Blog del Profesorado de Religión Católica: Preparando el “Camino de fe”: Las tentaciones de Jesús

miércoles, 6 de marzo de 2019

Preparando el “Camino de fe”: Las tentaciones de Jesús


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Los tres sinópticos recuerdan las tentaciones de Jesús, lo que demuestra que este hecho fue importante para la Iglesia primitiva. En Marcos el relato es muy breve; Mateo y Lucas  dan una relación detallada y diferenciada del acontecimiento, dándole cada uno una significación concreta, y juntos dan un sentido más completo. Mateo orienta el hecho hacia el pasado de Israel tentado en el desierto, y Lucas lo orienta hacia el futuro de Jerusalén y la Pasión del Señor. Así, el orden de las tentaciones en ambos  es distinto, y la diferencia podría ser explicada por razones teológicas a partir de la tercera tentación (la culminante): para Mateo, que está interesado por el tema del monte, presentando a Jesús como “el nuevo Moisés”, el “monte” es el vértice de las tentaciones; A Lucas le interesa colocar en Jerusalén la última de las tentaciones, con el fin de dirigir nuestra atención hacia la ciudad donde Jesús está en camino y es el escenario, donde van a realizarse los acontecimientos más importantes: Pasión Muerte y Resurrección, con la Ascensión. Se discute cuál es el orden original.
lc-41-13-5-638La presentación del hecho es también distinta, y observando las dos imágenes tendremos mejor comprensión. Mateo cuenta que  “Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo”, como atribuyendo la experiencia de las tentaciones a un influjo que es al mismo tiempo voluntad divina  y diabólica. Lucas presenta a un Jesús, que tras haber recibido el bautismo de Juan, y “lleno del Espíritu Santo” fue llevado por Él  al desierto durante cuarenta días, mientras “era tentado” por el diablo. Un verbo en pretérito imperfecto expresa duración del combate entre Jesús, asistido y movido por el Espíritu, y el diablo. La referencia al Espíritu, propia de Lucas, une este pasaje con el del bautismo (3, 21-22), estableciendo así estrechas y sutiles relaciones trinitarias: el Espíritu desciende de lo alto; el Padre, Jesús está en oración, reposa sobre él y lo urge para el cumplimiento de su misión. Comienza la obra mesiánica y ha de ser llevada a cabo en unión con el Padre por la fuerza del Espíritu en constante oposición del diablo, siempre al acecho.
panes-y-piedrasEn la Biblia, el desierto tiene  una doble significación: es desde la antigüedad  tierra desolada, inhóspita e inhumana, lugar de prueba y tentación, es morada del mal y de los malos espíritus, poblado de animales salvajes que atacan al hombre, el anti Edén. Pero a la vez por la experiencia de abandono que allí puede vivirse, se vuelve un lugar de proximidad, intimidad, encuentro, diálogo y cercanía con Dios. Desde donde Yahvéh llama a su pueblo. En él se experimenta el enfrentamiento con el diablo y, al mismo tiempo, la ayuda de Dios; tierra de bendición y de maldición,  oasis benéfico y prueba cruel. Las respuestas de Jesús al diablo, están solos, uno frente al otro, son citas del Deuteronomio que muestran el intento de narrar este episodio de la vida de Jesús unido al antiguo proyecto salvífico de Dios, y queriendo expresar queJesús afronta las tentaciones, y en particular al culto que el diablo pretende del mismo Jesús, recurriendo a la palabra de Dios como pan de vida y protección de Dios. 
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Además de compartir esta reflexión, desde la parroquia San Juan de la Cruz Málaga, también ofrecen un material de reflexión para preparar un encuentro parroquial de ”Camino de fe”. Puede que os sea de utilidad para organizar vuestro propio encuentro en la parroquia o para la pastoral del colegio.
¡Celebremos con ilusión el Miércoles de ceniza!
  Fuente: vía email

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