Blog del Profesorado de Religión Católica: Cobertura de bajas y ¿área de Religión, una maría?

martes, 15 de febrero de 2011

Cobertura de bajas y ¿área de Religión, una maría?

Alumnos sin profesor que les enseñe

Los sindicatos denuncian retrasos en las coberturas de las bajas 

Alumnos del Conservatorio Profesional de Música Manuel Quiroga de Pontevedra llevan un mes sin profesor de violoncello; los del IES O Ribeiro, de Ribadavia, dos semanas sin el de religión; los del Francisco Aguiar, de Betanzos, 10 sin clases de Geografía e Historia. Son bajas que tardan en cubrirse más de lo que deberían y que dejan a los estudiantes descolgados en las materias afectadas.
Los sindicatos de la enseñanza llevan tiempo denunciando que la Consellería de Educación se hace la remolona a la hora de cubrir las bajas, supuestamente para ahorrar en personal. Y no son pocos los profesores que tienen que faltar al trabajo. En el primer mes de curso la Xunta registró 1.800 casos.
Educación, sin embargo, defiende que cumple con el protocolo establecido para cubrir las bajas, que es "el mismo que utilizaron los anteriores Gobiernos de la Xunta de Galicia y que en este momento está considerado uno de los más ágiles del Estado".
El sistema funciona así: si la baja del profesor es menor de 15 días, los alumnos no tendrán sustituto. Estas ni se cubren ni se pretende. De lo contrario, una vez que el docente da a conocer su ausencia, la consellería activa el proceso y llama a los profesionales que están en la lista de espera que tengan un perfil acorde con la plaza vacante. "Así, las bajas siempre son cubiertas con celeridad, dentro de los parámetros establecidos y sin perjuicio para los estudiantes", asegura Educación.
Pero los sindicatos no opinan que este método sea tan eficaz. Para empezar, se quejan de estos 15 días, que les parecen demasiados. "Antes eran las vacantes de menos de 10 jornadas las que no se cubrían. Esto se subió", explica Anxo Louzao, portavoz del sindicato CIG. José Ángel Suárez Alonso, presidente de la Asociación de Directores de Institutos de Secundaria de Galicia, coincide en señalar que 15 días son muchos para que la consellería no actúe: "Diez días sería razonable. Habría que acortar plazos, porque aunque hay que dejar unas jornadas para que el candidato a cubrir la plaza responda, hoy por hoy, con los teléfonos móviles se localiza rápido a la persona".
Más allá de que el plazo mínimo para llamar a un sustituto sea o no demasiado, los sindicatos coinciden en señalar que Educación hace trampa. Julio Díaz, de ANPE, señala que en ocasiones, bajas de más de 15 días se cuelgan en el sistema cuando a los profesores les queda menos de ese tiempo para reincorporarse, de forma que ya no las cubren. "Se está cargando a los centros un trabajo extra cuando hay muchísima gente en el paro a la que le vendría bien ocupar esas vacantes. Presentamos un escrito en la consellería para pedir que se agilicen los trámites", añade Díaz.
Louzao cree que "el problema es un criterio de ahorro que es inconcebible desde el punto de vista pedagógico". "Afecta al alumnado, que tiene que estar 15 días o más sin profesorado de su especialidad y supone un quebranto para la organización del centro. Esta actitud de la Xunta supone un deterioro de la enseñanza y del derecho a educación", mantiene el portavoz del sindicato mayoritario.
Pero, ¿qué hacen los niños cuando su profesor está de baja? Suelen estar atendidos por un docente de guardia, pero no avanzan en las materias del profesor ausente. Tampoco es raro que en un centro haya más de una baja al mismo tiempo, según José Ángel Suárez.
Educación sostiene que cuando la vacante es en una clase unitaria, en la que el profesor imparte la mayoría de las materias, se intenta cubrir en primer lugar. "Es una situación completamente diferente, ya que sin maestro no pueden asistir a clase", señala la consellería.
"Cabe destacar que se pueden dar casos excepcionales en los que no aparezcan profesores que acepten la sustitución que se les ofrece (porque no esté en el área demandada por el docente o porque no le interesa en ese momento) y por lo tanto no se cubra la baja por terminar la lista de posibles sustitutos. Entonces, se abre una convocatoria pública, situación muy extrema hasta la que normalmente no se llega", continúa Educación.
También admite que hay especialidades en las que es más difícil de lo habitual encontrar un profesor sustituto. "Esto acontece, por ejemplo, en aquellas relativas a enseñanzas musicales, como sucedió recientemente con un profesor de violoncellos cuya baja sólo podía ser cubierta por otro de la misma especialidad, ya que en este caso no vale un docente de solfeo, violín o cualquier otra enseñanza relacionada".
La baja del profesor de violoncello, del Conservatorio de Pontevedra, es una de las 33 que el pasado viernes había sin cubrir en toda Galicia. No obstante, esta lista publicada en la página web de la consellería (www.edu.xunta.es) fluctúa constantemente y en la misma semana pasada, llegó a haber algún día más de 50 vacantes sin cubrir. Y estas solo son las que tienen una previsión de más de 15 días. El resto, que son la mayoría, no llegan a ese sistema.
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/Galicia/Alumnos/profesor/les/ensene/elpepuespgal/20110214elpgal_7/Tes



La clase de Religión, la última de las Marías

Es una María, probablemente la más María de todas. Pero a mí me encanta, porque es la más importante de todas.




Solo los que me conocen bien saben que mi labor literaria no solo es compaginada con mi colaboración en la Universidad Católica de Valencia, sino que dedico muchas horas a las clases de Religión en un centro de las Misioneras Claretianas. Quizás solo a un excéntrico se le ocurriría dirimir las novelas, la lengua y la Religión, pero esta extravagancia a mí me encanta, y enriquece muchísimo mi existencia. Y evidentemente no cuento esto para que sepáis algo más sobre mi vida, sinceramente feliz, sino para dar cuenta de una modesta autoridad a la hora de exponer mis ideas.

Aquel que dedica gran parte de su tiempo a los jóvenes sabe que hay días mejores y peores: días excelentes, días para morirse sobre la tarima, a veces de risa, a veces de pena, y otros mortales de la muerte, como dirían ellos, en los que deseas estrangular a alguno y que las horas te traguen definitivamente. Es la condición humana de la docencia, esa esquizofrenia entre la vocación, la desesperación y la impotencia. Pero aquellos que entramos en el ámbito de la Religión en ESO y Bachillerato sabemos que también hay de esto, pero sobre todo hay días de luz y días vacíos, días en los que Dios late en tu corazón y otros en los que te deslizas hasta el final de la hora.

El amor en esto juega mucho. Es fundamental, y lo he experimentado. A veces estás con Él, y otras no.

Yo siempre les digo a mis alumnos que la asignatura de Religión es una María. No es por nada, pero ellos lo saben, como lo sabía yo desde muchacho. ¡Qué necesidad hay de engañarlos! Es más, para muchos compañeros es evidente, y a veces les cuesta disimularlo, aunque a ellos también les haría muy bien venir a clase, aunque a ellos también les haría muy bien esa asignatura tan desprestigiada y pendiendo de un hilo académico. Incluso a veces también sucede que los mismos docentes somos los mediocres, muchos profesores de Religión que dejan mucho que desear, que bien podrían dar Religión en un Instituto como Tecnología o Plástica, asignaturas algo más prestigiosas, claro.

Yo siempre les digo eso, y ellos lo saben: es una María, probablemente la más María de todas. Pero a mí me encanta, porque es la más importante de todas. Es imprescindible en tu vida y una de las únicas que andarás revisando siempre, hasta que te mueras. Yo les digo esto, y ellos me miran serios, no sé si porque lo entienden o simplemente porque lo intuyen. La asignatura de Religión es una pasada, pero como las cosas del Evangelio, parece un pequeño granito de mostaza. ¡Y esa ésa es la idea!

Más allá de lo que algunos puedan pensar, la asignatura de Religión Católica en ESO y Bachillerato tiene como principal objetivo que los alumnos aprendan. No se trata de una catequesis. Son muy bienvenidos esos ateíllos que enriquecen las horas, o esos indiferentes que a veces resucitas como a un Lázaro. La clase de Religión busca el conocimiento y para ello muchas veces debe ahondar en la historia, en la sociología, en el arte y, por supuestísimo, en la teología y en la filosofía. La gente no se lo imagina, pero la clase de Religión es una fuente de conocimientos, y si el alumno se niega a aprender, el profesor hará como los sabios, abrirá la jaula y los dejará volar. Pero si el muchacho quiere, aprenderá muchísimo.

Pero no es solo eso. La clase de Religión es la única asignatura en la que importa muy mucho cómo aprendan, cómo reciban el conocimiento. Como en todas las demás disciplinas, pero en esta sobremanera, es imprescindible que se lo pasen bien, que disfruten, que deseen que llegue la hora de Religión. En algunas, que esto no se consiga es secundario, pero en la María es imprescindible y fundamental. Aprender y disfrutar, o mucho mejor: disfrutar y aprender, y entre clase y clase, a veces sacudir las emociones, tocar el corazón, y dejar que Dios susurre a los más atentos. Son momentos puntuales, inesperados como perlas escondidas, pero que dejan un recuerdo imborrable, y los marca para siempre.

Mantener este equilibrio entre lo académico, lo emocional y lo espiritual en una clase es tan difícil como maravilloso. Por eso la Religión es una María que a veces mantiene heroicamente un buen número de alumnos, aunque en algunos institutos la pongan a última hora, cuando el resto de compañeros ya se ha ido a casa.

Jesús enseñaba con parábolas. Cada vez que tenía que explicar algo importante recurría a ellas. Entonces aquellos primeros alumnos escuchaban boquiabiertos, y los más atentos preguntaban después. En el siglo XXI, es inútil impartir la clase de Religión de otra manera. No se puede dar clases sin proyecciones, sin audios, sin imágenes, sin experiencias… ¡Es inútil! Y si hay alguien que esto todavía no lo ha entendido, que ceda el paso a otro. ¡Es inútil e imposible educarlos de otra manera en el panorama socioeducativo actual! Estoy convencido de que Jesús hoy nos diría que vale más una imagen que mil palabras. Pero eso sí: una imagen certera, a tiempo y bien suministrada.

Es por ellos que a veces me da por pensar, y por sentir. La asignatura de Religión es una María, pero una de ésas María que da pleno sentido a la vida de un docente cristiano. Soy consciente de que mis palabras serán la única referencia para muchos durante mucho tiempo, a veces quizás para toda la vida. La Iglesia Católica deposita en mis manos una labor única e imprescindible, y para muchos de esos jóvenes de hoy, mis enseñanzas serán lo único que carguen durante muchos años, hasta que un día, vacíos, pero con ese latido de las clases, se les vuelva a ocurrir dejarse caer por un templo. Para algunos no es la hora, para algunos tendrán que pasar muchos años para que entiendan. Sin embargo, quienes han pasado por la clase de Religión atesoran algo, algo que llega a brillar en lo escondido, y ese tesoro de la María algún día acabará por dar sus frutos.

En estos tiempos de laicismo, en estos tiempos en los que la clase de Religión cada vez es más y más Cenicienta, a veces me da por pensar qué sería del sistema educativo sin las clases de Religión y sin la incansable labor de los centros religiosos. A veces me da por pensar en el futuro sin canales efectivos para la transmisión de nuestros valores cristianos, comprobadísimamente buenos. A veces me da por pensar qué sería de esta sociedad sin un número importantes de alumnos que pierdan su tiempo con una María.

www.javierariasartacho.es
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=13868

 

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