A tenor de los programas electorales que las principales formaciones políticas han presentado para el próximo 23 de julio, la denominada “cuestión religiosa” no parece preocupar en exceso a la política española.
Lo que podría significar que la Iglesia Católica, como actor público y social, ha podido entrar en una dinámica de irrelevancia.
Esto no quiere decir que las materias que forman parte de la Doctrina Social de la Iglesia no sean abordadas de una forma u otra.
PSOE: una España que avanza en laicidad
El PSOE es el partido político que más espacio le dedica a esta cuestión en el marco de las políticas de memoria democrática. Quizá por el hecho de que lo referido a la libertad religiosa sea ahora competencia del Ministro de Presidencia y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Introduce por tanto un apartado sobre “Una España que avanza en laicidad”.
¿En qué consisten los avances en laicidad, concepto ambiguamente utilizado aquí, según el partido de Pedro Sánchez?
“El PSOE –señala el Programa- ha sido el partido político que ha impulsado dichos avances. Las leyes y normativas promovidas y aplicadas por Gobiernos socialistas sobre divorcio, interrupción voluntaria del embarazo, muerte digna, matrimonio entre personas del mismo sexo, igualdad entre mujeres y hombres, violencia de género… son expresión de espacios de laicidad conquistados por y para la ciudadanía, que siempre han tenido que vencer democráticamente la oposición de sectores conservadores, como ha sido el del Partido Popular”.
Normalización de la diversidad religiosa
A partir de ahí, reconoce que el Gobierno de Pedro Sánchez “ha trabajado intensamente en la normalización de la diversidad religiosa y el reconocimiento de las minorías”, desde los principios de “neutralidad y la igualdad del sistema de relaciones de los poderes públicos con el hecho religioso”.
De lo que se deducen las siguientes propuestas concretas, que ahora sí afectan a la Iglesia Católica de forma decisiva.
La primera, “reforzaremos las políticas de neutralidad religiosa en actos públicos y de representación del Estado, respetando todas las creencias y convicciones religiosas y cumpliendo el principio constitucional de laicidad”.
Trabajar con la Iglesia Católica
La segunda, en la que por primera vez cita expresamente a la Iglesia Católica: “Seguiremos trabajando con la Iglesia Católica en el marco del Acuerdo de Asuntos económicos, para avanzar en el compromiso asumido por la Iglesia de alcanzar por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades”.
Añaden también una propuesta de equiparación del régimen fiscal de las confesiones religiosas, que, por cierto, quedó pendiente en la tramitación parlamentaria en los momentos finales de esta pasada legislatura.
Valle de los Caídos
Un asunto que aparecerá tanto en el programa del PSOE como en el de Sumar es el Valle de los Caídos, ahora llamado de Cuelgamuros.
El PSOE dice que “culminaremos la resignificación del Valle de Cuelgamuros como Lugar de Memoria Democrática y procederemos a la creación de un centro de Interpretación”.
Sumar es más radical apuntando, dentro de una política “resignificación profunda del Valle de Cuelgamuros como lugar de reinterpretación crítica de la guerra y la dictadura”, que les llevará a desarrollar “mediante un decreto, el nuevo régimen jurídico y patrimonial del Valle. Además, instalaremos un centro de interpretación de última generación in situ, homologable a otros proyectos de Europa y América Latina. Continuaremos con las exhumaciones de los restos de las personas cuyos familiares así lo han solicitado y avanzaremos en la dignificación de las víctimas de la represión franquista allí inhumadas”.
PP: pocas palabras a la libertad religiosa
El PP, que presentó antes que el resto de partidos su programa electoral en forma de medias concretas, en esta ocasión es parco en referencias a lo que tiene que ver con la libertad religiosa en su programa.
Señala, en la medida 223, que “trabajaremos para garantizar el derecho fundamental de libertad religiosa, promoviendo el diálogo y la cooperación con las confesiones a través de los instrumentos jurídicos existentes”.
Añade que “se extenderán los beneficios fiscales a las confesiones religiosas con notorio arraigo y se potenciará el papel y la autonomía de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa”.
Esta referencia a la Comisión Asesora de Libertad Religiosa, institución que aparece en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa no es causal, dado que el Gobierno socialista la ha desactivado por la oposición que determinadas confesiones planteaban a sus políticas sociales de progreso.
Papel de la Fundación Pluralismo y Convivencia
Tampoco es inocente la referencia que dice “se revisará el papel de la Fundación Pluralismo y Convivencia para una gestión más eficaz con las confesiones”. Este organismo se ha convertido en el medio de financiación de actividades de corte laicista y en no pocas veces anticatólico.
Sumar obvia la cuestión religiosa en sí, en un programa plagado de referencias a los derechos fundamentales de las nuevas minorías.
Excepto cuando plantea el capítulo de Educación, en el que deja claro que “ninguna religión ni simbología religiosa formarán parte del currículo ni del horario lectivo obligatorios. La calificación obtenida en esta materia, de haberse cursado, no contará en ningún caso en el cálculo de la nota media de Bachillerato para acceder a la Universidad o para obtener ayudas al estudio o becas”.
Educación pública laica
La tesis de Sumar es clara: “La educación pública debe ser laica y respetar la libertad de conciencia de los niños y las niñas. El hecho religioso debe ser abordado en sus múltiples dimensiones como un elemento cultural y social de relevancia, pero las enseñanzas confesionales no deben integrarse ni en el currículo ni en el horario escolar”.
Vox y su referencia al Islam
VOX tampoco es que se prodigue en materias religiosas, excepto en sus referencias al Islam. He aquí sus propuestas:
“23. Cierre de mezquitas fundamentalistas. Expulsión de los imanes que propaguen el integrismo, el menosprecio a la mujer, o la yihad.
24. Prohibición de erigir mezquitas promovidas por el wahabismo, el salafismo, o cualquier interpretación fundamentalista del Islam. Exigencia del principio de reciprocidad en la apertura de lugares de culto. Rechazar e ilegalizar la financiación por parte de terceros países de lugares de culto en suelo español.
25. Exigir a los responsables de la religión islámica en España una absoluta colaboración para la detección de radicales. Exclusión de la enseñanza del Islam en la escuela pública”.
Aunque este tema no es tratado expresamente en el programa de estas elecciones, el Partido Por un Mundo más Justo declara esto en su reciente manifiesto (febrero 2023): «En cuanto a las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica, creemos que el Estado debe reconocer y apoyar las labores de carácter social, cultural y de desarrollo espiritual que realiza cotidianamente la Iglesia Católica; pero cualquier apoyo lo debe hacer situando a la Iglesia Católica en igualdad de condiciones con cualquier otra asociación civil o religiosa. No cabe, por tanto, privilegios tributarios que ninguna otra organización posee o la posibilidad de que se derive parte de la recaudación fiscal exclusivamente hacia ella en la declaración de impuestos. Tampoco el que se destinen recursos públicos para que se financie la asignatura de religión católica. Lo mismo valdría para cualquier otra institución religiosa o de carácter social o cultural». Este partido se declaró oficialmente como interconfesional en su último concreso, de febrero de este año: «Somos personas diversas en cuanto a lugar y país de nacimiento, origen social, género, orientación sexual, confesión religiosa y edad. Apreciamos esta diversidad y queremos que crezca. (...) Una de las fuentes de inspiración más importantes para muchas personas del partido viene del cristianismo y la experiencia de comunidades cristianas comprometidas socialmente. Pero el partido se entiende como un partido pluriconfesional: primero, porque aquí participan y son bienvenidas personas agnósticas, ateas y de toda religión y espiritualidad; y segundo, porque lejos de ser todo ello un impedimento, nuestro diálogo y reflexión política se enriquece con su contribución a la construcción de un mundo más justo y en paz». (Manifiesto M+J 2023, nº. 4)
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