Blog del Profesorado de Religión Católica: Noticias 22-07-10

jueves, 22 de julio de 2010

Noticias 22-07-10

Religión en Libertad denuncia que los socialistas financian arte “que hiere el sentimiento religioso”
Un Cristo crucificado sobre un avión de combate americano, nuevo objetivo de los ultracatólicos
ELPLURAL.COM
El periódico ultracatólico Religión en Libertad ha convertido en arma arrojadiza contra los dirigentes socialistas la ceremonia de clausura de la XXIII Semana Negra de Gijón, festival literario dedicado a la novela negra. El presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, del PSOE, la presidió bajo una imagen de Cristo crucificado sobre un avión de combate americano. Para Religión en Libertad, “políticos socialistas” se sirven del dinero público para financiar un arte “que hiere el sentimiento religioso”.
Religión en Libertad pone en duda que el mencionado Cristo crucificado a un avión militar sea arte y lo tacha de “burla”. De hecho, denuncia que “el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón, ambos regidos por políticos socialistas, han subvencionado un seudo-arte que provoca rechazo y mancilla los sentimientos religiosos de millones de españoles”.

Sin análisis
Los responsables del periódico ultracatólico no analizan si realmente el autor de la obra pretende con ella, como ellos aseveran, insultar a las personas católicas o, quizá, denunciar la intervención militar de Estados Unidos en guerras como, por ejemplo, la de Irak. Se quedan en que se ha financiado con dinero público.

“Generosamente” subvencionada Además, el artículo mencionado critica que la Semana Negra de Gijón esté “generosamente” subvencionada por los gobiernos del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón y reitera en dos ocasiones –en apenas cuatro párrafos– que ambos están gobernados por políticos socialistas.

Piden disculpas Por otra parte, Religión en Libertad sugiere veladamente que el director del festival, el escritor astur-mejicano Paco Ignacio Taibo II, debería haberse disculpado “ante las críticas de personas que han sentido dañado sus sentimientos religiosos al ver ese ‘arte”.



Pantallazo de Religión en Libertad
Fuente: http://www.elplural.com/noticiasred/detail.php?id=48874


GodBlock, un filtro de internet ¡para contenido religioso!

Por: Jorge Enrique Mújica
USA Today lo llama sitio “sarcástico”. Se trata de un filtro que bloquea contenido religioso y está dirigido a padres de familia que quieren “proteger” a sus hijos del “material sexual y psicológicamente dañino presente en los textos sagrados y de ser adoctrinados en religión”, como se puede leer en el portal de GodBlock.

Si un niño buscara palabras como “Jesucristo”, “Iglesia católica”, “María”, y un amplio etcétera sobre personajes bíblicos, el filtro no le daría el acceso. Y lo mismo si buscara palabras como “Mahoma”, “Buda” o “Confucio”. Lo todavía más problemático surge cuando algunos personas políticos tienen nombres bíblicos que también serían bloqueados. Y ciertamente, más allá de las creencias religiosas, ¿también deberían quedar bloqueados los grandes valores nacidos en el contexto de religiones concretas, como es el caso del cristianismo?
Pregunta: ¿le gustaría que sus hijos tuvieran este bloqueo? ¿Por qué no se promueven más filtros contra la pornografía y la violencia?
Fuente: http://www.aragonliberal.es/noticias/noticia.asp?notid=40344&menu=5

Alcalde de Madrid: “Será la mejor Jornada Mundial de la Juventud”
Firmado un convenio de colaboración con el arzobispado
MADRID, miércoles, 21 julio 2010 (ZENIT.org).- El cardenal arzobispo, Antonio María Rouco Varela y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, firmaron este martes un convenio de colaboración del ayuntamiento con el arzobispado para establecer los cauces de colaboración con vistas a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en la capital.
Madrid acogerá a los dos millones de jóvenes que se prevé participen en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en la tercera semana de agosto de 2011 con la presencia del Papa Benedicto XVI.
El convenio pretende “establecer los cauces para que Madrid sea el hogar de los dos millones de visitantes previstos durante la jornada”, dijo el alcalde.
En su intervención, durante el acto de la firma, el cardenal aseguró que Madrid se reconocerá “por la calidad humana de los jóvenes que van a venir, que van a conquistar el corazón de los madrileños”. También destacó que la JMJ “es un acontecimiento que expresa la vida de la juventud de la Iglesia en sus actos litúrgicos y en torno a la Palabra de Dios”. Y aseguró que la JMJ “traerá a la ciudad paz y bien, además de respuestas que satisfacen el corazón de los jóvenes”.
El cardenal Rouco anunció que en esas fechas acudirán a Madrid cerca de un millar de cardenales y obispos de todo el mundo para participar en la fiesta de una juventud “alegre, bella, fina, gozosa y festiva”. Añadió que la asistencia se prevé “de unas magnitudes importantísimas” que convertirán a Madrid “no sólo en la capital de España, sino en la capital de la juventud del Mundo”.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, destacó que la celebración de la JMJ supondrá “un acontecimiento de trascendencia excepcional para la ciudad, cuyo éxito requiere un esfuerzo igualmente extraordinario por parte de todos”. También mostró su alegría porque Madrid haya sido elegida la sede de la próxima JMJ: “Cada vez que somos elegidos para albergar un encuentro internacional debemos sentirnos satisfechos”.
El acuerdo aborda diversos aspectos para la coordinación entre la administración local y los organizadores de la JMJ. El ayuntamiento cederá espacios de titularidad municipal, como colegios públicos y polideportivos, para el alojamiento de los jóvenes que van a asistir a la Jornada. También se habilitarán espacios para los encuentros de los jóvenes, y se cederán instalaciones para la celebración de eventos culturales.
El ayuntamiento garantiza, además, el apoyo de la Policía Municipal, en coordinación con los servicios de Protección Civil y Seguridad de la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno, para que en los desplazamientos y concentraciones esté asegurada la protección de los asistentes a las celebraciones.
La administración local también se ha comprometido a instalar un reloj de cuenta atrás “en un lugar emblemático de la ciudad”, según el alcalde, así como la cesión de grandes instalaciones como la Caja Mágica, el Palacio Municipal de Congresos o el Auditorio de Parque Juan Carlos I.
Ruiz Gallardón señaló también que “Madrid no sólo estará a la altura, sino que superará todas las expectativas para hacer de esta la mejor Jornada Mundial de la Juventud de las celebradas hasta ahora”.
El ayuntamiento de Madrid es parte de la Comisión Mixta para la JMJ, en la que también se encuentra Presidencia del Gobierno y la Comunidad de Madrid. Las administraciones públicas colaboran en la organización del acontecimiento facilitando el uso de instalaciones y servicios públicos, pero no contribuyen económicamente. La financiación de la JMJ proviene de las aportaciones de los jóvenes que participan, y de las empresas patrocinadoras.
La inscripción para participar en la Jornada se abrió a comienzos de julio y, según el cardenal de Madrid, “ya se han apuntado decenas de miles de jóvenes de un centenar de países y cerca de 400 grupos”.
Además, “cien mil voluntarios se preparan ya para colaborar en el desarrollo de la Jornada”, indicó el alcalde madrileño.
Por Nieves San Martín

Por qué veinte países están contra el Tribunal Europeo y por el Crucifijo
Entrevista a Grégor Puppinck, director del Centro Europeo para el Derecho y la Justicia
ESTRASBURGO, miércoles 21 de julio de 2010 (ZENIT.org).- La sentencia contra el Crucifijo en las escuelas italianas ha suscitado la oposición más amplia de la historia del el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH): veinte países se han opuesto y han salido oficialmente en defensa de Italia.
La edición italiana de "L'Osservatore Romano" del 22 de julio explica los motivos en un artículo escrito por Grégor Puppinck, director del Centro Europeo para el Derecho y la Justicia (European Centre for Law and Justice, ECLJ), organización no gubernamental con sede en Estrasburgo, comprometida con la libertad de culto y de pensamiento, en especial ante el TEDH y las Naciones Unidas.
Puppinck, experto en libertad religiosa ante las principales instituciones internacionales, en ese artículo muestra que la oposición a la sentencia no sólo se debe a motivos de carácter político y jurídico, sino también espiritual.
"El debate sobre la legitimidad de la presencia del símbolo de Cristo en la sociedad italiana es el emblema de una voluntad de secularizar Europa", advierte en esta entrevista en la que repasa los argumentos presentados en el diario de la Santa Sede.
 --Comencemos por la cuestión central, ¿qué implica la sentencia contra el Crucifijo? --Grégor Puppinck: El asunto fue presentado al Tribunal de Estrasburgo por Soile Lautsi, ciudadana italiana de origen finlandés, que había pedido en 2002 a la escuela pública en la que estudiaban sus dos hijos, "Vittorino da Feltre" en Abano Terme (Padua), que quitara los crucifijos de las aulas. La dirección de la escuela se negó por considerar que el crucifijo forma parte del patrimonio cultural italiano, y posteriormente los tribunales italianos dieron razón a este argumento. Ante la Corte de Estrasburgo, la señora Lautsi argumentó que la exposición del Crucifijo en las clases de sus hijos constituiría una violación de su libertad de convicción y, por tanto, del derecho a recibir una educación pública según sus convicciones religiosas.
Al dar razón a la demandante, el Tribunal consideró que la presencia de un símbolo religioso en las aulas de clase es algo malo en sí, que no puede justificarse. Hasta ese momento, la Corte siempre había considerado, por el contrario, que los Estados son libres en este campo, que es necesario respetar su cultura y tradición, y que el único límite que no puede superarse es el de someter a los alumnos a adoctrinamiento o a un proselitismo abusivo.
Con el objetivo de dar un fundamento legal a su decisión, la Corte ha creado una obligación nueva, según la cual, el Estado estaría "obligado a la neutralidad confesional en el marco de la educación pública, donde la participación en los cursos es requerida sin tener en cuenta la religión y que debe tratar de inculcar en los alumnos un pensamiento crítico". En otras palabras, la Corte afirma en la sentencia Lautsi que una sociedad, para ser democrática, debe renunciar a su identidad religiosa.
Italia ha presentado un recurso contra esta sentencia ante la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo, que ha sido escuchado el 20 de junio. La sentencia de la Corte se espera para otoño.
--¿Por qué esta sentencia ha suscitado la oposición de veinte países y el apoyo a Italia?
--Grégor Puppinck: El caso Lautsi tiene una importancia considerable. Es emblemático, pues pone en tela de juicio la presencia visible de Cristo en las escuelas de Roma, de Italia, y de toda Europa. Este caso se ha convertido en un símbolo del actual conflicto sobre el porvenir de la identidad cultural y religiosa de Europa. Este conflicto enfrenta a los promotores de la secularización total de la sociedad y los que defienden una Europa abierta y fiel a su identidad profunda. Los promotores de la secularización ven en el secularismo la solución que permite gestionar el pluralismo religioso, y ven el pluralismo como un argumento que permite imponer el secularismo.
En todo esto no hay nada de neutral. La "secularización" no es un fenómeno estrictamente espontáneo o ineluctable. Incluso en lo esencial, procede de opciones políticas, como la política anticlerical de Francia a inicios del siglo XX, o la que actualmente promueve el gobierno español. Lo mismo sucede con esta primera sentencia Lautsi, que no sólo se fundamenta en argumentos jurídicos, sino ante todo en un prejuicio político.
Europa es diversa y sólo una minoría de Estados, como Francia, ha renunciado oficialmente a su identidad cristiana. Otros han permanecido fieles, o han vuelto a abrazarla, como sucede en ciertos países que fueron comunistas. El pluralismo religioso, el cosmoplitismo, que sirve de paradigma a la argumentación del Tribunal, es una realidad de ciencia ficción ajena al territorio europeo.
Queda cada vez más claro que las instituciones públicas de Europa occidental, y la sentencia Lautsi no es más que un ejemplo, han optado por limitar la libertad religiosa e imponer la secularización de la sociedad con el objetivo de promover un cierto modelo cultural en el que la ausencia de valores (neutralidad) y el relativismo (pluralismo) son los únicos valores que justifican un proyecto político que quiere ser "post-religioso" y "post- identitario", en una palabra, "postmoderno". Este proyecto político tiene una tendencia al monopolio en cuanto sistema filosófico.
--Pero esta sentencia ha provocado una reacción política sin precedentes, que nadie se esperaba...
--Grégor Puppinck: Así es. Tres semanas después de la audiencia ante la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo, cada día queda más claro que se ha logrado una victoria realmente considerable contra la dinámica de la secularización. Si bien jurídicamente Italia todavía no ha ganado, políticamente ya ha logrado una victoria magistral. De hecho, hoy, al menos veinte países europeos han ofrecido su apoyo oficial a Italia, en defensa pública de la legitimidad de la presencia de los símbolos cristianos en la sociedad y, en particular, en las escuelas.
En un primer momento, diez países participaron en el caso Lautsi como "amicus curiae", es decir, "tercera parte". Cada uno de estos países --Armenia, Bulgaria, Chipre, Grecia, Lituania, Malta, Mónaco, Rumanía, Federación Rusa y San Marino-- ha entregado a la Corte un documento escrito en el que la invita a anular la primera decisión. Estos documentos no sólo tienen un interés jurídico, sino que son ante todo testimonios extraordinarios de defensa de su patrimonio y de su identidad ante la imposición de un modelo cultural único. Lituania, por ejemplo, no ha dudado en comparar la sentencia Lautsi con la persecución religiosa que sufrió y que se manifestaba precisamente en la prohibición de símbolos religiosos.
A estos diez países, se les han añadido otros diez. Los gobiernos de Albania, Austria, Croacia, Hungría, Macedonia (ARYM), Moldavia, Polonia, Serbia, Eslovaquia y Ucrania, han puesto públicamente en tela de juicio la sentencia de la Corte y han pedido que las identidades y tradiciones religiosas nacionales sean respetadas. Varios gobiernos han insistido en el hecho de que la identidad religiosa constituye la fuente de los valores y de la unidad europea.
De este modo, con Italia, ya casi la mitad de los Estados miembros del Consejo de Europa (21 de 47) se ha opuesto públicamente a este intento de secularización forzada de las escuelas y ha afirmado la legitimidad social del cristianismo en la sociedad europea. Detrás de los argumentos reales de defensa de la identidad, de la cultura y de la tradición cristiana nacional, estos veinte Estados han afirmado y defendido públicamente su apego al mismo Cristo; han recordado que está en conformidad con el bien común el que Cristo esté presente y sea honrado en la sociedad.
Esta coalición que agrupa a casi toda la Europa central y del este muestra que todavía hoy se da una división cultural interna en Europa; muestra también que esta división puede superarse, como testimonia la importancia del apoyo ofrecido a Italia por países de tradición ortodoxa, independientemente de la orientación política del momento.
La importancia del apoyo ofrecido por países de tradición ortodoxa se debe en gran parte a la determinación del patriarcado de Moscú a defenderse ante el avance del secularismo.  Aplicando la petición del patriarca Kiril de Moscú a "la unidad de las Iglesias cristianas contra el avance del secularismo", el metropolita Hilarion, presidente del Departamento para las Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, ha propuesto la constitución de una "alianza estratégica entre católicos y ortodoxos" para defender juntos la tradición cristiana "contra el secularismo, el liberalismo, y el relativismo que prevalecen en la Europa moderna". Este apoyo debe entenderse probablemente como una aplicación de esta estrategia.
El Consejo de Europa, del que depende el Tribunal de Estrasburgo, afirma en su Carta fundadora "el apego inquebrantable" de los pueblos de Europa a "los valores espirituales y morales que conforman su patrimonio común". Estos valores espirituales y morales no son de carácter privado, constituyen la identidad religiosa de Europa y son reconocidos como fundadores del proyecto político europeo. Como recordaba recientemente el Santo Padre, el cristianismo se encuentra en el origen de estos valores espirituales y morales. La alianza de estos 21 países indica que es posible construir el porvenir de la sociedad europea sobre este fundamento, a condición de hacer una reflexión lúcida sobre el modelo cultural occidental contemporáneo y en la fidelidad a Cristo. Europa no puede afrontar el porvenir renunciando a Cristo.


Por Jesús Colina


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