Educación, ¿qué pacto de estado?

Expertos educativos exigen libertad de centro y que la Religión no quede excluida de la escuela pública.

• Si los hombres no construyen, ¿cómo vivirán?
• BLOGS HO: Esperando a “Pactito” con ilusión, en Profesionales por la Ética REDACCIÓN HO / ANÁLISIS DIGITAL.-  Dentro de la celebración de Encuentromadrid 2010 en Madrid, este sábado tuvo lugar la mesa redonda Educación, ¿qué pacto de estado?, donde se anbordaron las principales cuestiones que preocupan a la comunidad educativa y que revisten especial actualidad ante la propuesta de pacto de estado que defiende el ministro Gabilondo. Entre las principales demandas innnegociables exigidas a dicho pacto. según coincidieron los ponentes, está la libertad de centro.
  Entre los ponentes invitados se encontraban Carmen Maestro, presidenta del Consejo Escolar del Estado; Alicia Delibes, viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid; Antonio Amate, secretario general de FEUSO; y Arturo Galán, vicedecano de la Facultad de Educación, UNED. La mesa estuvo moderada por Mª Carmen Carrón, profesora y Presidenta de ARCYP, quien a modo de breve introducción consideró que un pacto escolar es un tema de interés, importante y de actualidad y recordó la preocupante situación del sistema español, con el 30% de fracaso escolar.
  La moderadora lanzó varias preguntas a los ponentes: “¿Cuáles son las cuestiones más graves que afectan hoy al sistema escolar? ¿Recogerá el Pacto escolar grandes retos? ¿Qué aspectos son irrenunciables en el texto?”
  Los participantes no hicieron alusión alguna a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, obligatoria para todos los alumnos y, según muestran las miles de objeciones, rechazada por una gran parte de los padres. Sin embargo, sí coincidieron en la necesidad de un sistema educativo que respete la elección de centro, pues sólo los padres que lleven a sus hijos a colegios privados tienen la seguridad de poder escoger la educación que quieren que sus hijos reciban, y esto está contemplado en la Constitución. Por lo tanto, insistieron en que la Administración otorgue a los padres este derecho inherente para elegir el centro que mejor se adapte a sus convicciones y valores.
  Para la Presidenta del Consejo Escolar del Estado, el pacto propuesto por Gabilondo es aceptable. Aunque en las 137 propuestas no se incorpora una memoria económica ni se da la libertad de elección de centro, como antes se mencionaba, Carmen Maestro se mostró conforme con el texto del Gobierno. Sin embargo, los demás ponentes vieron carencias en el documento que tienen que ser contempladas.
  Según Antonio Amate, “el documento no es la medicina que necesita el sistema”. Sí reconoció que se plantea “alguna fórmula” para resolver algunas cuestiones pero pidió que fueran “más específicas”. Así, reclamó medidas más específicas, una educación personalizada y la libertad de elección de centro y, además, lanzó una cuestión sobre la mesa: “La Religión tiene que estar en la escuela pública”. En este sentido, destacó que también se ha de tener en cuenta a su profesorado.
  Por otro lado, Alicia Delibes señaló que en la propuesta de Gabilondo no se incorpora prácticamente ninguna novedad a lo que recogía la ley popular LOCE, y lo tildó de “indignante”. Igualmente, defendió la libertad de centro.
  Finalmente, Arturo Galán partió de que proponer un pacto significa que se ha reconocido que hay unas carencias y unos problemas y esto, afirmó, “es positivo”. Sin embargo, dijo que hay que “analizar la educación desde el punto de vista profesional teniendo en cuenta el dominio relativista y nihilista, cuyas consecuencias son importantes” y advirtió de la tentación de “renunciar al deber de educar bajo el pretexto de la libertad de los jóvenes”. “Un pacto –prosiguió- puede solventar ciertos problemas pero tenemos que conseguir que los alumnos se apasionen y se interesen por su estudio y por sus vidas”.
  Por último y a modo de resumen, manifestó que la Administración “no puede marcar las líneas ni planteamientos de cómo educar”. “La buena formación académica debe estar garantizada por el Estado pero como personas corresponde a padres y centros”.
  Vía: http://www.hazteoir.org/node/29463