Mons.
Sebastià Taltavull
No sería coherente si pensara y
dijera lo contrario. Lo digo desde el concepto de laicidad más
estricto y con el máximo respeto a toda forma diferente de
pensar, ya que es desde ella que es posible el diálogo con el
mundo agnóstico y con las otras religiones, precisamente en
bien de una convivencia donde el buen entendimiento entre unos y
otros debemos hacerlo posible. Siempre he creído que, en
nuestras relaciones humanas, el hecho religioso juega un
papel importante porque es connatural a la capacidad humana
y, con los valores que predica e invita a practicar, puede
aportar un sentido inmediato y al mismo tiempo trascendente
a la existencia.
La inscripción en la clase de religión es una decisión valiente, totalmente coherente con la propia fe, decisión que se verá completada con el crecimiento cristiano en el marco de la catequesis dentro de la comunidad cristiana. También, en estos momentos de la inscripción en la clase de religión, se pide una opción a los mismos adolescentes y jóvenes que, por su propia cuenta y libertad, han de tomar la decisión. Por su edad, es importante que en los centros educativos se les ayude a una elección hecha a conciencia y no poniendo dificultades que lleven a la supresión de la clase o la infravaloración de los contenidos. Sabemos, al mismo tiempo, que todo esto es un reto para los profesores de religión que deben hacer que la asignatura esté al nivel que le corresponde y que defendemos, y lo es también por el prestigio de la misma institución escolar, porque favorece que las diferentes opciones sean posibles y no haya ningún tipo de marginación, malentendido o exclusión.
+ Sebastià Taltavull
Obispo de Mallorca
Fuente: http://www.agenciasic.es/2018/04/23/a-favor-de-la-asignatura-de-religion/
Lo
he escrito y lo he comentado con frecuencia que,
independientemente de acuerdos institucionales y
tendencias ideológicas que pueda haber respecto al hecho
religioso en general y del cristiano en particular, hay un
derecho humano fundamental a defender y ejercer. Me han
hablado infinidad de veces muchos ex alumnos del instituto
público donde ejercí la docencia junto con otro centro durante
casi veinte años, aprendiendo mucho de los jóvenes y sintiendo
un aprecio, apoyo y colaboración extraordinarios para parte
de los compañeros profesores del claustro. Hoy, todos lo
sabemos, muchas expresiones, palabras, acontecimientos
culturales y determinados aspectos de la vida no se entienden
si no se han adquirido unas nociones básicas sobre
el hecho religioso.
Esto aún se ve más —y queda en
evidencia una gran desinformación— cuando en ciertos foros, a
la hora de referirse a la religión, se usan términos
totalmente inadecuados o queda muy de manifiesto que no se
tiene conocimiento o se habla de forma superficial,
despectiva o puramente anecdótica. Con todo, se suele
argumentar que «la religión es algo privado», pero se olvida
que su práctica tiene por sí misma una incidencia pública. Ante
esta objeción que nos llega con frecuencia, el papa Francisco
dice que «nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la
intimidad secreta de las personas, sin ninguna influencia en
la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las
instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los
acontecimientos que afectan a los ciudadanos» (EG 183).La inscripción en la clase de religión es una decisión valiente, totalmente coherente con la propia fe, decisión que se verá completada con el crecimiento cristiano en el marco de la catequesis dentro de la comunidad cristiana. También, en estos momentos de la inscripción en la clase de religión, se pide una opción a los mismos adolescentes y jóvenes que, por su propia cuenta y libertad, han de tomar la decisión. Por su edad, es importante que en los centros educativos se les ayude a una elección hecha a conciencia y no poniendo dificultades que lleven a la supresión de la clase o la infravaloración de los contenidos. Sabemos, al mismo tiempo, que todo esto es un reto para los profesores de religión que deben hacer que la asignatura esté al nivel que le corresponde y que defendemos, y lo es también por el prestigio de la misma institución escolar, porque favorece que las diferentes opciones sean posibles y no haya ningún tipo de marginación, malentendido o exclusión.
+ Sebastià Taltavull
Obispo de Mallorca
Fuente: http://www.agenciasic.es/2018/04/23/a-favor-de-la-asignatura-de-religion/
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