La viceconsejera de Educación del Gobierno autónomo, Manuela Armas, salió al paso de las quejas de los profesores de religión por presunta discriminación, declarando que «no entiendo el problema cuando hacen lo que dice su contrato, es decir, dar clases de religión».
Armas detalló que la consejería de Educación conoce los contratos de los profesores que están a su cargo, pero no los del personal contratado por el Ministerio de Educación, como es el caso de los profesores de religión. «En ningún caso hay discriminación puesto que realizan el trabajo encomendado, es decir, dar clases de su asignatura», dijo.
La viceconsejera precisó que cada centro, en función de su organización y los alumnos que tiene, decide el número de horas que hay para impartir religión y el resto, no pueden hacer otra función porque no les correspondería.
«Es que es algo muy claro y no entiendo este problema. Están contratados para dar clases de religión y no para otras actividades», dijo. «Han venido en ocasiones a hablar conmigo representantes de este colectivo para que interceda, pero yo no puedo dar más horas en función de las necesidades del centro. Es el ministerio el que pone las reglas y no nosotros, por lo que las quejas deberían ir dirigidas a Madrid», argumentó.
Fuente: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=282538
Armas detalló que la consejería de Educación conoce los contratos de los profesores que están a su cargo, pero no los del personal contratado por el Ministerio de Educación, como es el caso de los profesores de religión. «En ningún caso hay discriminación puesto que realizan el trabajo encomendado, es decir, dar clases de su asignatura», dijo.
La viceconsejera precisó que cada centro, en función de su organización y los alumnos que tiene, decide el número de horas que hay para impartir religión y el resto, no pueden hacer otra función porque no les correspondería.
«Es que es algo muy claro y no entiendo este problema. Están contratados para dar clases de religión y no para otras actividades», dijo. «Han venido en ocasiones a hablar conmigo representantes de este colectivo para que interceda, pero yo no puedo dar más horas en función de las necesidades del centro. Es el ministerio el que pone las reglas y no nosotros, por lo que las quejas deberían ir dirigidas a Madrid», argumentó.
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