Blog del Profesorado de Religión Católica: Educar en valores: el perdón

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Educar en valores: el perdón

Autor: María Fuensanta Santos González.

Profesor: José Antonio Fernández Martin.

Asignatura: Didáctica de la Religión Católica.

El contenido moral o valores cristianos elegido es: El perdón

URL o bibliografía:
https://cuentoscortosparaniños.org/parabola-del-hijo-prodigo/

Edad o nivel: Cuarto curso de primaria

Elementos curriculares:
Contenidos
- El perdón de Dios: acciones y parábolas de Jesús.
- El perdón: Las tres formas de perdón (“te pido perdón”, “te perdono” y “me perdono”)
Criterios de evaluación
- Visualizar e identificar escenas de perdón de parábolas de Jesús.
- Comprender el significado de algunas parábolas del perdón.
- Identificar la necesidad del perdón para ser feliz.
Estándares de aprendizaje
- Visualiza, en obras de artes, escenas de perdón y las explica.
- Analiza, comenta y crea relatos donde actualiza las parábolas del hijo prodigo.
- Recuerda y acepta situaciones personales o sociales que necesitan del perdón.

ACTIVIDAD PROPUESTA (descripción o desarrollo):
La actividad que voy plantear se va a dividir en tres partes. La primera parte va a consistir en mostrarles a los alumnos una imagen, es la imagen de la parábola del hijo prodigo. Y se le lanzará la pregunta: ¿Qué veis en la Imagen?, dejaremos que los alumnos, nos expresen que les dice la imagen. Se le explicará previamente que es una parábola, pero sin decirle cual. Una vez expuestas todas las opiniones, se le volverá a lanzar otra pregunta: ¿conocéis la parábola a la que pertenece esta imagen?, si la respuesta es afirmativa, que si saben de qué parábola se trata, le pediremos que nos diga cuál es y se escogerá a algún alumno para que se la narre a sus compañeros. En el caso que fuera negativa, el docente deberá narrar la parábola.
Lucas 15, 1-3 11 -32.
Un Padre de familia tuvo dos hijos, el menor quería su herencia y se las dio a sus dos hijos. El menor tomo su parte y se fue de su casa para disfrutar según él, de la vida. Cuando se terminó el dinero y no tenía ni para comer, consiguió trabajo cuidando cerdos. Como anhelaba comer hasta la comida de los animales, pero ni eso podía tener. Medito en lo que hizo y en cómo hasta los jornaleros de su Padre tendrían la mejor comida, así que se animó a pedir perdón a su Padre y regresar a casa sabiendo que ya no era merecedor ni siquiera de ser tratado como hijo. no le importaba ser un peón más, estaba muy arrepentido y quería regresar al hogar de donde nunca debió partir.
Cuando regresaba su Padre aun de lejos pudo reconocer a su amado hijo y corriendo hacia él, lo tomo como a su niño abrazándolo y lleno de amor hacia él, lo besaba con ternura. El hijo se sintió indigno de ser llamado hijo suyo y sentía que no merecía nada, sin embargo, su Padre feliz de su regreso ordeno se organizara una gran fiesta y cena, que lo vistieran de gala y que le pusieran el mejor calzado, porque estuvo perdido y al fin había regresado.
Pronto regresaría el hijo mayor, al acercarse a casa no entendía el motivo de una fiesta y de tanta algarabía, así preguntando a un criado lo que sucedía se enteró del regreso de su hermano y reclamó a su Padre:
-Padre yo siempre estuve contigo y te he servido, nunca me diste nada para celebrar al menos con algunos de mis amigos, ¿porque haces esto con mi hermano si él se ha portado mal, gastándose todo el dinero que le diste y haciendo lo que quería?
A lo que su Padre respondió:
- “Hijo mío, tu siempre estas a mi lado y te portas bien, todo lo mío es tuyo, pero era necesario hacer una gran fiesta y celebrar el regreso de tu hermano, pues él estuvo muerto y ha vuelto a la vida, estuvo perdido y ha sido hallado”.
La segunda parte de la actividad conssitirá en realizar una serie de preguntas sobre la parábola “Del Hijo prodigo”. Algunas preguntas son:
- ¿Qué hizo el hijo menor con la herencia que le dio su padre?
- ¿Pensáis que la actitud del hijo fue adecuada?
- ¿Por qué motivos creéis que el hijo pródigo decidió volver a la casa de su padre?
- ¿Cómo se comportó el padre al verlo venir?
- ¿Pensáis que hizo bien en perdonarlo?
- ¿Qué es el perdón?
- ¿Para que perdonar?
- ¿Cómo nos sentimos cuando perdonamos?
- ¿Qué es lo que te impide pedir perdón?
- ¿Qué es más fácil perdonar o pedir perdón?
- ¿Perdonarías, aunque no te pidieran perdón?
- ¿Quién sufre más el que odia o el que es odiado?
Una vez realizada estas preguntas, la tercera parte de la actividad, que a su vez se divide en dos partes, consistirá en primer lugar, explicarles a nuestros alumnos que existen tres formas del perdón, para ello escribiremos en la pizarra las tres formas:
• "Te pido perdón", en donde somos el victimario, cometimos algún acto del cual nos arrepentimos.
• "Te perdono", en donde somos la víctima, y ofrecemos nuestro perdón.
• "Me perdono", en donde somos víctima y victimario a la vez.
Después en la segunda parte de la actividad se dividirá a los alumnos en cinco grupos, cada grupo deberá buscar un acto que haga que tengamos que pedir perdón, a modo de ejemplo pueden ser:
1. Cuando una persona comienza una pelea.
2. Cuando alguna persona coge algo que no es suya.
3. Cuando alguien se apropia de un trabajo de otra y se lo cuenta a la persona de quien era el trabajo diciéndole que está arrepentido.
4. Cuando se nombra a Dios en vano si por ejemplo me doy un golpe.
5. Cuando se interrumpe a otra persona cuando esta habla y nos disculpamos.
Cuando los alumnos tengan los actos reprochables, un representante de cada grupo, dirá en voz alta el acto que han buscado entre todos, y entre todos llegaremos al acuerdo de cuál de las tres formas de pedir perdón se trata.

JUSTIFICACIÓN:
Me he centrado en el valor del perdón, porque en nuestra actualidad las personas no sabemos pedir perdón, ni perdonar ni perdonarse, y si lo hacen en ocasiones es porque se obliga como es el caso de los alumnos sin ser consciente del significado y sentido que guarda. Por eso creo que importante que los alumnos desarrollen este valor porque De cara al futuro, saber pedir perdón y perdonar es clave importante para liberarse, es un ejercicio que le dará paz y tranquilidad. Esta actitud le será de mucha utilidad en otras relaciones que tendrán que vivir cuando sean adultos. Sin olvidar que el perdón es una expresión de amor: se perdona a alguien porque se le quiere, y se le pide perdón por el mismo motivo. Enseñar a los niños a pedir perdón es educar su corazón.

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