No puedo dejar de confesaros que estoy realmente impresionado por el número tan significativo de Obispos y sacerdotes presentes en esta Jornada" ha proseguido el Pontífice, y les ha animado que sigan "cultivando la pastoral juvenil con entusiasmo y dedicación".

Los agradecimientos han continuado al Ejército del Aire por "haber cedido con tanta generosidad la Base Aérea de Cuatro Vientos, precisamente en el centenario de la creación de la aviación militar española" para poder celebrar los actos finales de la Jornada Mundial de la Juventud. Benedicto XVI también ha tenido palabras de recuerdo a las víctimas y familiares del accidente de Spanair que ayer cumplió tres años y por los que "cuyas almas encomendamos a la misericordia de Dios".

Benedicto XVI ha concluido su discurso saludando y rezando por los jóvenes en español, inglés, francés, alemán, italiano, portugués y polaco.
Fuente: http://www.cope.es/religion/21-08-11--benedicto-xvi-recuerda-a-las-victimas-del-accidente-de-spanair-255827-1 

El Papa pidió a España que no renuncie a “su alma religiosa y católica”

21/08/11 Jornada Mundial de la Juventud Fue en la última jornada de su visita a Madrid, donde reunió a 1,5 millón de jóvenes.
En la misa final de ayer por la mañana ante un millón y medio de jóvenes entusiastas que pernoctaron desde el sábado bajo una fuerte tormenta veraniega, el Papa alertó a los peregrinos que “sin Iglesia no hay Cristo”. Esta frase sintetiza el sermón central de la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud, que concluyó con el anuncio de que Río de Janeiro será en 2013 la sede del próximo encuentro mundial de jóvenes católicos.
Tras despedirse por la tarde de los Reyes de España, el Papa embarcó de regreso en un avión a Roma, donde llegó por la noche y se trasladó a la residencia estival pontificia de Castelgandolfo, a 27 kilómetros de la capital italiana. Su visita duró unas 100 horas, repartidas en cuatro jornadas.
Antes de subir al avión, pidió a España, cuyo gobierno socialista se ha enfrentado en los últimos años con la Iglesia, que progrese sin “renunciar a su alma profundamente religiosa y católica” . Pues, dijo, “es una gran nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar” sin alejarse de la religión.
En la homilía soldó estrechamente la fe en Jesús y la fidelidad a la Iglesia: “No se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia ”, afirmó. “Seguir a Jesús en la fe es caminar con él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta o de vivir según la mentalidad individualista que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrarle o de acabar siguiendo una imagen falsa de él”, agregó.
El Papa recorrió a su arribo al aeródromo de Cuatro Vientos, ubicado a 8 kilómetros del centro de Madrid, y finalmente hizo lo que no había podido realizar el sábado por la fuerte tormenta de viento y lluvia que sorprendió a la multitud: recorrer las calles internas del inmenso espacio, equivalente a 48 canchas de fútbol, para que los jóvenes lo vieran de cerca y lo saludaran.
La muchedumbre reunida del sábado al domingo representa la mayor concentración católica en la historia de Españ a y la principal multitud que reúne para aclamar a Benedicto XVI en sus más de seis años de pontificado.
El vendaval del sábado por la noche que obligó a suspender el discurso del Papa, que ya había comenzado durante la Liturgia de la palabra, causó algunos estragos.
La voladura de las lonas blancas de dos capillas, caídas de postes telefónicos y otros inconvenientes causaron 7 heridos leves. Por seguridad la policía obligó a clausurar las restantes 28 capillas dedicadas a la oración y a la adoración del Santísimo. Durante la jornada del sábado el calor abrumador que entre la gente llegaba a 45 grados, más la tormenta de la noche, obligó a los servicios médicos a tratar a más de mil peregrinos e internar a más de 30.
Un problema que causó preocupación y disgusto es que se perdieron casi un millón de formas sacras, mojadas irreparablemente por la lluvia. Ante la falta de hostias, las autoridades eclesiásticas ordenaron que se repartieran las que se habían salvado y hacer una “comunión espiritual” con los fieles que no podrían recibirla.
Cuando el Papa debió interrumpir su discurso en la noche del sábado había hablado al millón y medio de congregados del matrimonio “entre un hombre y la mujer” abierto “al don divino de la vocación”. Era una crítica indirecta a la ley de matrimonio homosexual promovida por el gobierno socialista español, que está vigente en España.
Ayer, en su homilía, el Papa prosiguió dando cátedra a los jóvenes. Aseguró que “no se puede separar a Cristo de la Iglesia. La Iglesia no vive de sí misma sino del Señor. El está presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza”.
Para que “crezca” la amistad de los jóvenes con Cristo es “fundamental” que participen de la vida de la Iglesia, “de las parroquias, comunidades y movimientos”. También “deben participar cada domingo de la Eucaristía, recibir con frecuencia el sacramento del perdón, el cultivo de la oración y la meditación de la Palabra de Dios”, remarcó.
Benedicto XVI estimuló a los jóvenes a tener un espíritu evangelizador de misioneros, “dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes”. Ya manifestó que “no se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás”.
Además, recordó a los jóvenes que la Iglesia “no es una simple institución humana, sino que está estrechamente unida a Dios”, y los instó a “no dejarse seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios”.
Fuente: http://www.clarin.com/mundo/Papa-Espana-renuncie-religiosa-catolica_0_540545962.html





 


domingo, 21 de agosto de 2011

Despedida de la JMJ, despedida del Papa en Barajas, encuentro con voluntarios.


Querido amigo:
El Papa ha manifestado ante los jóvenes que han asistido a la misa de clausura de la JMJ: "El mundo necesita el testimonio de vuestra fe". El Papa ha desgranado las maneras en que los jóvenes pueden acercarse más a Jesús, y como cualquier buena noticia ha pedido: "Comunicad a los demás la alegríade vuestra fe".
El Santo Padre ha finalizado la ceremonia con el rezo del Angelus, tras el cual ha anunciado la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, quese celebrará en Brasil en 2013.
Se puede descargar la nota de prensa aquí, y estamos a vuestra disposición para cualquier aclaración o ampliación de la información.
Atentamente,
Marieta

Marieta Jaureguizar
Directora de Oficina de Prensa JMJ
Departamento Comunicación Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011
Ribera del Sena 21 (Edificio Apot) 4ª
28042 Madrid (España)
madrid11.com
MADRID - 21.08.2011 - 17:30
IFEMA
Encuentro con los Voluntarios

Texto original
Queridos voluntarios
Al concluir los actos de esta inolvidable Jornada Mundial de la Juventud, he querido detenerme aquí, antes de regresar a Roma, para daros las gracias muy vivamente por vuestro inestimable servicio. Es un deber de justicia y una necesidad del corazón. Deber de justicia, porque, gracias a vuestra colaboración, los jóvenes peregrinos han podido encontrar una amable acogida y una ayuda en todas sus necesidades. Con vuestro servicio habéis dado a la Jornada Mundial el rostro de la amabilidad, la simpatía y la entrega a los demás.
Mi gratitud es también una necesidad del corazón, porque no solo habéis estado atentos a los peregrinos, sino también al Papa. En todos los actos en los que he participado, allí estabais vosotros: unos visiblemente y otros en un segundo plano, haciendo posible el orden requerido para que todo fuera bien. No puedo tampoco olvidar el esfuerzo de la preparación de estos días. Cuántos sacrificios, cuánto cariño. Todos, cada uno como sabía y podía, puntada a puntada, habéis ido tejiendo con vuestro trabajo y oración el maravillo cuadro multicolor de esta Jornada. Muchas gracias por vuestra dedicación. Os agradezco este gesto entrañable de amor.
Muchos de vosotros habéis debido renunciar a participar de un modo directo en los actos, al tener que ocuparos de otras tareas de la organización. Sin embargo, esa renuncia ha sido un modo hermoso y evangélico de participar en la Jornada: el de la entrega a los demás de la que habla Jesús. En cierto sentido, habéis hecho realidad las palabras del Señor: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35). Tengo la certeza de que esta experiencia como voluntarios os ha enriquecido a todos en vuestra vida cristiana, que es fundamentalmente un servicio de amor. El Señor trasformará vuestro cansancio acumulado, las preocupaciones y el agobio de muchos momentos en frutos de virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría en el darse a los demás, disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios. Amar es servir y el servicio acrecienta el amor. Pienso que es este uno de los frutos más bellos de vuestra contribución a la Jornada Mundial de la Juventud. Pero esta cosecha no la recogéis solo vosotros, sino la Iglesia entera que, como misterio de comunión, se enriquece con la aportación de cada uno de sus miembros.
Al volver ahora a vuestra vida ordinaria, os animo a que guardéis en vuestro corazón esta gozosa  experiencia y a que crezcáis cada día más en la entrega de vosotros mismos a Dios y a los hombres. Es posible que en muchos de vosotros se haya despertado tímida o poderosamente una pregunta muy sencilla: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Cuál es su designio sobre mi vida? ¿Me llama Cristo a seguirlo más de cerca? ¿No podría yo gastar mi vida entera en la misión de anunciar al mundo la grandeza de su amor a través del sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio? Si ha surgido esa inquietud, dejaos llevar por el Señor y ofreceos como voluntarios al servicio de Aquel que «no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10,45). Vuestra vida alcanzará una plenitud insospechada. Quizás alguno esté pensando: el Papa ha venido a darnos las gracias y se va pidiendo. Sí, así es. Ésta es la misión del Papa, Sucesor de Pedro.
Y no olvidéis que Pedro, en su primera carta, recuerda a los cristianos el precio con que han sido rescatados: el de la sangre de Cristo (cf. 1P 1, 18-19). Quien valora su vida desde esta perspectiva sabe que al amor de Cristo solo se puede responder con amor, y eso es lo que os pide el Papa en esta despedida: que respondáis con amor a quien por amor se ha entregado por vosotros. Gracias de nuevo y que Dios vaya siempre con vosotros.
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ENCUENTRO CON VOLUNTARIOS. DESPEDIDA
21 de agosto de 2011
Santo Padre, querido Santo Padre:
“Los voluntarios” de la JMJ-2011-Madrid han constituido un factor clave en la preparación y en el desarrollo
de esta gran celebración eclesial que Su Santidad quiso confiar a la Archidiócesis de Madrid y a la Iglesia en España. El significado habitual y convencional de esta palabra, “voluntarios”, usada y aplicada en los más variados contextos de la vida de las sociedades de nuestro tiempo, es manifiestamente
insuficiente para poder comprender y expresar el esfuerzo, el sacrificio, el desprendimiento y el estilo impreso por los Voluntarios de la JMJ.2011 de Madrid a su comportamiento y al servicio por ellos prestado. La calidad humana, con la que lo han hecho, ha sido excepcional. Les ha movido el amor: un amor ofrecido al Señor, a la Iglesia y al Papa. Han querido ser unos verdaderos “apóstoles” de sus jóvenes compañeros, ¡y lo han logrado!
Conmovidos por la exquisita delicadeza verdaderamente paternal, que el Santo Padre les muestra al querer despedirse personalmente de ellos, se lo agradecen de todo corazón y le piden su última bendición.
Dispuestos a una respuesta en sus vidas, vigorosa y gozosa, a lo que en el futuro el Papa, la Iglesia, ¡el Señor! quieran pedirles, ¡le dan las gracias más sentidas querido Santo Padre!
La despedida se les hace difícil, ¡se nos hace difícil a todos! Ha oído estos días de sus labios juveniles reiteradamente el “¡le queremos!”. Eso es: ¡le queremos, Santo Padre! ¡Bendíganos!

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MADRID - 21.08.2011 - 18:30
Aeropuerto internacional Madrid Barajas
Ceremonia de despedida
Texto original
Majestades,
Distinguidas Autoridades nacionales, autonómicas y locales, Señor Cardenal Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Señores Cardenales y Hermanos en el Episcopado,
Amigos todos:
Ha llegado el momento de despedirnos. Estos días pasados en Madrid, con una representación tan numerosa de jóvenes de España y todo el mundo, quedarán hondamente grabados en mi memoria y en mi corazón.
Majestad, el Papa se ha sentido muy bien en España. También los jóvenes protagonistas de esta Jornada Mundial de la Juventud han sido muy bien acogidos aquí y en tantas ciudades y localidades españolas, que han podido visitar en los días previos a la Jornada.
Gracias a Vuestra Majestad por sus cordiales palabras y por haber querido acompañarme tanto en el recibimiento como, ahora, al despedirme. Gracias a las Autoridades nacionales, autonómicas y locales, que han mostrado con su cooperación fina sensibilidad por este acontecimiento internacional. Gracias a los miles de voluntarios, que han hecho posible el buen desarrollo de todas las actividades de este encuentro: los diversos actos literarios, musicales, culturales y religiosos del «Festival joven», las catequesis de los Obispos y los actos centrales celebrados con el Sucesor de Pedro. Gracias
a las fuerzas de seguridad y del orden, así como a los que han colaborado prestando los más variados servicios: desde el cuidado de la música y de la liturgia, hasta el transporte, la atención sanitaria y los avituallamientos.
España es una gran Nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica. Lo ha manifestado una vez más en estos días, al desplegar su capacidad técnica y humana en una empresa de tanta trascendencia y de tanto futuro, como es el facilitar que la juventud hunda sus raíces en Jesucristo, el Salvador.
Una palabra de especial gratitud se debe a los organizadores de la Jornada: al Cardenal Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos y a todo el personal de ese Dicasterio; al Señor Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, junto con sus Obispos auxiliares y toda la archidiócesis; en particular, al Coordinador General de la Jornada, Monseñor César Augusto Franco Martínez, y a sus colaboradores, tantos y tan generosos. Los Obispos han trabajado con solicitud y abnegación en sus diócesis para la esmerada preparación de la Jornada, junto con los sacerdotes, personas
consagradas y fieles laicos. A todos, mi reconocimiento, junto con mi súplica al Señor para que bendiga sus afanes apostólicos.
Y no puedo dejar de dar las gracias de todo corazón a los jóvenes por haber venido a esta Jornada, por su participación alegre, entusiasta e intensa. A ellos les digo: Gracias y enhorabuena por el testimonio que habéis dado en Madrid y en el resto de ciudades españolas en las que habéis estado. Os invito ahora a difundir por todos los rincones del mundo la gozosa y profunda experiencia de fe vivida en este noble País. Transmitid vuestra alegría especialmente a los que hubieran querido venir y no han podido hacerlo por las más diversas circunstancias, a tantos como han rezado por vosotros y a quienes la celebración misma de la Jornada les ha tocado el corazón. Con vuestra cercanía y testimonio, ayudad a vuestros amigos y compañeros a descubrir que amar a Cristo es vivir en plenitud.
Dejo España contento y agradecido a todos. Pero sobre todo a Dios, Nuestro Señor, que me ha permitido celebrar esta Jornada, tan llena de gracia y emoción, tan cargada de dinamismo y esperanza. Sí, la fiesta de la fe que hemos compartido nos permite mirar hacia adelante con mucha confianza en la providencia, que guía a la Iglesia por los mares de la historia. Por eso permanece joven y con vitalidad, aun afrontando arduas situaciones. Esto es obra del Espíritu Santo,que hace presente a Jesucristo en los corazones de los jóvenes de cada época y les muestra así la grandeza de la vocación
divina de todo ser humano. Hemos podido comprobar también cómo la gracia de Cristo derrumba los muros y franquea las fronteras que el pecado levanta entre los pueblos y las generaciones, para hacer de todos los hombres una sola familia que se reconoce unida en el único Padre común, y que cultiva con su trabajo y respeto todo lo que Él nos ha dado en la Creación.
Los jóvenes responden con diligencia cuando se les propone con sinceridad y verdad el encuentro con Jesucristo, único redentor de la humanidad. Ellos regresan ahora a sus casas como misioneros del Evangelio, «arraigados y cimentados en Cristo, firmes en la fe», y necesitarán ayuda en su camino. Encomiendo, pues, de modo particular a los Obispos, sacerdotes, religiosos y educadores cristianos, el cuidado de la juventud, que desea responder con ilusión a la llamada del Señor. No hay que desanimarse ante las contrariedades que, de diversos modos, se presentan en algunos países. Más fuerte que todas ellas es el anhelo de Dios, que el Creador ha puesto en el corazón de los jóvenes, y el poder de lo alto, que otorga fortaleza divina a los que siguen al Maestro y a los que buscan en Él alimento para la vida. No temáis presentar a los jóvenes el mensaje de Jesucristo en toda su integridad e invitarlos a los sacramentos, por los cuales nos hace partícipes de su propia vida.
Majestad, antes de volver a Roma, quisiera asegurar a los españoles que los tengo muy presentes en mi oración, rezando especialmente por los matrimonios y las familias que afrontan dificultades de diversa naturaleza, por los necesitados y enfermos, por los mayores y los niños, y también por los que no encuentran trabajo. Rezo igualmente por los jóvenes de España. Estoy convencido de que, animados por la fe en Cristo, aportarán lo mejor de sí mismos, para que este gran País
afronte los desafíos de la hora presente y continúe avanzando por los caminos de la concordia, la solidaridad, la justicia y la libertad. Con estos deseos, confío a todos los hijos de esta noble tierra a la intercesión de la Virgen María, nuestra Madre del Cielo, y los bendigo con afecto. Que la alegría del Señor colme siempre vuestros corazones. Muchas gracias.
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El Papa acaba de despedirse en una pequeña ceremonia presidida por los Reyes de España en el aeropuerto de Barajas. El Santo Padre ha destacado en su último mensaje en nuestro país que se muestra "contento y agradecido a todos" por la JMJ de Madrid. También ha invitado a todos los participantes en las Jornadas "a difundir por todos los rincones del mundo la gozosa y profunda experiencia de fe vivida en este noble país".

Se puede descargar la nota de prensa aquí
, y estamos a vuestra disposición para cualquier aclaración o ampliación de la información.

sábado, 20 de agosto de 2011

6- HOMILIA BENEDICTO XVI Y SALUDO ROUCO

MADRID - 20.08.2011 - 10:00


Catedral
Santa Misa
Texto original
Señor Cardenal Arzobispo de Madrid,
Venerados hermanos en el Episcopado,
Queridos sacerdotes y religiosos,
Queridos rectores y formadores,
Queridos seminaristas,
Amigos todos

Me alegra profundamente celebrar la Santa Misa con todos vosotros, que aspiráis a ser sacerdotes de Cristo para el servicio de la Iglesia y de los hombres, y agradezco las amables palabras de saludo con que me habéis acogido. Esta Santa Iglesia Catedral de Santa María La Real de la Almudena es hoy como un inmenso cenáculo donde el Señor celebra con deseo  ardiente su Pascua con quienes un día anheláis presidir en su nombre los misterios de la salvación. Al veros, compruebo de nuevo cómo Cristo sigue llamando a jóvenes discípulos para hacerlos apóstoles suyos, permaneciendo así viva la misión de la Iglesia y la oferta del evangelio al mundo. Como seminaristas, estáis en camino hacia una meta santa: ser prolongadores de la misión que Cristo recibió del Padre. Llamados por Él, habéis seguido su voz y atraídos por su mirada amorosa avanzáis hacia el ministerio sagrado. Poned vuestros ojos en Él, que por su encarnación es el revelador supremo de Dios al mundo y por su resurrección es el cumplidor fiel de su promesa. Dadle gracias por esta muestra de predilección que tiene con cada uno de vosotros.

La primera lectura que hemos escuchado nos muestra a Cristo como el nuevo y definitivo sacerdote, que hizo de su existencia una ofrenda total. La antífona del salmo se le puede aplicar perfectamente, cuando, al entrar en el mundo, dirigiéndose a su Padre, dijo: “Aquí estoy para hacer tu voluntad” (cf. Sal 39, 8-9). En todo buscaba agradarle: al hablar y al actuar, recorriendo los caminos o acogiendo a los pecadores. Su vivir fue un servicio y su desvivirse una intercesión perenne, poniéndose en nombre de todos ante el Padre como Primogénito de muchos hermanos. El autor de la carta a los Hebreos afirma que con esa entrega perfeccionó para siempre a los que estábamos llamados a compartir su filiación (cf.
Heb 10,14).

La Eucaristía, de cuya institución nos habla el evangelio proclamado (cf. Lc 22,14-20), es la expresión real de esa entrega incondicional de Jesús por todos, también por los que le traicionaban. Entrega de su cuerpo y sangre para la vida de los hombres y para el perdón de sus pecados. La sangre, signo de la vida, nos fue dada por Dios como alianza, a fin de que podamos poner la fuerza de su vida, allí donde reina la muerte a causa de nuestro pecado, y así destruirlo. El cuerpo desgarrado y la sangre vertida de Cristo, es decir su libertad entregada, se han convertido por los signos eucarísticos en la nueva fuente de la libertad redimida de los hombres. En Él tenemos la promesa de una redención definitiva y la esperanza cierta de los bienes futuros. Por Cristo sabemos que no somos caminantes hacia el abismo, hacia el silencio de la nada o de la muerte, sino viajeros hacia una tierra de promisión, hacia Él que es nuestra meta y también nuestro principio.

Queridos amigos, os preparáis para ser apóstoles con Cristo y como Cristo, para ser compañeros de viaje y servidores de los hombres. ¿Cómo vivir estos años de preparación? Ante todo, deben ser años de silencio interior, de permanente oración, de constante estudio y de inserción paulatina en las acciones y estructuras pastorales de la Iglesia.

Iglesia que es comunidad e institución, familia y misión, creación de Cristo por su Santo Espíritu y a la vez resultado de quienes la conformamos con nuestra santidad y con nuestros pecados. Así lo ha querido Dios, que no tiene reparo en hacer de pobres y pecadores sus amigos e instrumentos para la redención del género humano. La santidad de la Iglesia es ante todo la santidad objetiva de la misma persona de Cristo, de su evangelio y de sus sacramentos, la santidad de aquella fuerza de lo alto que la anima e impulsa. Nosotros debemos ser santos para no crear una contradicción entre el signo que somos
y la realidad que queremos significar.

Meditad bien este misterio de la Iglesia, viviendo los años de vuestra formación con profunda alegría, en actitud de docilidad, de lucidez y de radical fidelidad evangélica, así como en amorosa relación con el tiempo y las personas en medio de las que vivís. Nadie elige el contexto ni a los destinatarios de su misión. Cada época tiene sus problemas, pero Dios da en cada tiempo la gracia oportuna para asumirlos y superarlos con amor y realismo. Por eso, en cualquier circunstancia en la que se halle, y por dura que esta sea, el sacerdote ha de fructificar en toda clase de obras buenas, guardando para ello
siempre vivas en su interior las palabras del día de su Ordenación, aquellas con las que se le exhortaba a configurar su vida con el misterio de la cruz del Señor.

Configurarse con Cristo comporta, queridos seminaristas, identificarse cada vez más con Aquel que se ha hecho por nosotros siervo, sacerdote y víctima. Configurarse con Él es, en realidad, la tarea en la que el sacerdote ha de gastar toda su vida. Ya sabemos que nos sobrepasa y no lograremos cumplirla plenamente, pero, como dice san Pablo, corremos hacia la meta esperando alcanzarla (cf. Flp 3,12-14).

Pero Cristo, Sumo Sacerdote, es también el Buen Pastor, que cuida de sus ovejas hasta dar la vida por ellas (cf. Jn 10,11). Para imitar también en esto al Señor, vuestro corazón ha de ir madurando en el Seminario, estando totalmente a disposición del Maestro. Esta disponibilidad, que es don del Espíritu Santo, es la que inspira la decisión de vivir el celibato por el Reino de los cielos, el desprendimiento de los bienes de la tierra, la austeridad de vida y la obediencia sincera y sin disimulo.

Pedidle, pues, a Él, que os conceda imitarlo en su caridad hasta el extremo para con todos, sin rehuir a los alejados y pecadores, de forma que, con vuestra ayuda, se conviertan y vuelvan al buen camino. Pedidle que os enseñe a estar muy cerca de los enfermos y de los pobres, con sencillez y generosidad. Afrontad este reto sin complejos ni mediocridad, antes bien como una bella forma de realizar la vida humana en gratuidad y en servicio, siendo testigos de Dios hecho hombre, mensajeros de la altísima dignidad de la persona humana y, por consiguiente, sus defensores incondicionales. Apoyados en
su amor, no os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios y en el que el poder, el tener o el placer a menudo son los principales criterios por los que se rige la existencia. Puede que os menosprecien, como se suele hacer con quienes evocan metas más altas o desenmascaran los ídolos ante los que hoy muchos se postran. Será entonces cuando una vida hondamente enraizada en Cristo se muestre realmente como una novedad y atraiga con fuerza a quienes de veras buscan a Dios, la verdad y la justicia.

Alentados por vuestros formadores, abrid vuestra alma a la luz del Señor para ver si este camino, que requiere valentía y autenticidad, es el vuestro, avanzando hacia el sacerdocio solamente si estáis firmemente persuadidos de que Dios os llama a ser sus ministros y plenamente decididos a ejercerlo obedeciendo las disposiciones de la Iglesia.

Con esa confianza, aprended de Aquel que se definió a sí mismo como manso y humilde de corazón, despojándoos para ello de todo deseo mundano, de manera que no os busquéis a vosotros mismos, sino que con vuestro comportamiento edifiquéis a vuestros hermanos, como hizo el santo patrono del clero secular español, san Juan de Ávila. Animados por su ejemplo, mirad, sobre todo, a la Virgen María, Madre de los sacerdotes. Ella sabrá forjar vuestra alma según el modelo de Cristo, su divino Hijo, y os enseñará siempre a custodiar los bienes que Él adquirió en el Calvario para la salvación del mundo. Amén.

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“MISA” DE LA ALMUDENA. SEMINARISTAS


Catedral de Santa María la Real de La Almudena, 20 de agosto de 2011

Querido Santo Padre:

Miles de seminaristas de todo el mundo se reúnen esta luminosa mañana madrileña en la Catedral de Santa María la Real de La Almudena para celebrar la Eucaristía presidida por el Papa. La Misa de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, tan arraigada en el Calendario litúrgico propio de la Iglesia en
España y en la espiritualidad más querida del clero español, será la propia de la celebración. Se trata,
Santo Padre, de una nueva generación de seminaristas que han leído y meditado diligentemente con
sus formadores la Carta que les dirigió hace poco más de un año. Saben que no hay otra alternativa
en el itinerario formativo para el sacerdocio ministerial que la que el Papa les mostraba: la de la santidad sacerdotal. Con corazón conmovido agradecen al Vicario de Cristo que haya querido celebrar la Eucaristía con ellos en la mañana de este sábado en el que la Jornada Mundial de la Juventud llega
a su cumbre.

Estos seminaristas de la JMJ de Madrid quieren ser santos sacerdotes, porque quieren ser buenos y
fieles instrumentos de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote para la santificación de sus jóvenes compañeros y del mundo entero. ¡Quieren ser los primeros apóstoles de la juventud de su tiempo como
el Papa y la Iglesia se lo piden!En la Misa diaria, en la frecuente adoración eucarística y en la oración
ante el Señor Sacramentado, va configurándose su alma sacerdotal según la medida del Corazón de
Cristo, aprendiendo a hacerse sacerdotes y víctimas con Él para la salvación de las almas. Esta Santa
Misa marcará, sin duda, el inicio de un capítulo nuevo en la maduración humana, espiritual y pastoral
de su vocación sacerdotal. La respuesta a Jesucristo, el Señor, que les llama a la identificación personal con Él y a un seguimiento incondicional como ministros y apóstoles de su Evangelio, adquirirá un nuevo ardor y una renovada firmeza en el compromiso contraído. Ningún cálculo, ninguna ambición
humana les apartará del gran ideal y del celo que les anima: ¡la Gloria de Dios y la salvación del hombre!

Entre los Patronos de la JMJ.2011 de Madrid se encuentran figuras señeras de la espiritualidad
sacerdotal: San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Juan de la Cruz, pero, sobre todo, San
Juan de Ávila, patrono del Clero Español. Sus insignes reliquias han sido traídas desde su Iglesia en
Montilla (Córdoba) a Madrid para que pudiesen ser veneradas durante estos días de la JMJ-2011 por
los jóvenes peregrinos, especialmente, por aquellos que sienten en su corazón la vocación al Sacerdocio ministerial. Se encuentran ahora aquí colocadas debajo del altar de la Virgen de La Almudena.

La persona del Beato Juan Pablo II, les es a casi todos una figura extraordinariamente cercana. No nos
faltará su intercesión. No nos faltará la mediación de María, Nuestra Madre del Cielo y Reina de todos
los Santos. El ánimo, el afecto y la oración del Papa, tampoco.

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DECLARACIÓN DE SAN JUAN DE ÁVILA COMO DOCTOR DE LA IGLESIA


Catedral de Santa María la Real de La Almudena, 20 de agosto de 2011

Al terminar la celebración de la Santa Misa en la Catedral de la Almudena, el sábado 20 de agosto de
2011, antes de la bendición, el Santo Padre anunciará su determinación de declarar a San Juan de Ávila, patrono del clero secular español, Doctor de la Iglesia universal. A ese anuncio responde el Cardenal Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española con las siguientes palabras:

Santidad: ¡Muchas gracias!¡Muchas gracias!Como Presidente de la Conferencia Episcopal Española,
que ha promovido la Causa del Doctorado de San Juan de Ávila, en nombre de los hermanos
en el episcopado de España, aquí presentes en su totalidad, en nombre también de los sacerdotes,
seminaristas y de todos los fieles, deseo expresar a Vuestra Santidad la más sincera gratitud por haber
acogido nuestra súplica y la de muchos otros obispos y fieles de todo el mundo. Esperamos con alegría
que Vuestra Santidad determine la fecha de la solemne declaración del santo Patrono del clero
español como doctor de la Iglesia universal para acudir a Roma a dar gracias a Dios por ese don tan
grande que la Providencia divina otorga a toda la Iglesia por medio del ministerio de Vuestra Santidad.
Laus Deo.



5-DISCURSO BENEDICTO XVI VIA CRUCIS

MADRID - 19.08.2011 - 19:30


Plaza de Cibeles

Via Crucis

Texto original

Queridos jóvenes:

Con piedad y fervor hemos celebrado este Vía Crucis, acompañando a Cristo en su Pasión y Muerte. Los comentarios de las Hermanitas de la Cruz, que sirven a los más pobres y menesterosos, nos han facilitado adentrarnos en el misterio de la Cruz gloriosa de Cristo, que contiene la verdadera sabiduría de Dios, la que juzga al mundo y a los que se creen sabios (cf. 1 Co 1,17-19). También nos ha ayudado en este itinerario hacia el Calvario la contemplación de estas extraordinarias imágenes del patrimonio religioso de las diócesis españolas. Son imágenes donde la fe y el arte se armonizan para llegar al corazón del hombre e invitarle a la conversión. Cuando la mirada de la fe es limpia y auténtica, la belleza se pone a su servicio y es capaz de representar los misterios de nuestra salvación hasta conmovernos profundamente y transformar nuestro corazón, como sucedió a Santa Teresa de Jesús al contemplar una imagen de Cristo muy llagado (cf. Libro de la vida, 9,1).

Mientras avanzábamos con Jesús, hasta llegar a la cima de su entrega en el Calvario, nos venían a la mente las palabras de san Pablo: «Cristo me amó y se entregó por mí» (Gál 2,20). Ante un amor tan desinteresado, llenos de estupor y gratitud, nos preguntamos ahora: ¿Qué haremos nosotros por él? ¿Qué respuesta le daremos? San Juan lo dice claramente: «En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos» (1 Jn 3,16). La pasión de Cristo nos impulsa a cargar sobre nuestros hombros el sufrimiento del mundo, con la certeza de que Dios no es alguien distante o lejano del hombre y sus vicisitudes. Al contrario, se hizo uno de nosotros «para poder compadecer Él mismo con el hombre, de modo muy real, en carne y sangre… Por eso, en cada pena humana ha entrado uno que comparte el sufrir y padecer; de ahí se difunde en cada sufrimiento la con-solatio, el consuelo del amor participado de Dios y así aparece la estrella de la esperanza» (Spe salvi, 39).

Queridos jóvenes, que el amor de Cristo por nosotros aumente vuestra alegría y os aliente a estar cerca de los menos favorecidos. Vosotros, que sois muy sensibles a la idea de compartir la vida con los demás, no paséis de largo ante el sufrimiento humano, donde Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer. Las diversas formas de sufrimiento que, a lo largo del Vía Crucis, han desfilado ante nuestros ojos son llamadas del Señor para edificar nuestras vidas siguiendo sus huellas y hacer de nosotros signos de su consuelo y salvación.

«Sufrir con el otro, por los otros, sufrir por amor de la verdad y de la justicia; sufrir a causa del amor y con el fin de convertirse en una persona que ama realmente, son elementos fundamentales de la humanidad, cuya pérdida destruiría al hombre mismo» (ibid.).

Que sepamos acoger estas lecciones y llevarlas a la práctica. Miremos para ello a Cristo, colgado en el áspero madero, y pidámosle que nos enseñe esta sabiduría misteriosa de la cruz, gracias a la cual el hombre vive. La cruz no fue el desenlace de un fracaso, sino el modo de expresar la entrega amorosa que llega hasta la donación más inmensa de la propia vida. El Padre quiso amar a los hombres en el abrazo de su Hijo crucificado por amor. La cruz en su forma y significado representa ese amor del Padre y de Cristo a los hombres. En ella reconocemos el icono del amor supremo, en donde aprendemos a amar lo que Dios ama y como Él lo hace: esta es la Buena Noticia que devuelve la esperanza al mundo.

Volvamos ahora nuestros ojos a la Virgen María, que en el Calvario nos fue entregada como Madre, y supliquémosle que nos sostenga con su amorosa protección en el camino de la vida, en particular cuando pasemos por la noche del dolor, para que alcancemos a mantenernos como Ella firmes al pie de la cruz.

DISCURSOS BENEDICTO XVI EN EL ESCORIAL

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL - 19.08.2011 - 11:30


Patio de los Reyes

Encuentro con religiosas jóvenes

Queridas jóvenes religiosas:

Dentro de la Jornada Mundial de la Juventud que estamos celebrando en Madrid, es un gozo grande poder encontrarme con vosotras, que habéis consagrado vuestra juventud al Señor, y os doy las gracias por el amable saludo que me habéis dirigido. Agradezco al Señor Cardenal Arzobispo de Madrid que haya previsto este encuentro en un marco tan evocador como es el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Si su célebre Biblioteca custodia importantes ediciones de la Sagrada Escritura y de Reglas monásticas de varias familias religiosas, vuestra vida de fidelidad a la llamada recibida es también una preciosa manera de guardar la Palabra del Señor que resuena en vuestras formas de espiritualidad.

Queridas hermanas, cada carisma es una palabra evangélica que el Espíritu Santo recuerda a su Iglesia (cf. Jn 14, 26). No en vano, la Vida Consagrada «nace de la escucha de la Palabra de Dios y acoge el Evangelio como su norma de vida.

En este sentido, el vivir siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente, se convierte en “exégesis” viva de la Palabra de Dios...

De ella ha brotado cada carisma y de ella quiere ser expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por la radicalidad evangélica» (Exh. apostólica Verbum Domini, 83).

La radicalidad evangélica es estar “arraigados y edificados en Cristo, y firmes en la fe” (cf. Col, 2,7), que en la Vida Consagrada significa ir a la raíz del amor a Jesucristo con un corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor (cf. San Benito, Regla, IV, 21), con una pertenencia esponsal como la han vivido los santos, al estilo de Rosa de Lima y Rafael Arnáiz, jóvenes patronos de esta Jornada Mundial de la Juventud. El encuentro personal con Cristo que nutre vuestra consagración debe testimoniarse con toda su fuerza transformadora en vuestras vidas; y cobra una especial relevancia hoy, cuando «se constata una especie de “eclipse de Dios”, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza» (Mensaje para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011, 1). Frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como una pertenencia a Dios sumamente amado.

Dicha radicalidad evangélica de la Vida Consagrada se expresa en la comunión filial con la Iglesia, hogar de los hijos de Dios que Cristo ha edificado. La comunión con los Pastores, que en nombre del Señor proponen el depósito de la fe recibido a través de los Apóstoles, del Magisterio de la Iglesia y de la tradición cristiana. La comunión con vuestra familia religiosa, custodiando su genuino patrimonio espiritual con gratitud, y apreciando también los otros carismas. La comunión con otros miembros de la Iglesia como los laicos, llamados a testimoniar desde su vocación específica el mismo evangelio del Señor.

Finalmente, la radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros. Desde la vida contemplativa que acoge en sus claustros la Palabra de Dios en silencio elocuente y adora su belleza en la soledad por Él habitada, hasta los diversos caminos de vida apostólica, en cuyos surcos germina la semilla evangélica en la educación de niños y jóvenes, el cuidado de los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, el compromiso a favor de la vida, el testimonio de la verdad, el anuncio de la paz y la caridad, la labor misionera y la nueva evangelización, y tantos otros
campos del apostolado eclesial.

Queridas hermanas, este es el testimonio de la santidad a la que Dios os llama, siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo en la consagración, la comunión y la misión. La Iglesia necesita de vuestra fidelidad joven arraigada y edificada en Cristo. Gracias por vuestro “sí” generoso, total y perpetuo a la llamada del Amado. Que la Virgen María sostenga y acompañe vuestra juventud consagrada, con el vivo deseo de que interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes.

Con estos sentimientos, pido a Dios que recompense copiosamente la generosa contribución de la Vida Consagrada a esta Jornada Mundial de la Juventud, y en su nombre os bendigo de todo corazón. Muchas gracias.

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SAN LORENZO DE EL ESCORIAL - 19.08.2011 - 12:00


Basílica de San Lorenzo

Encuentro con profesores universitarios jóvenes

Texto original

Señor Cardenal Arzobispo de Madrid,
Queridos Hermanos en el Episcopado,
Queridos Padres Agustinos,
Queridos Profesores y Profesoras,
Distinguidas Autoridades,
Amigos todos

Esperaba con ilusión este encuentro con vosotros, jóvenes profesores de las universidades españolas, que prestáis una espléndida colaboración en la difusión de la verdad, en circunstancias no siempre fáciles. Os saludo cordialmente y agradezco las amables palabras de bienvenida, así como la música interpretada, que ha resonado de forma maravillosa en este monasterio de gran belleza artística, testimonio elocuente durante siglos de una vida de oración y estudio. En este emblemático lugar, razón y fe se han fundido armónicamente en la austera piedra para modelar uno de los monumentos más renombrados de España.

Saludo también con particular afecto a aquellos que en estos días habéis participado en Ávila en el Congreso Mundial de Universidades Católicas, bajo el lema: “Identidad y misión de la Universidad Católica”.

Al estar entre vosotros, me vienen a la mente mis primeros pasos como profesor en la Universidad de Bonn. Cuando todavía se apreciaban las heridas de la guerra y eran muchas las carencias materiales, todo lo suplía la ilusión por una actividad apasionante, el trato con colegas de las diversas disciplinas y el deseo de responder a las inquietudes últimas y fundamentales de los alumnos. Esta “universitas” que entonces viví, de profesores y estudiantes que buscan juntos la verdad en todos los saberes, o como diría Alfonso X el Sabio, ese “ayuntamiento de maestros y escolares con voluntad y entendimiento de aprender los saberes” (Siete Partidas, partida II, tít. XXXI), clarifica el sentido y hasta la definición de
la Universidad.

En el lema de la presente Jornada Mundial de la Juventud: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cf. Col 2, 7), podéis también encontrar luz para comprender mejor vuestro ser y quehacer. En este sentido, y como ya escribí en el Mensaje a los jóvenes como preparación para estos días, los minos “arraigados, edificados y firmes” apuntan a fundamentos sólidos para la vida (cf. n. 2).

Pero, ¿dónde encontrarán los jóvenes esos puntos de referencia en una sociedad quebradiza e inestable? A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivís ahora como docentes, sentís sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre. Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano.

En efecto, la Universidad ha sido, y está llamada a ser siempre, la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana. Por ello, no es casualidad que fuera la Iglesia quien promoviera la institución universitaria, pues la fe cristiana nos habla de Cristo como el Logos por quien todo fue hecho (cf. Jn 1,3), y del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios. Esta buena noticia descubre una racionalidad en todo lo creado y contempla al hombre como una criatura que participa y puede llegar a reconocer esa racionalidad. La Universidad encarna, pues, un ideal que no debe desvirtuarse ni por ideologías cerradas al diálogo racional, ni por servilismos a una lógica utilitarista de simple mercado, que ve al hombre como mero consumidor.

He ahí vuestra importante y vital misión. Sois vosotros quienes tenéis el honor y la responsabilidad de transmitir ese ideal universitario: un ideal que habéis recibido de vuestros mayores, muchos de ellos humildes seguidores del Evangelio y que en cuanto tales se han convertido en gigantes del espíritu. Debemos sentirnos sus continuadores en una historia bien distinta de la suya, pero en la que las cuestiones esenciales del ser humano siguen reclamando nuestra atención e impulsándonos hacia adelante. Con ellos nos sentimos unidos a esa cadena de hombres y mujeres que se han entregado a
proponer y acreditar la fe ante la inteligencia de los hombres. Y el modo de hacerlo no solo es enseñarlo, sino vivirlo, encarnarlo, como también el Logos se encarnó para poner su morada entre nosotros. En este sentido, los jóvenes necesitan auténticos maestros; personas abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber, sabiendo escuchar y viviendo en su propio interior ese diálogo interdisciplinar; personas convencidas, sobre todo, de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad. La juventud es tiempo privilegiado para la búsqueda y el encuentro con la verdad. Como ya dijo Platón: “Busca la verdad mientras eres joven, pues si no lo haces, después se te escapará de entre las manos” (Parménides, 135d). Esta alta aspiración es la más valiosa que podéis transmitir personal y vitalmente a vuestros estudiantes, y no simplemente unas técnicas instrumentales y anónimas, o unos datos fríos, usados sólo funcionalmente.

Por tanto, os animo encarecidamente a no perder nunca dicha sensibilidad e ilusión por la verdad; a no olvidar que la enseñanza no es una escueta comunicación de contenidos, sino una formación de jóvenes a quienes habéis de comprender y querer, en quienes debéis suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación. Sed para ellos estímulo y fortaleza.

Para esto, es preciso tener en cuenta, en primer lugar, que el camino hacia la verdad completa compromete también al ser humano por entero: es un camino de la inteligencia y del amor, de la razón y de la fe. No podemos avanzar en el conocimiento de algo si no nos mueve el amor; ni tampoco amar algo en lo que no vemos racionalidad: pues “no existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor” (Caritas in veritate, n. 30).

Si verdad y bien están unidos, también lo están conocimiento y amor. De esta unidad deriva la coherencia de vida y pensamiento, la ejemplaridad que se exige a todo buen educador.

En segundo lugar, hay que considerar que la verdad misma siempre va a estar más allá de nuestro alcance.

Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva. En el ejercicio intelectual y docente, la humildad es asimismo una virtud indispensable, que protege de la vanidad que cierra el acceso a la verdad. No debemos atraer a los estudiantes a nosotros mismos, sino encaminarlos hacia esa verdad que todos buscamos. A esto os ayudará el Señor, que os propone ser sencillos y eficaces como la sal, o como la lámpara, que da luz sin hacer ruido (cf. Mt 5,13-15).

Todo esto nos invita a volver siempre la mirada a Cristo, en cuyo rostro resplandece la Verdad que nos ilumina, pero que también es el Camino que lleva a la plenitud perdurable, siendo Caminante junto a nosotros y sosteniéndonos con su amor. Arraigados en Él, seréis buenos guías de nuestros jóvenes. Con esa esperanza, os pongo bajo el amparo de la Virgen María, Trono de la Sabiduría, para que Ella os haga colaboradores de su Hijo con una vida colmada de sentido para vosotros mismos y fecunda en frutos, tanto de conocimiento como de fe, para vuestros alumnos.

miércoles, 17 de agosto de 2011

JMJ 2011 MADRID | ESPECIAL

¿A quién molesta esta juventud?
 Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe
 Benedicto XVI: “Estoy feliz de partir hacia Madrid”
 El Papa ha concedido la posibilidad de ganar indulgencias a aquellos que participen en la JMJ
 
*En los siguientes enlaces encontraras información actualizada sobres el desarrolla de la jornada mundial de la juventud.
Por la gran expectativa generada en todo el mundo católico, en torno al inicio de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, he creado la siguiente entrada para recomendar algunos sitios web en español que ofrecen información detallada y actualizada sobre el desarrollo de la JMJ.

Esperando que esta información sea de utilidad, les pedirían por su parte, a través de un comentario, recomendarnos otras web que nos ayuden a seguir este evento.

EN LAS REDES SOCIALES
EDUCACIÓN RELIGIOSA
Editor: JULIO CÉSAR 
 
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  • ¿A quién molesta esta juventud?, por José Lorenzo (17.8.2011) (ir)

  • La fiesta o el bosque del perdón (José Luis Celada – 17.8.2011) (ir)

  • Feria Vocacional en la JMJ 2011: el escaparate de la catolicidad (José Luis Celada – 17.8.2011) (ir)

  • Rouco invita a los jóvenes al compromiso de vida y a evangelizar “con palabras y obras” (José Lorenzo – 16.8.2011) (ir)

  • JMJ 2011: Ahora sí, ya está todo listo (VidaNueva.es – 16.8.2011) (ir)

 

Programa JMJ parar el 17 de Agosto de 2011


Briefing 17 de agosto de 2011
Te paso la programación para mañana día 17 de agosto de 2011, día del cine en la JMJ MADRID 11.
11.10- Rueda de prensa de día del cine de la JMJ
Lugar: Cine Proyecciones. C/Fuencarral, 136 – Metro Bilbao.

NOTA IMPORTANTE: Los invitados atenderán a los medios tras la rueda de prensa. No está previsto conceder ninguna entrevista ni declaraciones a la prensa en ningún otro momento. Las proyecciones y los encuentros en los cines son actos para los peregrinos, gratuitos, y los invitados se dedicarán solo a los jóvenes.

14.00-19:30-Inauguración del Día del Cine en la JMJ
Lugar: Calle Fuencarral.
17.00 – Testimonio Cardenal Oscar Rodriguez de Madariaga, presidente de Caritas Internacional
 Lugar: Auditorio
Duración aproximada: 30 minutos
 Hablará sobre el Evangelio que libera de la pobreza, los cambios que los jóvenes que siguen a Jesucristo están haciendo en el mundo, el trabajo de Cáritas y la importancia de la JMJ 2011.
 Idiomas: español, inglés, francés y alemán.
 17.30- Testimonio Conchin Fernandez
 Lugar: Auditorio
Conchín Fernández, una periodista que cambió los platós de Televisión Española para trabajar en la dura realidad de la República Democrática del Congo.
 Idiomas: español, inglés y francés.
18.00 – Actuación Musical “Suspiros de España”
Lugar: Palacio de los deportes. Avenida Felipe II s/n.
20.00-00.00- Priest Band (Emmanuel Comunity)
Lugar: Madrid Arena. Avenida de Portugal s/n, (Pabellones Casa de Campo)
               28011 Madrid.
20.30-22.30- Concierto de Bandas Sonoras del cine.
Lugar: Calle Luchana
21.30- Espectáculo flamenco del grupo de música y danza “En tí”
Grupo En ti, de música y danza flamenca.
Lugar: Templo Debod. Paseo Pintor Rosales, 2.
Además os invitamos ver el programa cultural de la JMJ 2011, que ya está colgado en nuestra web: http://madrid11.com/es/agenda/programa-cultural.
Para más información a partir de hoy tendréis un equipo de expertos en comunicación para que atiendan vuestras dudas sobre la JMJ en inglés, francés, alemán que se identificaran para que podáis acudir a ellos.
¡Que tengas un buen día!

martes, 16 de agosto de 2011

Discurso Cardenal Rylko en la Eucaristía de apertura de la JMJ Madrid 2011


Card. Stanisław Ryłko
Presidente
Pontificio Consejo para los Laicos
Ciudad del Vaticano





Santa Misa de inauguración de la JMJ Madrid 2011
Saludo a los jóvenes
Plaza Cibeles, 16 de agosto de 2011


Queridísimos jóvenes,
Aquí estamos, llegó el día tan esperado: la inauguración de la vigésimo sexta Jornada Mundial de la Juventud. Tras un largo camino de preparación finalmente estáis aquí, en Madrid, bellísima y moderna metrópolis que en estos días será la capital de la juventud católica del mundo entero…
«¡Bendito el que viene en nombre del Señor!» (Sal 118, 26). Con estas palabras del salmista os doy una cordial bienvenida y un saludo afectuoso de parte del Pontificio Consejo para los Laicos, el dicasterio de la Santa Sede al cual el Papa confía la organización de estas reuniones mundiales de jóvenes. Un saludo agradecido a vuestros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, así como a los formadores laicos que os han acompañado y guiado en el proceso de preparación espiritual para la gran aventura de la fe que viviremos juntos en estos días.
Habéis traído a esta cita con el Santo Padre Benedicto XVI vuestros proyectos, vuestras esperanzas y también vuestras inquietudes, la preocupación por las decisiones que os esperan… Serán días inolvidables de importantes descubrimientos y de decisiones determinantes para vuestra vida…
Nuestra reflexión y nuestra oración en estos días estarán guiadas por la palabra de San Pablo que ya todos conocéis: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe…» (Col. 2,7). ¡Es una palabra que nos compromete porque contiene un claro programa de vida para cada uno de nosotros! En estos días la fe estará en el centro de nuestra reflexión; porque la fe es un factor decisivo en la vida de cada hombre. ¡Si Dios existe o no existe, todo cambia! La fe es la raíz que nos nutre con la savia vital de la Palabra de Dios y los sacramentos; es el fundamento, la roca sobre la cual construir la vida, la brújula segura que guía nuestras decisiones y da a nuestra vida la orientación decisiva.
Sin embargo, muchos hoy se preguntan: en nuestro mundo, que tan a menudo rechaza a Dios y vive como si Dios no existiera, ¿es aún posible la fe? …
¡Queridísimos jóvenes! Os habéis reunido aquí, en Madrid, desde los rincones más remotos del planeta, para decir en voz alta a todo el mundo – y en particular a esta Europa que está dando signos de profunda desorientación – para decir vuestro firme “sí”! “Si”, ¡la fe es posible! Es más, es una aventura maravillosa que nos permite descubrir toda la grandeza y la belleza de nuestra vida. Porque Dios, que se ha revelado en el rostro de Jesucristo, no disminuye al hombre sino que lo enaltece mas allá de toda medida, mas allá de toda imaginación! En estos días, junto con los Apóstoles, queremos todos gritar al Señor: «¡Aumenta nuestra fe!» (Lc 17,5)… Queremos también nosotros orar con las palabras de San Anselmo: Señor, «enséñame a buscarte, muéstrate al que te busca, porque no puedo buscarte si no me enseñas el camino. No puedo encontrarte si no te haces presente.» (Proslogion 1,1)
Mientras esperamos la llegada del Papa Benedicto XVI hemos acogido esta noche a un huésped especial de la JMJ de Madrid: el Beato Juan Pablo II. Él ha regresado entre vosotros, los jóvenes a los que tanto amó y que tanto lo han amado: ha regresado como Beato patrón vuestro y como protector al que podéis confiaros; ha regresado como amigo – un amigo exigente, como le gustaba a él mismo definirse… Ha venido a deciros una vez más, con muchísimo afecto: ¡No tengáis miedo! ¡Optar por Cristo en la vida es adquirir la perla preciosa del Evangelio por la cual vale la pena darlo todo!
¡Queridísimos jóvenes! ¡La JMJ de Madrid ha empezado!
De nuevo os digo: ¡Bienvenidos todos a Madrid!

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