Blog del Profesorado de Religión Católica: Para trabajar la Parábola del hijo prodigo

lunes, 11 de diciembre de 2017

Para trabajar la Parábola del hijo prodigo

EL HIJO PRÓDIGO
El pasaje del Evangelio elegido es: Parábola del hijo prodigo
Cita bíblica: Lucas 15, 11-32
Edad o nivel: Educación Primaria – 4º Curso
Elementos curriculares:
Contenidos – Bloque 3. Jesucristo, cumplimiento de la Historia de Salvación. El perdón de Dios: acciones y
parábolas de Jesús.
Criterios de evaluación – 3.1. Comprender el significado de algunas parábolas del perdón.
Estándares de aprendizaje – Analiza, comenta y crea relatos donde actualiza la parábola del hijo pródigo.
ACTIVIDAD PROPUESTA:
 Introducción:
Dinámica del vaso:
A cada alumno se le reparte un vaso de plástico y un palito, y comenzaremos a compartir acciones que
hayamos realizado y de la que no estamos orgullosos. Por cada “pecado” que compartamos se hará un
agujero al vaso, simbolizando el “daño” que deja. Cuando todos hayan acabado de compartir echarán agua
dentro del vaso la cual se saldrá por todos los agujeros del vaso. Luego se repartirá fiso para que tapen
todos los agujeros que antes han hecho. Taparán sus pecados y volverán a echar agua en el interior del
vaso. Esta vez, el agua no sale por los agujeros, lo que significa que Dios nos cura, nos perdona y nos ayuda
a seguir adelante. Al final se les dará a elegir entre un vaso nuevo y el vaso agujereado y arreglado, dando a
entender que Dios nos hace nuevos y nos da la oportunidad de continuar.
 Leer parábola: Parábola hijo prodigo. Lucas 15, 11-32.
Contó Jesús esta otra parábola: “Un hombre tenía dos hijos. El más joven le dijo: ‘Padre, dame la parte de la
herencia que me corresponde.’ Y el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después, el hijo menor
vendió su parte y se marchó lejos, a otro país, donde todo lo derrochó viviendo de manera desenfrenada.
Cuando ya no le quedaba nada, vino sobre aquella tierra una época de hambre terrible y él comenzó a
pasar necesidad. Fue a pedirle trabajo a uno del lugar, que le mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y él
deseaba llenar el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Al fin se puso a
pensar: ‘¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras que aquí yo me
muero de hambre! Volveré a la casa de mi padre y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti, ya no
merezco llamarme tu hijo: trátame como a uno de tus trabajadores.’ Así que se puso en camino y regresó a
casa de su padre.
Todavía estaba lejos, cuando su padre le vio; y sintiendo compasión de él corrió a su encuentro y le recibió
con abrazos y besos. El hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra Dios y contra ti, ya no merezco llamarme tu
hijo.’ Pero el padre ordenó a sus criados: ‘Sacad en seguida las mejores ropas y vestidlo; ponedle también
un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traed el becerro cebado y matadlo. ¡Vamos a comer y a hacer
fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y le hemos encontrado!’ Y
comenzaron, pues, a hacer fiesta.
Entre tanto, el hijo mayor se hallaba en el campo. Al regresar, llegando ya cerca de la casa, oyó la música y el
baile. Llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba, y el criado le contestó: ‘Tu hermano ha vuelto, y
tu padre ha mandado matar el becerro cebado, porque ha venido sano y salvo.’ Tanto irritó esto al hermano
mayor, que no quería entrar; así que su padre tuvo que salir a rogarle que lo hiciese. Él respondió a su
padre: ‘Tú sabes cuántos años te he servido, sin desobedecerte nunca, y jamás me has dado ni siquiera un
cabrito para hacer fiesta con mis amigos. En cambio, llega ahora este hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero
con prostitutas, y matas para él el becerro cebado.’
El padre le contestó: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero ahora debemos hacer fiesta
y alegrarnos, porque tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos
encontrado.´
 Ver vídeo parábola: https://www.youtube.com/watch?v=qY-ygC4p90g
 Preguntas reflexión:
PARÁBOLA:
- ¿Cómo es este Padre que nos señala Jesús en la parábola?
- ¿Cuáles son nuestros parecidos con el hijo menor y con el mayor?
- ¿Cómo ayudarnos unos a otros a “volver a la casa del Padre”?
REFLEXIVAS:
-¿En qué “malgastamos” nuestros dones? ¿Cómo aplicamos nuestros dones para ayudar a los demás?
- ¿Qué impedimentos ponemos para aceptar a los demás? ¿Nos alegramos de la suerte de mi amigo? ¿Y del
que no es mi amigo?
- ¿Qué persona adulta tenemos cercana que se comporte con nosotros como el Padre de la parábola?
Reflexión: La intención de Jesús con esta parábola es enseñarnos cómo es Dios. Dios es como ese padre, y
nosotros somos como el hijo menor y el hijo mayor. Necesitamos encontrarnos con la misericordia del
Padre, con el perdón que Dios nos regala, para que Él nos haga pasar, como al hijo menor, de la muerte a la
vida.
 Dinámica: Cuéntamelo
Desarrollo:
Se dividirán los alumnos por grupos. A cada grupo se les muestran 3 marionetas de 3 personajes diferentes
(a decidir) y a partir de ellos tienen que crear entre todos una historia en la que estén presentes las
acciones de perdonar, arrepentirse y alegrarse por el bien ajeno (una historia parecida a la parábola del hijo
pródigo). Cuando la hayan creado, el grupo la representará con las marionetas ante sus compañeros de
clase.
Mensaje/reflexión: Con esta dinámica reforzamos la parábola y los roles de cada uno de los personajes,
trasladándolos a una situación diferente y actual.
JUSTIFICACIÓN
A través de las preguntas sobre la parábola y las preguntas de reflexión comprobaremos el grado de
comprensión de la misma. Posteriormente, con la realización de la dinámica “cuentámelo” podremos
evaluar, de manera divertida y amena, la capacidad de interiorización del mensaje que pretende transmitir
la parábola del hijo pródigo, la parábola del perdón.
AUTOR: Rocío Naveros Zayas

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