Cien alumnos se quedan sin clase de religión en el ‘Cap de Llevant’
La plaza quedó vacante y los requisitos dificultan encontrar profesor
El curso aún no ha comenzado para la asignatura de religión en el instituto Cap de Llevant de Maó y más de un centenar de alumnos que habían elegido esta materia no reciben clase porque no tienen profesor. El Obispado de Menorca ha explicado que las condiciones exigidas para impartir religión están dificultando encontrar una persona que ocupe la vacante. Una plaza que hasta ahora no había dado problemas porque desde hace unos años los institutos ‘Pasqual Calbó’ y ‘Cap de Llevant’ compartían el profesor de religión. La Conselleria de Educación decidió en julio que el ‘Cap de Llevant’ tendría su propio profesor a media jornada, sin compartirlo, e hizo caso omiso, según el Obispado, de su petición y la de los institutos de seguir con la situación existente.
Fuente: https://menorca.info/menorca/local/2017/614341/cien-alumnos-quedan-clase-religion-cap-llevant.html
La Diócesis de Plasencia critica la subida de la ratio en las clases de Religión
La
Junta destaca que ha aumentado el número de horas de la asignatura y
asegura que en ningún caso se está superando el tope de alumnos por aula
«Con gran preocupación venimos observando la actuación de la Junta al comienzo de este curso en lo que respecta a los profesores y a las clases de Religión en los centros educativos públicos», dice el primer párrafo. «Un mes después de que hayan comenzado las clases -continúa-, no se han cubierto las vacantes, y sin aviso ni negociación previa se está llevando a cabo una drástica reagrupación de alumnos, lo que ha llevado a una elevada ratio (número de estudiantes por aula)». «La Consejería -lamenta la Diócesis- ha procedido a agrupar alumnos hasta el máximo posible, de manera que hay hasta 28 alumnos en Primaria, hasta 33 en ESO y hasta 38 en Bachillerato, mandando si fuera necesario juntar cursos, lo que sucede mayoritariamente en el mundo rural».
A este respecto, la Consejería de Educación y Empleo considera que «conviene dejar constancia de que el número mínimo de alumnos para constituir un grupo de Religión en Educación Infantil, Primaria y ESO se ha establecido en 15 alumnos y alumnas, lo cual ya se venía aplicando el año 2011, a través de una instrucción de la anterior directora general de Personal Docente». Además, añade, «en ningún caso en los agrupamientos del alumnado se han superado las ratios legalmente establecidas para cada etapa de enseñanza, ratio que se aplica tanto para la Religión como para el resto de asignaturas del currículo». En este punto, la Junta y la Diócesis también discrepan, pues esta última entiende que no se está actuando igual con otras asignaturas. «Podemos comprender -recoge el editorial de 'Iglesia en Plasencia'- el malestar generalizado en los profesores -algunos con más de veinte años de servicio-, que no solo ven peligrar la calidad educativa de sus alumnos, sino reducidos sus salarios a un tercio o incluso más». Además, alude a lo que considera «un agravio comparativo con otros docentes de asignaturas optativas, a los que para nada se les ha aplicado una medida semejante». «No negamos la legalidad que pueda tener este procedimiento -concluye el artículo-, pero tampoco dejamos de ver un trato discriminatorio a los alumnos de esta asignatura y un problema grave de precariedad y atropello laboral a los empleados públicos».
Por su parte, la Consejería rechaza que las reagrupaciones de alumnos hayan sido drásticas, como afirma la Diócesis. «Máxime -argumenta la Junta- en un curso académico en el que, en aplicación de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura- ha habido que aumentar el horario de Religión en ESO y Bachillerato, hasta el punto de que se ha incluido una hora en segundo de Bachillerato, circunstancia esta que no se daba ni en el antiguo COU (su curso equivalente hace unos años) ni en el currículo de Bachillerato aprobado en el año 2015 por el anterior gobierno».
«Trato ecuánime y ajustado»
En consecuencia a esta argumentación, la Consejería entiende que no ha habido agravio ni hacia los profesores ni hacia los estudiantes. «Al contrario -añade-: ha habido un trato ecuánime y ajustado a la legalidad, como se hace con el resto del profesorado y del alumnado».Preguntadas las otras dos diócesis extremeñas, coinciden en que en este curso se han dado más reagrupamientos que en anteriores. La de Badajoz asegura tener un problema puntual en un instituto de Villafranca de los Barros, no achacable a la Junta. Y el delegado de Educación de la Diócesis de Coria-Cáceres argumenta que aunque la Consejería está cumpliendo la ley, lo está haciendo de tal manera que disminuye la calidad de la enseñanza de Religión y bajan los salarios de algunos profesores, al dar menos horas porque donde antes había dos grupos ahora hay uno. También estima que el criterio que están siguiendo los inspectores de Educación en este capítulo no es homogéneo.
Fuente: http://www.hoy.es/extremadura/diocesis-plasencia-critica-20171017003221-ntvo.html
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