Blog del Profesorado de Religión Católica: Adviento (preparación de la Navidad) 1º ESO

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Adviento (preparación de la Navidad) 1º ESO



ACCIÓN PASTORAL Y TUTORIAL

PROGRAMACIÓN-EVALUACIÓN
CURSO 2011-12


TUTORÍA Nº: .............                                                                    FECHA: 7 de diciembre de 2011

CURSO: 1º ESO

TEMA: Adviento (preparación de la Navidad)

ACTIVIDAD/ES:
q  Lectura del cuento “ABC”
q  Elaboración de un acróstico de “Adviento”
q  Amigo invisible
q  Entregar circular informativa de la campaña

MEDIOS/RECURSOS:
q  Sentido del Adviento y Navidad (material para el tutor-ver anexo 1)
q  Cuento ABC (material para el tutor-ver anexo 2)
q  1 cartulina grande por clase para el acróstico
q  Tarjetas para el amigo invisible
q  Tarjetas, cartulinas… para el acróstico del amigo invisible (se puede dejar para que cada alumno utilice el material que quiera)


EVALUACIÓN:

Marca con una “X” el grado de consecución de cada uno de los objetivos programados para esta sesión de tutoría.

Objetivos
Nada conseguido
Poco conseguido
Bastante conseguido
Totalmente conseguido
Presentar el adviento como un tiempo de preparación para la venida de Jesús




Crear lazos entre compañeros, invitándolos a pensar en lo que se aportan los unos a los otros.




Presentar la celebración navideña como un momento de alegría para los testigos y seguidores de Jesús




















OBSERVACIONES:


Desarrollo de la sesión:

  • Presentación del tema: explicar brevemente que ha comenzado el adviento y lo que eso significa (ver anexo 1)

  • Lectura del cuento (ver anexo 2-se puede dramatizar entre tres alumnos: narrador, cura, niño, todos)

  • Breve diálogo sobre el cuento (se pueden sustituir estas preguntas por otras):
    • ¿Qué os ha parecido esta historia? ¿Qué os ha llamado la atención?
    • ¿Qué podríamos aplicar de la misma en nuestra vida?
    • Otras preguntas que surjan en el diálogo…

  • Realización de un acróstico con la letras que forman la palabra “Adviento” para decorar la clase: se les podría introducir la actividad diciendo algo así: estamos a punto de estrenar el adviento, el tiempo que nos prepara para vivir la Navidad, por eso ahora vamos a hacer algo parecido a lo que hace el niño del cuento; vamos a hacer un acróstico con la palabra Adviento en el que vayamos formando frases que expresen nuestros deseo de buenas noticias para este tiempo. Se puede hacer todos juntos e ir escribiéndolo en una única cartulina o bien en grupos pequeños, en ambos casos el resultado final serviría para decorar la clase y recordarnos lo que nos hemos propuesto.

  • Amigo invisible: lo que tienen que regalarle en la próxima tutoría o clase a su amigo es un acróstico diciendo lo bueno que han descubierto en él.



Anexo 1 (material para el tutor):

1. ¿Qué es el Adviento?
El término Adviento, "Adventus" en latín, "venida", es una adaptación de acontecimientos paganos:
Adviento de una divinidad o del emperador
La palabra se usaba el día en que llegaba o venía el dios, o el emperador (que también era considerado divinidad). El pueblo destacaba estos momentos de "visita" organizando fiestas y ambientes lúdicos para que el visitante encontrase todo a su gusto.
Con el paso del tiempo, en la época cristiana, la Iglesia utilizó este nombre aplicándolo a la venida de Cristo. Esto comenzó a instaurarse en el siglo IV. Los siglos anteriores, la atención del culto, giraba en torno a la Pascua. La Pascua anual y la que se celebra cada domingo, era el único misterio de Cristo a recordar. En la noche pascual también se celebraba en parte "esa venida del Señor" (¡Ven, Señor!), y que más tarde pasó a ser frase cumbre del sentido espiritual del Adviento.
El solsticio de invierno
Era una fiesta pagana que consistía en honrar al sol y a la luz. En Occidente esta fiesta se celebra el 25 de diciembre; es el Dies Natilis Solis Invicti (Día del Nacimiento del Sol Invencible). Se refiere al sol que vence las tinieblas después de que han empezado a aumentar los días tras el solsticio de invierno.
Esto se aplicó a Cristo, Luz del mundo. Cristo es la luz, el sol que nace, que alumbra a los hombres y les da vida. Con esta lógica la cristianización de la fiesta estaba resuelta. Así se puso este día como el día del nacimiento de Cristo, no porque fuese el día de su nacimiento real o histórico.
Al igual que en Occidente, también se celebraban en Oriente las fiestas del solsticio de invierno, las fiestas de la victoria de la luz sobre las tinieblas, pero se realizaban el 6 de enero, cuando ya hay un cierto aumento de la luz. De ahí que en Oriente el nacimiento de Cristo lo pongan este día, llamado por nosotros, la Epifanía. En Alejandría, durante la noche del 5 al 6 de enero, se desarrollaba el rito de la procesión de la diosa Koré. Ésta era una virgen y había engendrado al mundo. Al cristianizar esta fiesta se celebra evidentemente el nacimiento de la luz verdadera que ilumina al mundo: Jesucristo.
Navidad y Epifanía
Navidad y Epifanía son nombres distintos pero que surgen como resultado de la cristianización de fiestas paganas:
- El Adventus como "Nacimiento" fijaba sus preferencias en el acontecimiento de Cristo que viene, que nace y se hace presente en la noche de Belén.
- El Adventus como "Epifanía" subraya la manifestación y la universalidad. Jesús trae la salvación a todas las personas de la humanidad entera.
Por esto la Iglesia romana extiende la celebración de Navidad hasta el 6 de enero.
Desde entonces la vida cristiana gravitaría en dos polos, la fiesta de la Navidad y la Pascua. Para la organización de dichas fiestas se estableció con el correr de los años, un período de preparación.
Así nacieron la Cuaresma y el Adviento.
En el siglo VI se tienen noticias ciertas de una preparación para la celebración de la Navidad que estaba caracterizada por algunos días de ayuno y oración intensa. El Adviento cristiano, centro desde el principio su atención en la disposición de toda la comunidad para celebrar la fiesta de la Navidad con un fuerte espíritu de gozo, pero al mismo tiempo acentuaba la perspectiva de la segunda venida de Cristo, para la cual era necesario estar preparado, realzándose el aspecto de conversión personal.

2. EI Adviento en nuestra cultura
El Adviento prepara una de las mayores fiestas del año: la Navidad. Las calles, las casas, las ciudades enteras son adornadas con guirnaldas, árboles de Navidad, nacimientos, y en los países del hemisferio norte, en donde coincide con el invierno, acompañan la Navidad: muñecos de nieve, renos, trineos, campanillas, cantos-villancicos, abetos y frío. Todo esto hace que el tiempo de preparación a la Navidad sea un momento entrañable, de hogar, de unión familiar, de cenas y aguinaldos.
Pero más que nunca se está perdiendo el verdadero sentido del Adviento cuando todas estas reuniones, decoraciones y ambiente se hace sin saber por qué. ¿Realmente toda nuestra sociedad sabe que preparamos la venida de Jesús?
Hasta hace muy poco tiempo la Navidad no era celebrada como lo solemos hacer hoy día, es más no existían ni villancicos. Los cristianos iban sólo a las iglesias y no había una relevancia social de la Navidad.
Será en el siglo XIX cuando surja el árbol decorado, las tarjetas de felicitaciones, los villancicos... Pero el siglo XX le dará un nuevo giro con la llegada del comercio y el afán de consumo. El Adviento, al principio, se reservaba para las iglesias como días litúrgicos especiales de preparación a la Navidad. Actualmente, sigue siendo así, pero cargado de otros complementos sociales y alejados de lo religioso: compras de regalos, del árbol de Navidad, preparación de cenas de trabajo, espera de la paga extraordinaria para tomar unos días de vacaciones...
Con estas acciones se ha logrado que la actual fiesta de Navidad, y del Adviento, no tenga mucho que ver con su sentido original, haciéndola pasar de una fiesta religiosa a una fiesta comercial.

3. Evangelizar de nuevo al adviento
El Adviento debería ser un tiempo para profundizar en el misterio de nuestra salvación, un momento propicio para la oración personal y familiar, y una ayuda para el crecimiento en el amor y en la solidaridad. Los cristianos recordamos que Jesús, siendo Dios nos retuvo para sí la gloria que merecía como Dios. Como dice san Agustín, se hizo pobre para que nosotros nos hiciéramos ricos; compartió con nosotros todo lo que tenía, incluso su Madre, la Virgen María.
El Adviento ha cedido el paso a otros componentes que se han introducido en la cultura actual. Todos los esfuerzos de la Iglesia por convertir una fiesta pagana en una fiesta cristiana, no sólo se han visto neutralizados, sino que vuelve a ser una fiesta pagana como en sus orígenes.
Tendríamos que preguntarnos ¿qué hacer entonces?
La mejor respuesta es realizando una re-evangelización del tiempo navideño, buscando de nuevo su sentido y sabiendo que la figura que nos reúne en familia, que nos hace más humanos y cariñosos los unos para con los otros, es Jesús que nace en Belén.
Ahora más que nunca, los encargados de las parroquias, los educadores, los catequistas, las familias, deben "evangelizar" el Adviento y la Navidad para recuperar su origen y fundamento. Mostrar a Cristo presente en medio de su pueblo, sin adulterarlo ni compartirlo con otras tentativas, es una tarea difícil pero hermosa. La nueva evangelización de la Navidad cobra más fuerza cada vez.
4. Para profundizar el Adviento
Rezar la corona de Adviento
La corona de Adviento es una tradición simbólica iniciada en Europa por los luteranos, quienes trenzando una serie de ramas de pino verde, querían expresar la esperanza cristiana, de que en la segunda y definitiva venida de Cristo, él mismo "coronará" toda una vida llevada a cabo de acuerdo al Evangelio. La Iglesia católica adaptó al ciclo litúrgico del Adviento esta práctica, en donde cada vela representa cada uno de los domingos del Adviento. Está formada por cuatro velas, signos de la espera. Cada uno de los cuatro domingos de Adviento se enciende una vela. En algunos sitios ponen una vela blanca en el centro, que será encendida el día de Navidad.
Vivir la liturgia de este tiempo
Una vivencia hecha con profundidad, preparando bien la Palabra de Dios, las oraciones, los momentos de reconciliación y el recuerdo a la Virgen. Subrayando la esperanza.
Poner un bonito nacimiento
Además del árbol de Navidad, como elemento decorativo, un buen nacimiento ayuda a centrar la Navidad. Es el recuerdo del nacimiento de Cristo. Aprovechar para explicárselo a los niños. Contémosles el relato del nacimiento de Jesús, la llegada de los magos, la vida sobre José y María, la vida en aquellos tiempos. Mostrar y proponer la cercanía de un Dios que se hace uno de nosotros en la humildad del pesebre.
Dar otro sentido a nuestras compras navideñas
Navidad es tiempo de compartir y no precisamente de comprar. Si compras, hazlo con el deseo de compartir con los demás la alegría de dar. Que tu compartir sea un verdadero signo de amor y fraternidad buscando imitar a Cristo, que se entregó a nosotros para que tuviéramos vida abundante.
Preparar campañas solidarias
En muchos sitios se realiza la "operación kilo y juguetes". Se recogen kilos de comida: bolsas de legumbres, latas, tetrabriks; y juguetes que pueden donar las familias. Todo esto para que puedan comer y jugar personas y niños que no tienen, ni pueden celebrar una Navidad en condiciones.


Anexo 2: Cuento ABC

En un barrio de Río de Janeiro se reunieron unos obreros en la Nochebuena para celebrar la misa de Navidad.
-          Siempre está viva la fe en el corazón de las personas -dijo el sacerdote al ver la Iglesia llena. Y contento, llegó al centro del altar.
-          A, b, c, d…
El que hablaba era, al parecer, un niño, que  al fondo de la Iglesia interrumpía la solemnidad del momento. Los asistentes se volvieron hacia atrás, algo molestos. Pero la voz continuaba: a, b, c, d…
-          ¡Cállate!- dijo el cura.
El niño se sintió sorprendido. Lanzó una mirada temerosa alrededor y su rostro enrojeció de vergüenza.
-          ¿Qué haces? ¿No ves que nos estás molestando mientras intentamos rezar?-le dijo.
El niño bajó la cabeza y dos lágrimas se le escaparon.
-          ¿Dónde está tu madre? ¿No te ha enseñado a rezar y a participar en la misa?-añadió.
Con la cabeza baja el niño respondió:
-          Perdóneme, padre, pero nadie me ha enseñado a rezar. He crecido en la calle, sin padre ni madre. Hoy como es Navidad, tenía necesidad de conversar con Dios. Pero no sé en que lengua habla Él; por eso digo sólo las pocas letras que yo sé. He pensado que él podría tomar esas letras y formar las palabras y las frases que le gusten.
Luego se levantó y dijo: me voy no quiero molestar a estas personas que saben cómo hay que hablar con Dios.
El sacerdote le dijo: ven conmigo-. Tomó al niño de la mano y lo condujo hasta el altar. Después, habló así a los fieles.
-          Esta noche, antes de celebrar la misa, vamos a rezar una plegaria especial. Vamos a dejar a Dios que escriba lo que él desea oír. Cada letra corresponderá a un momento del año en que logramos hacer algo positivo, luchar con valentía para conseguir un sueño, o decir una oración sin palabras. Le pediremos que ordene las letras de mi vida. Vamos a pedir que esas letras le permitan crear las palabras y las frases que a él le agradan.
Con los ojos cerrados, el cura se puso a recitar el alfabeto. Y, a su vez toda la Iglesia repitió: A, b, c, d…

Más en la Red ClasedeReligion: http://www.portalinnova.org/courses/71CLASEDERELIGION/ Ruta: DOCUMENTOS - RECURSOS DIDÁCTICOS -  NAVIDAD

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