¡Apunta a tu hijo a la clase de Religión y Moral
Católica!
Queridos diocesanos: En este tiempo en que se
formaliza la matrícula de los alumnos en los Centros de Enseñanza en los
distintos niveles, hago una llamada insistente a los padres y a los alumnos,
para que soliciten la clase de Religión y Moral Católica para el próximo curso.
Es un derecho fundamental de los padres amparado
por nuestra Constitución Española: “Los poderes públicos garantizan el derecho
que asiste a los padres, para que sus hijos reciban la formación religiosa y
moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Constitución
Española,
Art. 27, 3).
Conforme a la legislación vigente, a la Iglesia le
corresponde presentar los profesores con competencia académica e idoneidad
eclesiástica para impartir la enseñanza de la Religión.
Ahora bien, de poco servirá insistir en estos
derechos y deberes de los padres, del Estado y de la Iglesia, si no valoramos
debidamente la clase de Religión en la Escuela. La formación religiosa es
fuente de valores, nos ayuda a descubrir la relación con Dios, con los demás y
con el mundo, según el plan de Dios, asienta la vida en principios sólidos, nos
da la respuesta adecuada a las preguntas fundamentales y genera en el alumno
comportamientos morales.
Me dirijo a vosotros, alumnos, para que seáis
responsables y pidáis la Religión. En el centro de la enseñanza religiosa está
la persona de Jesucristo. Jesús es el Camino que nos lleva a Dios. Jesús es el
Maestro de la Verdad. Jesús es el Maestro de la Vida.
Me dirijo a vosotros, padres, que sois los primeros
educadores y testigos de la fe de vuestros hijos, para que ejerzáis vuestra
vocación y misión. Sois los depositarios de los derechos fundamentales de la
educación y, por eso, debéis pedir la clase de Religión, si esa es vuestra
convicción. En el ejercicio de este derecho y deber invito encarecidamente a
los sacerdotes y religiosos, para que colaboren en esta importante tarea.
Me dirijo a vosotros, profesores de Religión, que en nombre de la
Iglesia transmitís la doctrina católica de modo académico en diálogo entre la
fe y la razón. Desde esta carta pastoral os reitero mi confianza y os animo a seguir trabajando en
esta hermosa y difícil misión.
De todos depende que haya mayor número de alumnos
que piden la clase de Religión y no descienda la matrícula, sobre todo, en ESO
y Bachillerato. El descenso repercute en la disminución de las dedicaciones de
los profesores de Religión y la pérdida de puestos de trabajo.
Espero que todos prestemos el máximo interés en
esta tema. Confío que los responsables de la Dirección de los Centros Escolares
sean siempre respetuosos de los derechos de los padres, de los alumnos y de los
profesores, y favorezcan su correcto ejercicio.
Con mi afecto, agradecimiento y
bendición,
+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de SantanderFuente: http://revistaecclesia.com/content/view/34257/53/
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