CSIF
se suma a la petición de diálogo a la Consejería de Educación que ya
han realizado otros sindicatos para negociar la reducción de la carga
horaria de la asignatura de Religión y aboga por una solución laboral «a
largo plazo» que pasa por «permitir a este profesorado, como ya hace el
propio Ministerio de Educación, completar su jornada laboral y lectiva
con otras funciones».
El
presidente del sector de educación del sindicato en Andalucía,
Francisco Hidalgo, resume en ocho apartados las alegaciones al Proyecto
de Orden por el que se desarrolla el currículo correspondiente a la
Educación Primaria. En primer lugar, destaca la «nefastas consecuencias»
que sufriría el colectivo en el caso de confirmarse la reducción la
carga horaria a 45 minutos semanales y propone como lo más «prudente y
adecuado» retirar la normativa. No hacerlo conllevaría «el despido de la
mitad de la plantilla», de más de 2.000 maestros, «o la precarización
de las condiciones laborales por ser más del 90% mujeres, madres de
familia y mayores de 45 años, un colectivo especialmente vulnerable».
El
Proyecto de Orden de Primaria, igual que el de Secundaria, responde a
la sentencia del TSJA que anula el actualmente en vigor por cuestiones
formales y sin entrar en el fondo de la cuestión. Hidalgo considera como
mínimo «extraño» que las modificaciones introducidas afecten
«exclusivamente» a la Religión «después de la macro-encuesta realizada
por la consejería a los centros bajo el título ‘Repensar la Primaria’,
que ha arrojado suficientes datos como para hacer un estudio en
profundidad sobre esta etapa educativa». Desde CSIF denuncian que la
Junta de Andalucía realiza «un gravísimo ataque a un colectivo de
docentes que tienen una situación laboral bastante precaria».
Al
entrar de lleno en la redacción de la norma, Hidalgo destaca que
«plantear que los centros, en el ejercicio de su autonomía organizativa y
pedagógica, puedan ampliar horarios de asignaturas troncales y
específicas, excepto Valores y Religión, no puede entenderse más que
como una decisión discriminatoria y, por tanto, de dudosa legalidad».
Desde CSIF, y ante la posibilidad de que la orden de 2015 quede anulada
definitivamente, plantean mantener los 90 minutos semanales como
contempla la LOE, porque en 45 minutos es imposible desarrollar el
currículo de la asignatura, que no se ha modificado; porque salvo en
Ceuta y Melilla (donde el profesorado sí puede realizar otras
funciones), en ninguna comunidad se ha aplicado una reducción tan
drástica; y porque en los países del entorno europeo tampoco se limita
tanto la Religión como pretende la Junta. Seguir adelante con el plan
demostraría una «falta absoluta de sensibilidad».
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