Blog del Profesorado de Religión Católica: Educar en valores: el respeto

martes, 7 de noviembre de 2017

Educar en valores: el respeto

Nombre: María Luisa.

Apellidos: Cortés Bellido.

Asignatura: Didáctica de la Religión Católica.

Curso: 2017/2018.

Recurso didáctico para la enseñanza de la moral.

Contenido moral o valor cristiano: El respeto.

URL o bibliografía:
Las conejitas que no sabían respetar. Cuento para niños. (n.d.). Recuperado de
https://www.guiainfantil.com/articulos/ocio/cuentos-infantiles/las-conejitas-que-nosabian-respetar-cuento-para-ninos/

Edad: 4 años.

Elementos curriculares:
· Contenidos
-Dios quiere que nos amemos como él nos ama. Las actividades diarias como
medio para construir la vida familiar y las relaciones con los demás, según el plan
de Dios.
-La manifestación del amor cristiano en gestos concretos: saludar, ayudar,
compartir las cosas, perdonar y ser perdonados, y ayudar a los compañeros.
-El comportamiento con los amigos, los compañeros de la escuela y las personas
del entorno.
· Criterios de evaluación
-Adquirir el gusto por el buen obrar.
-Apreciar los valores cristianos que facilitan la convivencia.
· Estándares de aprendizaje
-Asume algunos valores que Jesús le enseña: compartir las cosas, perdonar y
ser perdonados, y ayudar a los compañeros.
-Aprecia los valores cristianos que facilitan la convivencia. Respeta a los demás,
a sus libros y a sus juegos.
-Progresa en las actitudes para amar y ser amado.

Actividad:
Antes de comenzar, el maestro o maestra prepara un ambiente tranquilo en el aula y
cuenta el cuento, mientras el alumnado se sienta en el suelo para escuchar y atender dicho
cuento.
Cuento: Las conejitas que no sabían respetar.
Había una vez un conejo que se llamaba Serapio. Él vivía en lo más alto de una montaña
con sus nietas Serafina y Séfora. Serapio era un conejo bueno y muy respetuoso con todos
los animales de la montaña y por ello, lo apreciaban mucho. Pero ellas eran diferentes.
No sabían lo que era el respeto a los demás. Serapio siempre pedía disculpas por lo que
ellas hacían. Cada vez que ellas salían a pasear, Serafina se burlaba diciendo:
-Pero mira que fea está esa oveja. Y mira la nariz del toro.
-¡Sí, mira que feos son! respondía Séfora delante de los otros animalitos.
Así iban molestando a los demás, todos los días.
Un día, el abuelo cansado ya de la mala conducta de ellas, se le ocurrió algo para hacerlas
entender y les dijo:
-Vamos a practicar un juego en donde cada una tendrá un cuaderno. En él escribirán la
palabra disculpas cada vez que le falten el respeto a alguien. Ganará la que escriba menos
esa palabra.
-¡Está bien abuelo, juguemos! respondieron al mismo tiempo.
Cuando Séfora le faltaba el respeto a alguien, Serafina le hacía que escribiera en su
cuaderno la palabra disculpas, así Séfora tendría más palabras y perdería el juego. De
igual forma Séfora también a Serafina cuando faltaba el respeto. Pasaron los días y hartas
de escribir, las dos se pusieron a conversar:
-¿No sería mejor que ya no le faltemos el respeto a los demás? Así ya no sería necesario
pedir disculpas.
Entonces, Serapio tuvo que felicitar a ambas porque ya no tenían quejas de los
vecinos. Les pidió a las conejitas que borraran todo lo escrito hasta que sus cuadernos
quedaran como nuevos. Las conejitas se sintieron muy tristes porque las hojas del
cuaderno no quedaban como antes.
Luego, se lo contaron a su abuelo y él les dijo:
-Del mismo modo queda el corazón de una persona a la que le faltamos el respeto. Queda
marcado y por más que pidamos disculpas, las huellas no se borran por completo. Por eso
recuerden, debemos respetar a los demás así como nos gustaría que nos respetaran a
nosotros.
¡Yo colorín, colorado...este cuento se ha acabado!
Tras contar el cuento, se realiza una serie de preguntas elaboradas propiamente, al
alumnado sobre ello, para ver si ha comprendido el cuento y el valor del respeto:
-¿Qué personaje os ha gustado más? ¿Por qué? ¿Cómo era?
-¿Qué le pasaba al abuelo con sus nietas?
-¿Qué idea tuvo el abuelo?
-¿Por qué las conejitas se pusieron tristes?
-Entonces, ¿por qué creéis que hay que respetar a los demás?
-¿Cómo os sentiríais si os faltara el respeto?
-¿Qué haríais después si faltarais el respeto a un compañero o compañera?

Justificación:
Como valor moral he escogido el respeto, ya que es muy importante para una buena
convivencia social, evitando así conflictos. El respeto empieza primeramente en uno
mismo, es decir, tener respeto hacia uno mismo lleva a respetar a los demás. Por ello, es
necesario tener empatía, ponerse en el lugar de la otra persona para entenderlo. Cada
persona es libre en tener por ejemplo, sus propias ideas, sentimientos, opiniones, su propio
físico, etc. esto nos lleva a aceptar a las personas y a la diversidad. De esta manera, entre
todos y todas podremos ser mejores personas, construyendo una sociedad más justa, libre,
segura y pacífica. Es primordial educar en valores en las escuelas desde edades muy
tempranas y esto es algo que a veces dejamos de lado, anteponiendo otros aspectos como
lo académico. Una forma de tratar el valor del respeto es a través del cuento, ya que es un
recurso muy divertido y atractivo para los niños y niñas y con él se desarrolla la atención,
la escucha, la memoria, la comprensión verbal y lectora, la expresión verbal, el
vocabulario y la imaginación, ayudando todo ello a comprender con facilidad valores
morales o cristianos.
Para valorar los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje, decir que se
realiza a través de la observación directa de manera cualitativa y explicativa redactando
y anotando en el diario de campo los procesos de enseñanza y aprendizaje, es decir,
viendo a través de las preguntas y el diálogo si ha comprendido bien el alumnado, el
cuento y el valor moral. Además, se realiza una lista de control (cuestionario de escala
Likert) de dicha actividad, colocando como ítems los objetivos y marcando si se han
alcanzado (poco, algo o mucho), anotando alguna observación necesaria tanto individual
como grupal, se comprueba también los contenidos, si se ha obtenido unos conocimientos
y si ha sido una actividad divertida para el alumnado, además de otros aspectos.

Autor: no aparece autor o autora del cuento.

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