Blog del Profesorado de Religión Católica: Adolfo Sillóniz: "Me gustaría que la Religión estuviera en la escuela por un planteamiento pedagógico, y no por imperativo legal"

viernes, 14 de junio de 2013

Adolfo Sillóniz: "Me gustaría que la Religión estuviera en la escuela por un planteamiento pedagógico, y no por imperativo legal"

(Jesús Bastante).- Adolfo Sillóniz es uno de los últimos fichajes de Religión Digital. Viñetista y autor del blog "Fábulas", es responsable de formación de profesorado de religión online de PPC-SM. Fue durante 17 años profesor de Religión,  y opina que el tema de esta asignatura en la escuela pública "es una  discusión recurrente, que para los profesores de Religión ha supuesto  mucho desgaste".
Respecto a la integración total de los profesores de Religión en los claustros, piensa que "por una parte hay pereza administrativa, y por otra, reparos ideológicos",  y confiesa que le gustaría que la Religión estuviera en la escuela "por  un planteamiento pedagógico, y no por imperativo legal".
A pesar de todo, le augura "vida larga a la clase de Religión", y nos regala sus viñetas, con las que intenta "dar forma visual a las encrucijadas que tiene la Iglesia".
 
¿Estás cómodo en tu espacio en RD?
Muy cómodo y muy honrado. Dibujar para mí es una afición, un hobby,  con el que intento dar algún sentido y algún concepto, pero desde un  punto de vista muy aficionado y muy poco técnico (no tengo cualificación  como pintor o como dibujante). Estoy muy agradecido de que me hayáis  acogido en la casa, para poder tener un espacio en el que expresar cosas  que me preocupan. Una afición grata se hace mucho más grata al poderla  compartir con la gente.
 
¿Son tus viñetas en RD muestra de tu época como profesor de Religión, en la que tenías que esforzarte por llegar a los chavales?
Sin duda. Fui profesor de Religión en todas las etapas, y una buena parte de ese tiempo en la escuela pública.  Fue un desafío importante: ser fiel a la tarea, cómo motivar, cómo  utilizar la imaginación para que la gama de recursos sea amplia... Y uno  de los recursos que empecé a utilizar de forma tentativa, pero que  después se fue consolidando, era el dibujo en la pizarra. Solía llenar  la pizarra de dibujos que apoyasen lo que quería transmitir. Vi que  funcionaba razonablemente bien a pesar de que no soy un gran dibujante, y  eso hizo que quizá que cuando dejé de dar clase de Religión en la  enseñanza obligatoria (luego seguí en la universidad), se convirtió en  un hobby al que de un tiempo a esta parte le he dedicado un poco más de  tiempo. Ahí se fue fraguando la idea del proyecto Fábulas, que está  teniendo una andadura agradable.
 
En tus viñetas al algunos personajes fijos, como el cuervo  Melíades y la tortuga Vera. ¿Quiénes son? ¿Irán saliendo más personajes?
Más que personajes, son actitudes acerca del mundo, de la Iglesia, de lo que es y de lo que debería ser...  Si nos descuidamos, todos podemos tener algo de Melíades, y yo quiero  pensar que tengo bastante de Vera. Intento reflejar y expresar todo  esto. Curiosamente, algunos amigos les han dado interpretaciones  psicológicas que yo no pensaba, lo cual es delicioso. Uno tiene una idea  en la cabeza, pero la pone como una penúltima palabra.
 
¿El arte es propiedad no sólo de quien lo hace (el artista), sino también del público al que se dirige?
Sin duda. No es bueno dar muchas explicaciones sobre una obra de  arte, porque el espectador debe tener la oportunidad de percibir las  cosas como quiera. Cuando alguien te describe y te sugiere una  interpretación distinta, resulta muy agradable y muy gratificante. Uno  llega a pensar "igual tienes tú más razón que yo". Mi blog es una propuesta abierta, y quien tiene la amabilidad de ver la viñeta y hacerla suya, entra a formar parte de este pequeño proceso creativo.
 
¿Melíades no es uno de los cuervos del Vatileaks?
No. La idea es previa a que sucediera todo eso. Alguien me dijo que  el proyecto iba a quedar un poco contaminado por este asunto, pero yo  pienso que no, porque tiene un sentido distinto. A medida que vayan  saliendo las viñetas, quienes las vean sacarán sus propias conclusiones.  La idea no fue originada en absoluto por los cuervos del Vatileaks.
Decía Umberto Eco que quien propone algo artístico luego debe  desaparecer, en el sentido de no interferir en el proceso de  interpretación de quien lo ve.
 
¿Cuál es tu instrumento de dibujo?
Ahora el iPad. Para mí ha sido un descubrimiento de las  grandes tecnologías. Utilizo un programa muy sencillo y muy baratito  para alguien que, como digo, es un aficionado, sin grandes pretensiones  técnicas. Procuro darle a los episodios de los cuervos un toque  antagonista (uno habla seriamente y otro con un poco de humor...), y  siempre procuro poner un escenario urbano, como el skyline de algunas  ciudades. Pienso que el contexto urbano tiene un especial sentido.
 
¿Cómo una especie de torres de Babel que creamos para intentar llegar al cielo?
Sí. Me ayudan a contextualizar.
Vera también tiene su antagonista, que es crítico con el carácter  utópico y soñador de Vera. Vera tiene un sueño, que es vivir sin  caparazón, y su antagonista introduce un elemento de realismo (o de  pesimismo), y a veces sus diálogos están llenos de dureza y de crudeza.  Creo que la realidad está teñida de esos dos aspectos.
 
¿Se encuentran Vera y Melíades en alguna viñeta?
No. Son dos aspectos que van en paralelo. Creo que tienen un cierto  carácter complementario, pero están pensados para que sus dibujos se  publiquen de forma alterna. Veremos el ritmo de los acontecimientos y  hacia dónde evolucionan. La actitud de los cuervos es quizás más estable  y más permanente, pero Vera tendrá que hacer algo con su sueño.
 
Es curioso que los cuervos, que tienen alas, sean los que están  más estáticos, y sin embargo la tortuga, que es la imagen de la  lentitud, sea la que siempre está en movimiento
Sí, me parecía un buen contrasentido. La idea de la tortuga ya la  había expresado en relatos hacía tiempo, la de los cuervos es algo más  reciente.
 
Hacen recordar a Esopo
Hay algo de eso, sí. Es un antecedente glorioso. Siempre he pensado  cómo expresar distintos aspectos, sobre todo en lo referido a la  realidad religiosa o al hecho religioso (realidades abstractas). Tener  que explicárselo a un niño de infantil o a un chaval de bachillerato  siempre me ha hecho aguzar el ingenio buscando el rigor y la hondura,  pero a la vez la forma amable o simpática de transmitirlo. Y lo de los animales siempre me ha parecido un recurso apropiado y sugestivo. Me apunto a la abrumadora tradición de Esopo y otros tantos.
 
¿Qué pretendes con estas Fábulas? ¿A quién quieres llegar, o qué te gustaría que quedara de ellas?
Tengo la pretensión no tanto de aportar una reflexión externa, como  de dar forma visual a una serie de sentimientos bastante extendidos. Dar forma a la realidad social y religiosa, a las encrucijadas que tiene la Iglesia ahora.  Hacer una interpretación, posicionarme. No pretendo ser maestro ni  transmitir un mensaje, sino dar forma gráfica y claridad a algo que está  latiendo, y que puedo tener la fortuna de expresar con unas pocas  frases. Yo no me invento nada.
 
¿Tienes alguna viñeta sobre la situación actual de la clase de Religión, que es tu otra vocación?
El proyecto Fábulas está pensado en otra clave, pero sin duda la clase de Religión me preocupa y me ocupa (una buena parte de mi quehacer profesional), y más en este momento.  Los medios de comunicación hablan de "privilegio", y algún político tuvo  la expresión desafortunada de decir que se pretendía "equiparar el Ave  María al álgebra". Desde ciertos sectores de la Iglesia también hay una  posición muy crítica en cuanto a la clase de Religión, pero mi postura es de defensa y de apoyo.
 
¿Defiendes su presencia en la escuela pública?
Sí. Hay quienes dicen que "Dios no cabe en una asignatura", y por supuesto que no cabe, pero el saber religioso sí. Hay una forma de presencia de la Religión en la escuela diferenciada de la catequesis,  que consiste en acercar y en hacer interactuar a los niños y a los  jóvenes que tienen una dimensión espiritual o religiosa latente, que  forma parte de sus potencialidades; con una parte de la cultura que está  relacionada con el hecho religioso. Se ponen en interacción esas dos  realidades con las dimensiones del alumno, para hacerlas crecer y para  hacerlo competente ante la comprensión de la realidad, que es una de las  funciones de la escuela; junto al trasvase de lo más cualificado del  acervo cultural.
 
¿Piensas que los alumnos que no optan por la enseñanza de la  Religión pueden no tener acceso a determinadas claves desde el punto de  vista cultural, que les serían útiles, sin ir más lejos, en una visita  al Museo del Prado? ¿Crees que la jerarquía de la Iglesia no ha  explicado suficientemente bien que en la clase de Religión no se hace  catequesis?
Nuestro ordenamiento jurídico señala, a través de una norma de carácter internacional que son los acuerdos Iglesia-Estado (del  año 79), que es coherente la existencia de un modelo confesional de la  enseñanza de la Religión. Hay más países de Europa que tienen un modelo  confesional así. Mi juicio personal es que no es el modelo idóneo, pero tampoco creo que sea un modelo incompatible con los fines de la escuela. El modelo que creo que es más favorable es el que se inició en la extinta y non nata LOCE,  que no se llegó a iniciar tras la pérdida de las elecciones del Partido  Popular. Este modelo establecía una doble modalidad: una no confesional  (de estudios científicos, y con un currículo que integrase lo principal  de las grandes religiones de nuestro país). Nuestro país es diverso.  Tiene una fuerte y maravillosa tradición cristiana, pero no se puede entender España sin el Islam o sin la tradición judía.  Y hoy las aulas son más diversas de lo que eran hace 20 o 30 años,  cultural, étnica y religiosamente. La otra modalidad que se ofrecía era  la confesional.
Habría que hacer un matiz, porque la enseñanza confesional de la  religión no significa una variante catequética, sino que prevalece  fundamentalmente el currículo de esa confesión. Sería un error, incluso  para los modelos de enseñanza confesional, que hablasen sólo de lo suyo.  Lo que significa es que prevalece la perspectiva propia, vinculada a  una comunidad viva. La religión es un ente vivo, no es algo abstracto, ni un residuo de museo. Y eso es complementario pero diferenciado de la clase de Religión.
Los obispos de nuestro país en el año 79 hicieron un maravilloso documento que dejaba este aspecto muy claro. Ahora, en cambio, hay un planteamiento de cierta ambigüedad.
Yo conozco a muchos profesores. Afortunadamente, en  mi vida  profesional, me ha tocado viajar mucho y dar muchos cursos, ayudar a  organizar eventos... y ahora soy responsable en cierta medida de los  contenidos que aparecen en los libros de Religión. Mucha gente piensa  que los profesores imparten catequesis, pero eso no es cierto. Es  verdad que hay una parte de profesores que interpretan su clase como una  cátedra desde la que transmitir sus convicciones, y eso sí es  catequesis. Hay otra parte que, aunque el marco sea confesional, tal  y como desempeñan su misión imparten su clase con un modelo  aconfesional en la mente. Y luego está el grueso de profesores, con los  que yo he hablado muchas veces, que se sienten cómodos con el modelo  confesional pero tienen muy claro que la clase de Religión en la escuela  pública se diferencia de la catequesis, en los objetivos, en el  planteamiento y en las reglas de juego que tiene el ámbito escolar, y  que hay que cumplir. Son disciplinas diferenciadas y complementarias.
Los sectores más críticos y más laicistas dicen que en la práctica no  se diferencian, y es verdad que no hemos llegado a un 100% de  diferenciación. Pero la mayoría de los padres eligen la clase de Religión para sus niños, y creo que esto es importante. Otro dato es relativo a la situación de los profesores de Religión, que  no se sienten reconocidos en sus claustros o viven en ellos dentro de  un ambiente hostil en muchos casos. Lo que ocurre es que los profesores  más beligerantes no aceptan la enseñanza de la Religión, pero sí aceptan  y respetan la figura del profesor, que en muchos casos es ejemplar.
 
¿Tiene esto que ver con el proceso de entrada de los profesores de  Religión, que no tienen que pasar, por ejemplo, por unas oposiciones?
Sí. Esto hace que la situación del profesor de Religión en el claustro sea más complicada aún.
 
Serías partidario de que los profesores de Religión fueran integrados plenamente en el claustro?
Sí. A efectos prácticos lo están, salvo por alguna limitación (asumir  cargos directivos, por ejemplo). Lo que yo veo es que el profesorado de  Religión está bien dispuesto a que su proceso de entrada se haga por el  mismo canal que el de sus compañeros. No son ellos los que se oponen a  una oposición. Pero la estructura legal hace difícil que la Conferencia Episcopal vea ese aspecto oportuno.
 
¿Piensas que los obispos no darán ese paso en algún momento?
El marco jurídico confiere a la Conferencia Episcopal esa  prerrogativa, y es una ley difícil de cambiar porque tiene rango  internacional y está en la Constitución. Son palabras mayores. Uno de  los avances consistió en dar cierta autonomía en los destinos al  profesor, el reconocimiento de trienios en algunos casos... Se han dado  pasos. Y también es de agradecer el apoyo de los obispos y las diócesis.  Hace años reclamábamos esto, más cariño, pero ahora no hace falta.  Todos los obispos reconocen y valoran al profesorado. Respecto a este  paso al plantel oficial, parece que por una parte siempre hay pereza administrativa, o reparos ideológicos en otros casos; además del marco jurídico, que hace que no sea viable a corto plazo.
Sin embargo, a mi juicio, sí sería deseable y necesario.
 
¿Lo religioso en este país sigue siendo motivo de controversia?  ¿No se está utilizando la clase de Religión para tapar otros temas más  relevantes del anteproyecto de ley de reforma educativa?
Es una discusión recurrente, que para todos los profesores de  Religión ha supuesto mucho desgaste. Parecía que en el proceso de  elaboración de las últimas grandes leyes la Religión era el gran tema,  cuando estaban sobre la mesa temas como el fracaso escolar, becas,  conciertos, financiación, competencias, evaluación externa, o cuestiones  sobre soporte pedagógico o acceso a un aprendizaje significativo. En  definitiva, aspectos de fondo.
A mí me gustaría que la Religión estuviera en la escuela con un planteamiento pedagógico,  es decir, porque responde y contribuye a los fines de la escuela. En  cambio, por las últimas leyes parece que la Religión está por un  imperativo legal. Éste no es el planteamiento ideal. Si está en la  escuela, tiene que estar con las mismas reglas que el resto de materias,  y la evaluabilidad forma parte de ellas.
 
¿Piensas, entonces, que la asignatura de Religión debe ser computable?
Todo proceso pedagógico tiene que terminar con una evaluación.  Luego, que esta evaluación compute, es una cosa distinta. Esto es un  aspecto más administrativo, pero el debate de fondo no se ha hecho bien.
 
¿Y la alternativa?
La alternativa ofrece un modelo más estable, el de hace tres décadas. Intelectualmente, que los alumnos de Religión no den contenido ético chirría.  Es un modelo que soluciona algunos aspectos, porque con la LOE la  alternativa era inexistente. Pero, desde el punto de vista intelectual,  no es, a mi juicio, la solución ideal. La honda reflexión que hay sobre  la mesa es el modelo de la doble modalidad.
 
Otra propuesta que ha sido muy criticada desde la Conferencia  Episcopal es que la clase de Religión se imparta a primera o a última  hora. ¿Consideras, como muchos profesores, que esta medida le quitaría  rango a la asignatura, o que reduciría el número de alumnos?
Ese modelo podría ser muy lesivo para la asignatura cuando la alternativa es inexistente.  Se ha creado un estado de opinión más contrario al profesor de  Religión, acusándoselo de privilegios, y a mí me preocupa que el sufrido  profesorado, que es muy entregado, muy creativo y muy profesional, y  que además todos los años está sometido al referéndum de si se apuntan o  no se apuntan, tenga que pasar por eso. Los resultados de estos años,  con tantas leyes, son adversos.
 
¿Crees que se va a mantener el porcentaje de alumnos en la clase de Religión?
Quizá va a tirar a la baja, pero no de una manera brusca. Hay  administraciones muy beligerantes con la asignatura, en cuanto a la  asignación de horas, por ejemplo; y esto supone una cierta deslealtad  hacia el colectivo de profesores, que hace muy bien su trabajo, por  parte de algunas comunidades. Pero yo le auguro vida larga a la clase de Religión, con este formato o con otro más idóneo.
Fuente:
http://www.periodistadigital.com/religion/educacion/2013/06/14/adolfo-silloniz-me-gustaria-que-la-religion-estuviera-en-la-escuela-por-un-planteamiento-pedagogico-y-no-por-imperativo-legal.shtml

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